La directora general del Instituto de Cinematografía y el Audiovisual, Lorena González, junto a varios Subdirectores del propio ICAA, se ha encargado de explicar las novedades del nuevo sistema de ayudas al cine y su normativa de desarrollo. Tantos las ayudas generales a la producción de largometrajes que ahora pasan a ser previas, como las de cortometrajes, distribución, participación de películas en festivales y organización de festivales están íntegramente reguladas con esta norma. Una conclusión, muchas de las dudas que surgen con la implantación del nuevo modelo no se verán despejadas hasta su puesta en marcha efectiva, al igual que algunos problemas puntuales tendrán que resolverse sobre la marcha, una vez que la primera convocatoria sea lanzada.
“No hay ningún párrafo de la nueva norma que no sea legal, lo ha revisado Hacienda y otros muchos organismos”, ha comentado González. Esto significa que la Ley de 2009 pasa ya a mejor vida. Según la directora general del ICAA, la nueva normativa ha sido redactada de una manera mucho más clara para todos los profesionales y pasa a regir todo el sistema de ayudas al cine. La jornada informativa del ICAA ha estado orientada fundamentalmente a explicar las ayudas a la producción cinematográfica de largometrajes, puesto que los demás apartados como distribución, cortometrajes, participación de películas en festivales y organización de festivales no ha sufrido prácticamente variaciones.
En lo que se refiere a las ayudas a la producción de largos, ahora hay dos tipos de subvenciones, por un lado están las ayudas selectivas destinadas a un cine diferente, más experimental, de nuevos realizadores, que tiene más recorrido en festivales, con un especial valor cinematográfico, cultural o social y que no busca tanto la comercialidad, es decir, las antiguas ayudas sobre proyecto.
En segundo lugar están las ayudas generales sobre proyecto que sustituyen a las ayudas a la amortización, que se aplican de una forma objetiva y van dirigidas a películas de mayor impacto industrial. Además, hasta 2018 estas ayudas generales convivirán de manera transitoria con las ayudas a la amortización. De hecho, la próxima convocatoria de ayudas a la amortización para las películas estrenadas en 2014 estará disponible los próximos días.
Se establece, por tanto, un periodo transitorio de tres años en el que van a convivir las antiguas ayudas a la amortización y las nuevas ayudas generales a proyecto, pero se establecen en el propio Decreto Ley dos requisitos que necesariamente deben cumplir todos los largometrajes que pretendan acceder a las ayudas a la amortización en el año 2018. El primero de ellos es que hayan iniciado el rodaje y lo hayan comunicado al ICAA antes de que se lance la primera convocatoria de ayudas generales y el segundo requisito es que el largometraje se estrene antes del 31 de diciembre de 2016. El resto de proyectos tendrán que acudir obligatoriamente ya a las nuevas ayudas generales. En los próximos días se publicará en el BOE la resolución de ayudas a la amortización con una dotación presupuestaria de 33 millones de euros. En cuanto a la convocatoria de ayudas generales para proyectos cinematográficos, la previsión es que la primera convocatoria se publique a finales de marzo o a comienzos de abril, con una dotación económica de unos 30 millones de euros (la mayoría de los productores cree que no será suficiente y que muchas películas que alcancen los 35 puntos se quedarán sin ayuda).
La segunda convocatoria de ayudas generales se publicará ya a principios del verano. El cambio de modelo de financiación del cine permitirá la financiación progresiva de las producciones cinematográficas durante el proceso productivo, y no transcurridos dos años desde el estreno de las películas, como venía sucediendo. Las productores presentes en la jornada informativa intentaron de aclarar sus dudas sobre la próxima convocatoria, con asuntos como la presentación de los contratos de ventas internacionales y distribución para su verificación por parte del ICAA. «Vamos a ser escrupulosos en comprobar todos los contratos, tenemos tener la certeza de que las ventas se han producido. Hay que presentar todos los documentos y si tenemos dudas requeriremos otras cosas para poder demostrarlo. También tenemos que comprobar todos los anticipos que se realicen», señaló la directora general del ICAA.
