Alquimias, la sección a competición de la Seminci de Valladolid pretende demostrar que el lenguaje fílmico dispone todavía de un amplio campo de innovación, propone nueve miradas que comparten una revitalización de las propuestas visuales y de la forma de abordar y presentar cuestiones políticas, sociales o emocionales.
Conviven en la selección de la 69ª de la Semana Internacional de Cine realizadores con escasos títulos a sus espaldas con irreductibles veteranos visionarios. Juntos abarcan múltiples territorios y sensibilidades para ofrecer una perspectiva lúcida y arriesgada sobre el ser humano y la sociedad actual. Con una trayectoria de 25 años a sus espaldas, Lou Ye, aborda en ‘Una película inacabada’ (Alemania, Singapur) la epidemia del covid como si fuera el diario de un cineasta.
Otros dos nombres presentes en esta edición en Alquimias rompen con los convencionalismos de dos cinematografías con una trayectoria tan remarcable y unos códigos muy reconocibles como la iraní y la india. Se trata de ‘The Great Yawn of History’ (Irán), de Lila Rasti, y ‘The Adamant Girl’ de PS Vinothraj (India).
El carácter rebelde de los protagonistas frente a unas autoridades y costumbres represoras subyace asimismo en ‘Agora’ (Túnez, Francia, Arabia Saudí), de Ala Eddine Slim. Y completan la selección internacional dos largometrajes de extrema sensibilidad: ‘Invention’ (Estados Unidos), de Courtney Stephens, y ‘Bluish’ (Austria), de Lilith Kraxner y Milena Czernovsky.
Cine español
Las propuestas españolas de esta sección, ya presentadas con anterioridad, no son ajenas a esta experimentación, a mostrar preocupaciones existenciales con un enfoque propio de nuevas sensibilidades. Desde el primer largometraje de Miguel Morillo Vega, ‘Cyborg Generation’, el relato de no ficción de la relación simbiótica de un joven músico con la tecnología implantada en su cuerpo, a ‘The Human Hibernation’, ópera prima de Anna Cornudella Castro, ganadora del premio Fipresci de la sección Forum de la Berlinale, y distribuida por Begin Again. Cornudella trasciende la reflexión sobre el ser humano a todas las criaturas y la naturaleza, en general, con un punto de partida que bebe del cine soviético de ciencia ficción. Un ejercicio tan inquietante como el que el provocador Alberto Gracia propone en ‘La parra’, una de las películas españolas que más han llamado la atención este año, por su surrealismo cercano a Valle Inclán y David Lynch, su multiplicidad de tonos narrativos y visuales. Producida por Filmika Galaika y Tasio, la distribución recae en Begin Films.