Parece que fue ayer cuando, en 1994, los estudios Disney inauguraron el emblemático edificio que serviría de hogar a los cientos de artistas que llevaron las películas de animación del estudio a una segunda era de oro con taquillazos como ‘La Bella y la Bestia’, ‘El Rey León’, ‘Pocahontas’ o ‘Aladdin’. Pero con la llegada hace diez años de John Lasseter y su equipo y la transformación de las técnicas de animación, del clásico dibujo animado hecho a golpes de papel y lápiz al hiperrealismo del mundo de la animación generada por ordenador, es cierto que el viejo estudio se había quedado antiguo y era necesario darle una manita de pintura.
Así que allí estuvo Ovedito para recordar viejos tiempos y ya de paso verse en primicia el último filme de los estudios Disney, ‘Moana’, cinta que en español tendrá el título de ‘Vaiana’, no sea que nos confundamos con alguna marca de champú. Lasseter, Catmull y una amplia representación del pasado presente y futuro de los estudios estuvieron en la fiesta, que como coincidía con un evento de la liga de béisbol americano único en la historia del deporte, tuvo que competir con las pantallas gigantes de vídeo que retransmitían el partido, distribuidas estratégicamente por el nuevo estudio. Lo cortés no quita lo valiente.
Y Ovedito, más interesado en los cotilleos, que otra cosa, se paseó por el estudio visitando la oficina de Lasseter llena de juguetitos y en la que dudamos que el jefazo mayor de Pixar y Disney «oficinee» algo. Además nuestro oso cinéfilo se quedó prendado con los carteles que señalaban los baños, herencia de los estudios Pixar y todo un homenaje a los últimos éxitos de la casa.
Y ya puestos, también asistió a la fiesta de presentación de ‘Moana’, digo ‘Vaiana’, (‘Oceanía’ en otros países del mundo) con sus bailes del sur del Pacífico y sus cócteles exóticos para darle la bienvenida a la nueva princesa Disney.