El Boletín Oficial del Estado del 23 de diciembre incluía ya las órdenes ministeriales, firmadas por el Ministro de Educación, Cultura y Deporte el pasado viernes 18 de diciembre, con las que se culminaba el cambio de modelo de financiación del cine: la orden de bases de ayudas al cine y la orden de reconocimiento de costes subvencionables.
Las ayudas con el nuevo sistema se asignan mediante criterios objetivos y puntuables, que garantizan la búsqueda del éxito comercial de la película. Otra ventaja del sistema es que desde la adjudicación de la ayuda se tiene la certeza de la cantidad asignada. Las ayudas se pagan progresivamente adecuándose a las necesidades del proceso productivo. Se garantiza que un mayor porcentaje de la ayuda va destinada directamente a la producción al disminuir considerablemente los intereses de los posibles créditos. También se elimina la referencia al número de espectadores como variable para adjudicar la ayuda.
Para presentarse a la convocatoria de ayudas generales, deben cumplirse unos requisitos de acceso: Que el proyecto tenga un coste mínimo de 1,3 millones de euros. En el caso de largometrajes de carácter documental, el coste mínimo será de 400.000 euros. Y en el caso de coproducciones con empresas extranjeras, dicho coste mínimo será de 700.000 euros.
Al menos, el 50 % de los gastos presupuestados del largometraje, con un límite máximo de 2 millones de euros, se realice en España o revierta en autores, equipos técnicos, artísticos o de servicios españoles. En el caso de coproducciones con empresas extranjeras este requisito se aplicará únicamente a los gastos correspondientes al porcentaje de participación española en el largometraje.
Que, al menos, un 15 % del presupuesto del largometraje, con un límite máximo de 800.000 euros, se destine a copias, publicidad y promoción para su estreno comercial en salas de exhibición en España, independientemente de que dicho gasto resulte inicialmente soportado por el productor o sea anticipado por el distribuidor.
Que el estreno del largometraje tenga lugar de forma simultánea, como mínimo, en el número de salas de exhibición que a continuación se indica. Largometrajes con un coste reconocido superior a 2 millones de euros: Cuarenta salas. Largometrajes con un coste reconocido inferior a 2 millones de euros: Veinte salas. Largometrajes con versión original en lenguas cooficiales distintas del castellano: Veinte salas; al menos, en diez de estas, se exhibirán en su versión original. Largometrajes de carácter documental: Siete salas. Estos requisitos se comprobarán en el momento del reconocimiento de coste, momento en el que se liquida el último pago. Si no se cumplen, la consecuencia es la devolución de la ayuda puesto que se pierde el derecho a la misma.
Algunos productores señalaron que se debería tener en cuenta que la cifra de espectadores en las salas de cine cada vez es más limitada, a lo que la directora general del ICAA replicó que actualmente este parámetro está muy vigente y que sería revisado si en un futuro cambiase. «Ahora, la idea es que se puntuen los espectadores en salas de cine, porque estamos hablando de películas con un impacto industrial importante. Sobre la marcha surgirán miles de problemas que trataremos de solventar. Es difícil cambiar un nuevo sistema de ayudas y más con los medios actuales del ICAA», reconoció.
Una vez cumplidos los requisitos de acceso, a cada proyecto se le asignará una puntuación en base a una tabla de criterios automáticos. Carácter cultural del proyecto: Hasta 6 puntos. Solvencia del beneficiario, o productor-gestor del proyecto: Hasta 22 puntos. En el caso de que dicho productor-gestor tenga menos de dos años de experiencia profesional en el ámbito de la producción cinematográfica, se valorará la solvencia del productor ejecutivo contratado para la ejecución del proyecto. Viabilidad económica y financiera del proyecto: Hasta 40 puntos. Impacto socioeconómico y de la inversión en España e innovación: Hasta 32 puntos.
Únicamente podrán acceder a las ayudas aquellos proyectos que hayan obtenido una puntuación total mínima de 35 puntos. Para acceder al 100 % de la ayuda solicitada, el proyecto deberá obtener una puntuación total mínima de 80 puntos. Los proyectos que no alcancen dicha puntuación recibirán los siguientes importes:
1.º Los que obtengan entre 70 y 79,5 puntos: 90 % de la ayuda solicitada.
