Vaya por delante. Estés haciendo lo que estés haciendo, déjalo ahora mismo si no es lo que quieres hacer, si no sientes pasión por lo que haces. Porque ese es el único secreto detrás de John Williams: que siempre ha hecho lo que más ama. Y 90 años de música más tarde (vale, exageramos, pero así es Raimundo Hollywood) aquí estamos escuchando una vez más sus composiciones bajo el cielo estrellado de Los Ángeles y con el maestro de la música a la dirección. Con noventa tacos que se dice pronto. A ver cuántos lo logramos.
De momento aquí Raimundo y su fiel compañero Ovedito piensan seguir sus pasos hasta el fin del mundo celebrando tan sonada onomástica desenfundando nuestro sable de luz en honor al compositor de la música de ‘Star Wars’, ‘Parque Jurásico’, ‘Harry Potter’, ‘E.T’., ‘Indiana Jones’, ‘Encuentros en la tercera fase’, ‘A.I.’, ‘La lista de Schindler’, ‘Memorias de una geisha’ y suma y sigue (pon aquí tu música preferida que la habrá hecho).
No estuvimos solos en esta cita anual que durante tres días nos devolvió a Williams como si fuera la primera vez que ofrecía este regalo de los dioses o como si fuera la última. Y todos, los casi 18.000 espectadores que ahí caben, con nuestro sable de luz siguiendo los compases de su música. Una pasada.
El español David Rejano, trombón principal de la orquesta filarmónica de Los Angeles, regresó de sus vacaciones para no perderse este encuentro y tocar a pleno pulmón a las órdenes de Williams. “No sé si se nos ve, pero en cuanto tienes un momento de pausa nos ponemos a sacar fotos con el móvil. Hay recuerdos que necesitas guardar”, nos dijo el que ya lleva seis años tocando la ‘Marcha Imperial’ junto a Williams.
Lo primero que recuerda haber escuchado nunca de Williams fue ‘Superman’ aunque las palabras que recordará para siempre son las de su despedida, cuando cada año les dice a los músicos eso de “espero que os pueda volver a ver”.
Es lo que esperamos todos por mucho que Williams empieza a apuntar que a lo mejor se retira después de ‘Indiana Jones 5’. A lo mejor por eso nos obsequió con el tema de Phoebe Waller-Bridge (que ya puedes encontrar en grabaciones piratas por todos lados en YouTube). Como a Raimundo no se le escapa una, también estuvo en el concierto el editor musical español de Marvel Anele Onkyewere porque no se pierde este concierto por nada del mundo.
Ni por su propia candidatura al Emmy (menos lobos que pudo ir el sábado al concierto y el domingo a los Emmy). También estuvo la compositora Amie Doherty, encargada de la música de ‘She-Hulk, Attorney at Law’. “Claro que John Williams es mi ídolo. Y para la mayoría de los compositores. Músicas como la de ‘E.T.’ y por supuesto ‘Parque Jurásico’ que nunca he dejado de admirar. No solo la música sino cómo hace sentir al público”, nos comentó.
Pues te hace sentir como niño con sable nuevo, o así lo quieren los que hacen su agosto en septiembre vendiendo sables de luces al que no ha ido preparado. Hasta Williams recibió uno de manos de su amigo y casi casi hijo, el también compositor David Newman, que en los últimos años dirige la mitad del concierto para hacérselo más llevadero al maestro nonagenario.
Como dijo Spielberg en uno de los muchos homenajes que ha recibido su compositor en los últimos meses: “Sin Williams no vuelan las bicicletas, ni las escobas en los juegos de Quidditch, ni los hombres con capa roja. La Fuerza no existiría ni los dinosaurios pasearían por la Tierra. John nos hace creer en cada película que hemos hecho”. Amén.