‘Querer’, la primera serie de televisión que dirige Alauda Ruiz de Azúa (‘Cinco lobitos’), llega hoy en exclusiva a Movistar Plus+, tras su paso por la Sección Oficial del Festival de San Sebastián. Eduard Solà, Júlia de Paz y la propia directora firman el guion de esta serie sobre el no consentimiento sexual en el matrimonio, producida en colaboración con Kowalski Films y Feelgood Media.
La idea germinal de la producción surge cuando se aprobó la ley del sí es sí, del consentimiento, legislación que generó bastante polémica. Desde la producción se planteó el hecho de que la aplicación de ésta pudiera generar ciertos comportamientos dentro de lo cotidiano, de lo rutinario, incluso dentro de lo normal que pudieran ser constitutivos de delito.
El productor vasco Koldo Zuazua afirma que este pequeño cambio, “que es bastante sustancial para nuestra evolución social, nos hizo investigar sobre estos posibles casos que pudieran estar en los lindes de lo legal y que hasta ahora habían sido normales, y nos encontramos con este caso de la posibilidad de la violación continua en el matrimonio al considerar que una mujer todo el sexo que tenía en su vida conyugal era no consentido, eso desató esa premisa que es casi como un ensayo y Alauda hizo el resto que, desde mi punto de vista, es algo magnífico.»
También rompe una lanza en favor de Movistar Plus+ sobre el valor cinematográfico de la serie y resalta que, más allá de los puntos de vista narrativos y el lenguaje visual, hay una cuestión fundamental que son los tiempos de producción y en televisión normalmente ‘aprietan muchísimo’ por tema de costes, por cuestiones de audiencias, “pero en esta serie hemos tenido una libertad que yo creo que se refleja sustancialmente en el resultado, que aunque aparentemente sea una serie de personajes, sencilla, con interiores, el hecho de haber tenido tiempo suficiente para que se pudiese trabajar el rodaje, la puesta en escena, que los actores hayan tenido tiempo en la preparación de sus personajes y sus matices, eso Movistar Plus+ lo entendió perfectamente a pesar del tiempo que se llevó.»
El también productor Juan Moreno explica que, a partir del concepto que se le propuso a Alauda, ella empezó a marcar las líneas por las que quería trabajar “y una de las cosas que claramente han hecho volar la serie ha sido la lucidez en los puntos de vista y la rigurosidad”, pues ha añadido que no hay flashbacks y el espectador está siempre debatiéndose sobre a quién cree, se pone en el lugar de los personajes, y todo está bien orientado desde la escritura. “Cuando iniciamos un proyecto generalmente pensamos en grande y las cosas se reducen, pero aquí ha sido lo contrario, las cosas han ido creciendo”, ha subrayado.
Susana Herreras (Movistar Plus+, productora de ‘Rapa’, ‘La Mesías’, ‘El otro lado’, ‘Hierro’, ‘Todos mienten’) señala que hubo una primera conversación con Koldo Zuazua y con Juan Moreno, quienes ya llevaban tiempo leyendo e investigando sobre el tema. “Coincidíamos en la manera de aproximarnos a esa temática y en seguida, en cuanto arrancamos la investigación y el ver con quién podíamos hacerla, surgió muy al principio el nombre de Alauda, a quien seguíamos desde los primeros cortos que hizo y llevamos tiempo intentando encontrar un proyecto con ella y fue fabuloso.»
Agrega que gran parte del trabajo en Movistar Plus+ es encontrar las mejores historias, los mejores personajes, pero sobre todo los puntos de vista, el punto de vista de creadores del mejor talento; “ya habíamos trabajado con Koldo y con Juan y la verdad es que como se ha comentado, hay veces que los proyectos se complican y en este caso ha sido extremadamente fluido y fácil en un proyecto que podía haber sido muy complicado, dieron con la manera de enfocarlo desde los inicios y todo ha sido muy fácil, así que no podemos estar más orgullosos de la serie.»
