Parece mentira pero llevamos ya seis años conviviendo con la familia del ‘Hotel Transilvania’. Al principio parecía que iba a ser un vehículo para lucimiento personal del denostado (no nos extraña) Adam Sandler, pero al final, tras tres largometrajes, se ha convertido en una serie de films de animación de lo más divertidos. Así que Ovedito, que no se pierde una, se fue a la premiere del tercer capítulo de la saga, ‘Hotel Transilvania 3: Unas vacaciones monstruosas’, de lo más contento.
La premiere fue un fiestón por todo lo alto en el que los juguetitos basados en el film volaban por los aires. Literalmente. Todos los invitados salieron con colecciones completas de los personajes de la peli y multitud de oportunidades de fotografiarse con sus personajes favoritos.
Eso sí, gastronómicamente hablando, la cosa no dio para mucho, con esta manía de que si la película es para niños, los canapés del estreno se limitan a perritos calientes guarrindongos, conglomerado de macarrones y queso y pizza fría, como si el público infantil solo pudiera disfrutar con comida basura en lugar de caviar de beluga del bueno… por poner un ejemplo.
Incluso David Spade o Selena Gómez aparecieron por la alfombra roja para hacerse su fotillo con Drácula, Mavis, Frank o Vlad.
Ovedito aplaudió el trabajo del director Genndy Tartakovsky, que ha logrado que los personajes se muevan como si estuviesen en una película de Popeye de Marx Fleischer. Quizá el papá de ‘El laboratorio de Dexter’ se quiera quitar así la espinita de la cancelación del proyecto sobre Popeye en el que se tiró tantos años currando.
Y es que a Ovedito le gustan los cartoons cartoons al viejo estilo, y las pelis de animación por computadora a veces se le hacen un poco tiesas… como si estuvieran protagonizadas por muñecos en lugar de personajes animados elásticos. Por eso, aquí disfrutó como un enano aunque de comer le dieran piza casposa. Cosas de nuestro oso, que además de mitómano es todo un gourmet en los canapés y en la animación.
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