Cuando el despiadado y cruel espíritu se apodera de la hija más joven, la reducida familia deberá enfrentarse a terrores inimaginables para salvarla y devolver al maligno intruso al lugar al que pertenece. ‘Ouija: el origen del mal’ se estrena en cines el 28 de octubre y es la precuela de ‘Ouija’, estrenada en 2014.
La historia del tablero Ouija es tan misteriosa como el juego en sí…
A mediados del siglo XIX aparecieron varios métodos para comunicarse con los difuntos. Aprovechando la fascinación del momento, el empresario Charles Kennard y el abogado Elijah Bond se asociaron para fundar la Kennard Novelty Company y fabricar los primeros «tableros parlantes».
Según la leyenda, los fundadores de la empresa preguntaron al tablero cómo debían llamarlo y este deletreó O-U-I-J-A, y cuando preguntaron qué significaba, contestó B-U-E-N-A-S-U-E-R-T-E.
Kennard y Bond se retiraron a principios del nuevo siglo y William Fuld, uno de los primeros empleados y accionista de la compañía, se hizo con ella y siguió produciendo tableros Ouija. La popularidad del juego creció hasta el punto de que el famoso ilustrador Norman Rockwell dibujó a una pareja con un tablero Ouija en las rodillas para la portada del Saturday Evening Post.
Después de la muerte de Fuld en 1927, sus hijos continuaron con el negocio hasta 1966, año en que fue vendido a los Parker Brothers, que fueron los primeros en fabricar el tablero tal como lo conocemos actualmente. En 1991, Hasbro compró Parker Brothers y aún ofrece el juego a nuevas generaciones de curiosos dispuestos a vivir el misterio del tablero parlante.
La creación del universo: empieza la producción
Cuando surgió la idea de hacer ‘Ouija: el origen del mal’, Jason Blum, de Blumhouse Productions, así como Michael Bay, Brad Fuller y Andrew Form, de Platinum Dunes, se alegraron de volver a tener la oportunidad de trabajar con Hasbro Studios y de dar una nueva dimensión al misterioso tablero. Confiaron esta nueva entrega para explorar el origen del mal a un cineasta conocido por su trabajo innovador y escalofriante.
Los productores hablaron con el visionario realizador Mike Flanagan, que había dirigido la taquillera ‘Oculus: El espejo del mal’, en 2014, y el nuevo thriller ‘Hush’, ambas de Blumhouse. Querían saber si le interesaría crear una historia que ofrecía mucho más que el simple tablero y si estaría dispuesto a prestar su sello único a la serie.
La respuesta de Mike Flanagan fue inmediata; le fascinó la idea de explorar la cultura de la superstición de finales de los sesenta, además de los secretos que encierra una casa vieja… que acaban revelándose a través del tablero. El maestro del terror y su talentoso colaborador Jeff Howard imaginaron a las hermanas Doris y Lina Zander, y su terror al descubrir qué es el hogar familiar que comparten con Alice, su madre.
Jason Blum dice que cuando Alice empieza a usar la Ouija en sus sesiones de espiritismo, cree que es bueno para el negocio: «Al principio, Alice no nota nada malvado, al contrario, todo va muy bien. Es más, cree que ayuda a los que le consultan para contactar con los seres que se han ido de este mundo. A través de su hija Doris pueden hablar con personas que están en el Más Allá. No solo va bien el negocio, también ayuda a la gente».
«Hablamos mucho sobre cómo hacer una secuela a partir de la primera película siguiendo en la misma dirección», explica Andrew Form, «pero tal vez optábamos por el camino fácil. Cuando nos fijamos un poco más en el material original, comprendimos que la historia estaba ahí mismo. ¿Quién era realmente ‘DZ’, que persigue a los personajes en la primera película? ¿Qué le ocurrió en el pasado para convertirle en un retorcido y malvado espíritu dispuesto a vengarse de cualquiera que viva en su antiguo hogar?»
Brad Fuller, el socio productor de Michael Bay y Andrew Form en Platinum Dunes, cree que los temas dramáticos de la película atraen a un amplio abanico de espectadores. Añade que todos consideraron que no solo debía ser una historia de fantasmas, sino la de una familia que intenta reponerse de una terrible pérdida. «Si quitamos los elementos sobrenaturales, nos encontramos con una familia que primero se enfrenta a una tragedia y, al poco tiempo, debe superar algo realmente aterrador», dice. «El público que no se siente necesariamente atraído por el género de terror puede conectar con los personajes de esta historia».
