Un pastizal. Más de 630 millones de dólares en todo el mundo y por encima de los 250 millones de dólares solo en EEUU que se han hecho los ‘Avengers’ con sus ‘Infinity Wars’. El mayor estreno en la historia de los estrenos y eso sin incluir a los chinos, que todavía no han visto la peli. Y por supuesto, ahí estuvo Raimundo con su fiel compañero Ovedito para ayudarles a contar el dinero.
Un pastizal para un “cast of thousands” como decían en antaño en los grandes estrenos. O “la mayor concentración de estrellas sin estar en competición”, como prefirió describirlo Robert Downey Jr., el hombre que llevó la voz cantante en este sarao. Porque los estudios Marvel se gastaron la pasta gansa el día de San Jordi para el estreno de ‘Avengers: Infinity Wars’ con todo lujo de todo. Por ejemplo, miles de personas haciendo cola para recoger sus entradas y pasar por seguridad. Nunca una cola de estas fue tan larga en Hollywood. Pero la recompensa fue total cuando se encontraron en una alfombra malva llena de mementos de los ‘Avengers’, entre ellos los muchos trajes utilizados en la película (o eso te quieren hacer creer en un espectáculo digital de esta magnitud) o las naves, o el coche de Tony Stark o el guantelete de Thanos, el que la lía todo en esta película.
Y deberían de haber dado kleenex con el final de esta primera parte pero prefirieron invitarnos a una fiesta donde los mortales nos codeamos con los superhéroes con un menú de albondiguillas de carne y pollo y otras vegetarianas que dejaban paso a un postre con la forma del guante de Thanos y las joyas que tanto le cuesta conseguir en la peli.
Un fiestón por el que pasó hasta Stan Lee, a pesar de que el veterano rostro de Marvel está rodeado de historias que hablan de los abusos, hurtos y hasta secuestros a los que supuestamente se ve sometido el nonagenario por parte de los suyos.
A quién no vimos es a Elsa Pataky, que últimamente no hace más que dejarnos al buenazo de Chris Hemsworth solo en estos saraos. Ni a Brad Falchuk aunque sentimos la presencia del novio de Gwyneth Paltrow en el anillón de prometida que llevó la estrella a la premiere. Un fiestón como Dios manda en lo alto de complejo Hollywood & Highland tras haber disfrutado de la peli como enanos en cualquiera de las tres salas utilizadas para dar cabida a todos los que asistimos (que conste que nosotros estuvimos en la buena, en la Dolby, donde formaron fila todas las estrellas).