Pedro Almodóvar habla de nuevo sobre el rodaje de ‘Silencio’, que ha sobrepasado ya su ecuador. Además, el director manchego cuenta también sus inquietudes como productor de otros autores, en esta ocasión de su admirada Lucrecia Martel (‘Zama’) y la posible coproducción con Francia de la nueva película de Asghar Farhadi.
Escribo a vuelapluma mientras hago las maletas para viajar a los Pirineos, donde continúa el rodaje de ‘Silencio’. Ya está en la calle el primer poster teaser con Emma Suárez y Adriana Ugarte en bergmaniana actitud. Hace dos semanas cruzamos el ecuador del rodaje.
Todo va bien a pesar del calor inhumano que estamos padeciendo. Ya se ha producido el relevo de Adriana Ugarte por Emma Suárez, y ha sido en un bloque de escenas claves del que depende toda la película. Las escenas son un mano a mano entre Emma Suárez y la turbadora Nathalie Poza en una casa aislada con un balcón natural frente a la Peña Montañesa, en Fanlo. Valga el tópico, marco incomparable donde los haya. Hemos pasado mucho calor, mucho vértigo, mucho miedo y mucho placer cuando terminamos la última toma de este encuentro en la cumbre.
El mismo día que empezamos a rodar ‘Silencio’ lo hacía también nuestra amiga y admirada Lucrecia Martel. Es la primera vez que aborda una película de época. El guión adapta ‘Zama’, novela de culto de cuyo autor, Antonio di Benedetto, el propio Borges comentó: “Ha escrito páginas esenciales que me han emocionado y que siguen emocionándome.
‘Zama’ narra la miserable aventura de un funcionario de la corona española en Paraguay mientras espera un nuevo destino que nunca llega porque el Imperio Español está en las últimas. Es una metáfora del vacío que arrastra la caída de los grandes imperios. La orfandad de Zama me recuerda la de aquel astronauta soviético, perdido en la estación espacial MIR cuando la URSS dejó de existir. Se quedó literalmente colgado en el inmenso espacio exterior. Ningún estado le reclamaba.
A ‘Zama’ se le ha comparado con otro gran monumento a la espera, Esperando a Godot, de Samuel Beckett. Bien mirado, ‘Silencio’ es también un drama sobre alguien que espera.
Una vez más coproducimos a Lucrecia Martel, yo estoy ilusionadísimo y espero mucho como cinéfilo de este guión lleno de barro, sudor, bichos, crueldad, pájaros selváticos e indígenas.
No sé si es pronto para hablar de ello. El otro día vino Asghar Farhadi a visitarnos al set. En el año 2011 compartimos nominación (y mesa en muchos casos, a los dos nos distribuía Sony Pictures Classics) en multitud de premios internacionales, él con ‘Una separación’ y yo con ‘La piel que habito’. ‘Una separación’ se llevó los más importantes, Golden Globe incluido, fue entonces, en L.A., donde sellamos nuestra amistad frente a mi hermano Agustín.
Farhadi ha terminado la escritura de su próximo proyecto y la historia transcurre en España. Vino a nuestro rodaje para hablarnos de ello. En la actualidad El Deseo está en trámites con la prestigiosa productora francesa Memento para coproducir la película el año próximo. Ojalá que el proyecto salga adelante. Soy gran admirador del cine de Farhadi, uno de los pocos autores contemporáneos que todavía tiene algo que decir sobre el tema de las relaciones familiares.
Mientras escribía esta breve nota han pasado cinco días. De vuelta a casa, no estoy seguro de que Pirineos no haya sido un delirio provocado por este calor insoportable. El pelo me arde.
Pedro Almodóvar,
10 de julio de 2015.