2.º Los que obtengan entre 60 y 69,5 puntos: 80 % de la ayuda solicitada.
3.º Los que obtengan entre 50 y 59,5 puntos: 70 % de la ayuda solicitada.
4.º Los que obtengan entre 35 y 49,5 puntos: 60 % de la ayuda solicitada.
Las ayudas se concederán por orden de puntuación de los proyectos, en orden descendente, hasta agotar la dotación presupuestaria convocada. Los proyectos que reuniendo los requisitos para ser beneficiarios de la ayuda queden excluidos por haberse agotado la dotación presupuestaria, podrán concurrir a la siguiente fase o convocatoria de ayudas, en la que serán sometidos a una nueva valoración.
Las ayudas reconocidas se harán efectivas mediante sucesivos pagos, que podrán extenderse a varios ejercicios presupuestarios. El pago de la subvención concedida se efectuará en los momentos y con los límites siguientes: El 20 % se abonará en el momento de reconocimiento del derecho tras la resolución de concesión de la ayuda. El 50 % se abonará tras comunicarse al Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales el inicio del rodaje del largometraje. Hasta el 30 % restante se abonará tras la resolución de reconocimiento del coste del largometraje.
La cuantía máxima de cada una de las ayudas podrá alcanzar un importe de 1.400.000 euros, siempre que dicho importe no supere el 40 % del coste reconocido al largometraje por el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales. Respecto a la intensidad de las ayudas, el productor Gerardo Herrero señaló que hay una contradicción clara entre Hacienda y Cultura que limita mucho la seguridad jurídica y por ende se expulsa a los posibles inversores ajenos al cine. Los responsables del ICAA manifestaron al respecto que en eso poco podían hacer, porque depende de Hacienda y es a este ministerio al que le toca cambiar ciertos detalles en la tributación.
Las ayudas selectivas, tienen por objeto la financiación de proyectos que posean un especial valor cinematográfico, cultural o social, de proyectos de carácter documental y de proyectos que incorporen a nuevos realizadores. Los proyectos que concurran a las ayudas selectivas deberán reunir los siguientes requisitos: Que el coste máximo de producción que se reconozca al largometraje por el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales sea de 1.800.000 euros.
Que se acredite en el momento de presentar la solicitud de la ayuda que el proyecto tiene garantizada una financiación de, al menos, el 10 % del presupuesto previsto para la producción del largometraje. En la convocatoria se establecerá la cuantía máxima de cada una de las ayudas que, dentro del crédito anual destinado a las mismas, podrá alcanzar un importe máximo de 500.000 euros, siempre que dicho importe no supere el 40 % del coste del proyecto. De dicho crédito anual se destinará entre un mínimo del 15 % y un máximo del 25 % a proyectos de carácter documental. Las ayudas selectivas se pagan en el año y de una sola vez.
Las ayudas para la producción de largometrajes sobre proyecto podrán ser reembolsadas total o parcialmente en el supuesto de que los ingresos generados por la explotación del largometraje en salas de exhibición cinematográfica en España sea tres veces superior al coste reconocido al mismo por el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales y siempre que de ello derive un beneficio real para el productor, en los términos en los que se establezca mediante la correspondiente orden ministerial reguladora de los ingresos.
Desde el ICAA se quiere poner de manifiesto la batalla que ha tenido que acometer la directora general del organismo para sacar adelante este nuevo sistema de ayudas, sobre todo con duras negociaciones con el ministerio de Hacienda, con el fin de conseguir dotar el fondo de cinematografía con algo más de 60 millones de euros. Los responsables del ICAA también avisan que la incertidumbre presupuestaria que existe para los próximos ejercicios debe hacer pensar a los productores que se decanten por las ayudas a la amortización, ya que desde el organismo cinematográfico no se está en condiciones de garantizar que en ese ejercicio 2018 los proyectos que vayan a la amortización puedan cobrar la cuantía máxima de la ayuda.
¿Y la forma de encontrar esa ayuda?