Con Memoria y Utopía, la 69ª edición de Seminci de Valladolid revela, en un acto de rebeldía, títulos ocultos por la historia. No siempre debido a la censura política; también debido a razones económicas, discriminación de género, o bien por su propia naturaleza desencajada, fuera del canon imperante en su época.
Dentro de esta sección se proyectarán por primera vez en España las copias restauradas o digitalizadas recientemente de ocho largometrajes realizados en México, Estados Unidos, Portugal, Checoslovaquia, Suecia, Hong Kong e Irán entre 1949 y 2002.
Seminci estrena también la revisión del cine quinqui que realizó Carlos Saura en ‘Deprisa, deprisa’ (1981), largometraje que ganó el Oso de Oro en el Festival de Berlín. Completa la selección de títulos englobados bajo la sección Memoria y Utopía ‘Constelación Portabella’, de Claudio Zulian. Un trabajo de no ficción reciente sobre la figura de un cineasta único en la cinematografía española, Pere Portabella, productor de ‘Viridiana’, director rompedor y político.
Entre las películas que podrían formar parte de una historia del cine alternativa que no encajaron en las imágenes dominantes, marcadas por una situación política o por la homogeneizante industria cinematográfica, en la 69ª edición de Seminci podrán verse dos propuestas, separadas temporal y geográficamente, pero unidas por una reflexión sobre la feminidad que no encajó en su tiempo, a finales de los años 40, por presentar actitudes identificadas con los hombres, como llevar la iniciativa sexual: ‘La negra Angustias’, de Matilde Landeta, directora pionera en la cinematografía mexicana, y ‘Woman Without a Face’, de Gustaf Molander, con guion de Ingmar Bergman.
Tampoco encontraron ensamblaje en la ortodoxia del cine independiente de los 90 las propuestas de cineastas afroamericanos estadounidenses ‘Naked Acts’, de Bridgett M. Davis, y ‘The Annihilation of Fish’, de Charles Burnett. El primero fue maltratado por mezclar lo racial y lo sexual; y el segundo, fue olvidado por las distribuidoras tras una demoledora crítica en la revista Variety. Al igual que ellas se desentendieron en forma y tema, ‘Low-Flying Aircraft’, de Solveig Nordlund, no cumplió las reglas no escritas del género, fantástico en este caso, al adaptar al autor J.G. Ballard.
Otros títulos seleccionados en Memoria y Utopía demuestran una disonancia dentro de las cinematografías nacionales de las que proceden: ‘Un domingo desperdiciado’, debut de la realizadora Drahomira Vihanová, prohibido en su momento en Checoslovaquia por reflejar la situación del país tras la Primavera de Praga; ‘The Sealed Soil’, ópera prima de la iraní Marva Nabili, el primer largometraje completo dirigido por una mujer iraní que se conserva, y ‘Nomad’, de Patrick Tam, un clásico de la nueva ola de Hong Kong, censurado parcialmente por la franqueza de su lenguaje sexual.
En definitiva, películas todas ellas que desaparecieron de la memoria, así como las carreras truncadas de sus directores, pero que reaparecen ahora gracias a su restauración para, no solo poder disfrutarlas, sino también encajar por fin en el lugar de la historia del cine que les robaron la censura y el olvido.