¿Cuál es la segunda mejor forma de disfrutar de los Oscars en vivo al margen de estar en la sala Dolby de Hollywood?
Ovedito, nuestro oso mitómano, se las sabe todas y este año se fue a la fiesta de visionado de la ceremonia que organizaban los productores de la película coreana ‘Parasite’, con la buena fortuna de participar en el órdago a la grande que se echó el film de Bong Joon-Ho, llevándose cuatro de las estatuillas más codiciadas: Mejor guion original, mejor dirección, mejor película internacional y como guinda del pastel, mejor film del año.
La fiesta, celebrada en el prestigioso club privado Soho House en West Hollywood, fue un tirar la casa por la ventana y no parar. ¡Hasta calamares fritos que se sirvieron! El estándar de calidad suprema, según nuestro oso. Eso además de platos coreanos, champán para emborrachar una de esas vacas que mencionó Joaquín Phoenix en su discurso de aceptación de su Oscar por ‘Joker’ y por supuesto, un karoke en el que Bong Joon-Ho no dudamos cumplió su promesa de beber toda la noche y despedir la velada a voz en grito. También hubo fotos posadas en el espíritu de la película (en la que no fotografiaban osos), melocotones de peluche y flechas de juguete que recordaban el filme. Y no faltó el alcohol.
Se quedaron nuestras tres nominaciones españolas en el suelo, cosa que, de alguna forma, podría ser de esperar ante la excelencia de los otros candidatos, pero que en el caso del largometraje de animación ‘Klaus’, de Sergio Pablos, fue un auténtico robo. Que Ovedito no perdona la falta de originalidad del producto Hollywood cuando se mete en terceras y cuartas partes. Pero a pesar de estar de parásito en tierra de ‘Parasite’, nuestro oso lució orgulloso toda la noche su pin de Pedro Almodóvar en apoyo de ‘Dolor y gloria’.
La fiesta se prolongó hasta altas horas de la noche, que diría un cronista de la prensa del corazón, pero esa ocasión era realmente especial: La primera vez que una película de habla no inglesa ganaba un Oscar al mejor film del año, ante el terror de los que odian leer subtítulos. Eso sí, no dudemos que Hollywood también será capaz de aguar este momento de gloria del cine internacional preparando en cuanto nos descuidemos la versión anglo de esta joya coreana.
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