Por su parte, Alauda Ruiz de Azúa señala que siempre hubo una voluntad de contar esta historia desde lo cinematográfico y usando este lenguaje. «Hay un momento ya desde la escritura, que empiezas a ver como directora que vas a tener que plasmar muchas cosas invisibles, pero que son tangibles, que sí que nos tocan, que sí que duelen, que sí tensan, que sí incomodan, y el lenguaje del cine es un vehículo estupendo para hacer eso, para sentir la tensión que puede haber entre dos actores, para tomar distancia y ver cómo funcionan determinadas relaciones de poder en una familia”, pero ha añadido que el formato de serie «nos permitía hacer unas elipsis muy radicales y muy bruscas que a mí me parecían muy interesantes desde el principio, poner al espectador en un viaje que va a durar muchos años en la ficción, pero en un sitio en el que tuviera él que rellenar los huecos.»
Apunta que la historia surge porque le contactaron Juan Moreno y Koldo Zuazua, los productores, con el interés de hacer una serie sobre el consentimiento, pero en el matrimonio. “Parecía un terreno por explorar, ellos tenían la premisa de la denuncia de una mujer a su marido por violación en el matrimonio y cuando me lo contaron, la cabeza se me disparó en muchísimas direcciones, surgieron muchas preguntas, preguntas que me daban incluso un poco de vértigo, pero me apetecía intentar entender cuáles eran las respuestas, empecé a pensar cómo ocurre eso en una pareja si se empieza con un noviazgo tradicional y donde la gente está enamorada y tiene relaciones consentidas, por cuántos grises pasa esa relación hasta que se llega a un escenario de violencia sexual”.
Para realizar el proyecto, la cineasta, junto con Eduard Solà y Júlia de Paz, realizó un trabajo de meses de investigación, hablando con jueces, juezas, abogados, abogadas, psicólogos, con víctimas, con asociaciones de víctimas, “pero fue muy interesante en lo emocional porque aprendimos en la propia piel como derribar muchos prejuicios o entender esto de por qué no se denuncia antes, pudimos entender muy bien cómo son ese tipo de procesos, esas historias, y en ese sentido fue muy útil, y luego también de cara a plantear el juicio, yo tenía un interés casi como antropológico de hacer un juicio muy riguroso, en el sentido de poder ofrecerle al espectador cómo se juzga un caso como este hoy en día, qué ocurre en esa sala y cómo juzgamos nosotros las cosas, la investigación continuamente alimentaba el proceso de escritura”.
La serie, de cuatro episodios, está protagonizada por Nagore Aranburu (‘Irati’), Pedro Casablanc (‘B, la película’), Miguel Bernardeau (‘1899’), Iván Pellicer (‘Paraíso’) y Loreto Mauleón (‘Los renglones torcidos de Dios’).
Nagore Aranburu relata que al principio, cuando le llegó el personaje de Miren, “es cierto que me llegó esa responsabilidad de intentar retratar algo que pudiera llegar a bastante gente, pero luego cuando íbamos trabajando, traté de quitarme eso de la cabeza y trabajar un caso muy concreto, muy individual, y me empecé a relajar, es una historia, es una mujer, intenté ponerme en su piel, empatizar con ella y trabajando con Alauda, nos enfocamos en sus rutinas, sus antecedentes, qué vida había llevado hasta ese momento; el trabajo ha sido intenso pero muy gozoso, a Alauda le gusta trabajar improvisando, era muy importante crear el otro personaje que era la familia en sí, me ayudaron los demás personajes a crear a Miren y el hecho de improvisar crea lazos y relaciones que luego se transmiten.»
Sinopsis
Tras 30 años de matrimonio y dos hijos en común, Miren abandona el domicilio conyugal y denuncia a su marido por violación continuada. Esta grave acusación obliga a los hijos a elegir entre creer a su madre o apoyar a un padre que defiende su inocencia. Un viaje familiar que avanza en paralelo al judicial con un mismo objetivo: conocer la verdad.