Durante la escritura del guion, Jeff Howard y Mike Flanagan mantuvieron algunos elementos de la película anterior dentro de una historia totalmente nueva. «Guardamos las semillas de la historia que más habían gustado al público y les dimos espacio para que germinaran», explica el realizador. «La dificultad residía en cómo contar una historia totalmente nueva manteniendo cierta continuidad entre las dos entregas».
Para conseguirlo, los guionistas exploraron el nacimiento del ser malvado de la primera película. «Me encantaría ver una película acerca de Samara antes de que se convierta en la horrible criatura saliendo a rastras del pozo en ‘El anillo'», dice Mike Flanagan. «El recorrido entre una cosa y la otra me parece fascinante, pero se explora pocas veces en el género de terror».
Andrew Form añade que una película centrada en el tablero Ouija era el vehículo perfecto para hacerlo: «Se nos ocurrió realizar una película en torno al intenso deseo que sienten algunos por contactar con el otro lado, y los tableros Ouija sirven exactamente para eso. Incluso los que no creen en los espíritus, juegan. La Ouija es capaz de convertir al más incrédulo en un seguidor mientras está jugando».
Jason Blum no hace más que dar voz a la opinión del equipo de productores al decir que Mike Flanagan era el director perfecto para encabezar un proyecto que encajaba con el modelo de micropresupuesto de Blumhouse: «Mike es muy especial. Sus ideas y su visión son muy particulares, y las defiende abiertamente, pero también acepta sugerencias. Es una de las personas con las que he trabajado que mejor sabe resolver situaciones complicadas. Cuando se trata de personajes extremos en historias extremas, hace falta fiarse de la persona que está a cargo del rodaje, porque la línea que separa el miedo de la risa es muy delgada. Pero con Mike, sé que estoy a salvo. La historia dará miedo y funcionará a niveles muy diferentes».
Los dos guionistas querían que la historia girara en torno a personajes entrañables y pensaron en una madre viuda con dos hijas. «Durante los primeros 45 minutos, ‘El exorcista’ es un drama, no hay nada sobrenatural. La película presenta a los personajes, permite al espectador conectar, entender su realidad para que, cuando empieza el horror, le agarre por la garganta», explica Mike Flanagan. «Me gustó la idea de crear una historia acerca de una familia que vive de contactar con los muertos. Me pareció una dinámica fascinante».
Decididos a no adherirse a los cánones habituales del género de terror, se alejaron de los ritmos más predecibles. «Si hay tres segundos de silencio después de un diálogo, el espectador espera el susto», explica el director y guionista. «Por eso era importante buscar algo inesperado. En esta película, los sustos son más espontáneos, inesperados, un poco como la música de jazz».
Uno de los elementos imprescindibles de la película era un sacerdote, tal como explica el productor Brad Fuller: «Roger Ebert escribió que tratándose de posesiones demoníacas hace falta un sacerdote católico, ninguna otra fe parece funcionar tan bien».
De nuevo, Mike Flanagan y Jeff Howard fueron un poco más lejos escogiendo a un sacerdote joven y guapo, a quien Alice encuentra muy atractivo. «Una de mis escenas preferidas es la de Alice y el padre Tom cenando en un restaurante, mientras Lina y su novio Mikey (Parker Mack) están en su dormitorio. Vamos desde el primer beso de la adolescente a los dos adultos. No cabe duda de que hay una chispa, pero la vida les ha llevado por caminos diferentes», dice Jason Blum. «Tomamos en cuenta las realidades de la vida al yuxtaponer la posibilidad de un amor adolescente con una relación adulta».
De hecho, el personaje del padre Tom está basado en un sacerdote al que Mike Flanagan conoció durante sus doce años de monaguillo: «El padre Stack tenía una empatía con los demás que únicamente me parece posible si vivió una vida muy intensa antes de entrar en el sacerdocio. Más tarde supe que había estado prometido con una mujer, y siempre me pregunté qué le había hecho cambiar su trayectoria de forma tan drástica».
En la película descubrimos que la esposa del padre Tom murió hace tiempo y que esa trágica pérdida le llevó a hacerse sacerdote. El padre no se fía del «don» de Doris, y le pide que contacte con su esposa a través de la Ouija. Es así como descubre que los espíritus están jugando con la familia Zander.
Para convencer a Alice del engaño, cita la Primera Epístola de San Juan, IV, 1: «No os fiéis de cualquier espíritu, sino examinad si los espíritus vienen de Dios, pues muchos falsos profetas han salido al mundo».
Pero cuando Alice ve la oscuridad que se ha apoderado de Doris, quizá sea demasiado tarde para cualquiera que entre en la casa…