Con la barbacoa ya preparada para el 4 de julio, las hamburguesas vegetarianas de Leonardo DiCaprio y su Beyond Meat en la nevera y dispuestos a ver en Malibú los fuegos artificiales que se pagan Danny DeVito y Mel Gibson todavía nos ha dado tiempo de irnos a otra premiere. Esta vez la de la nueva entrega del hombre araña, ‘Spider-Man: Far From Home’. De “far from home” nada que fue en Hollywood, en el Teatro Chino, cortando el bulevar de las estrellas una vez más, en esta ocasión con un Spider-Man flotando encima de la avenida y con todo tipo de redes y redecillas, todo muy azul y rojo para ser uno con el hombre araña.
Pero como siempre hubo clases y esta vez nos tocó ir en segunda preferente porque en lugar de ponernos en el cine con las estrellas nos pusieron en el cine de niños o de los invitados de semilujo. Nos perdimos la alfombra roja pero los vimos a todos porque allí estuvieron. Samuel L Jackson, Jake Gyllenhaal, Tom Holland, Zendaya, Cobie Smulders… eso sí, la mayoría salió a la carrera de la after party. Pero al menos coincidimos con nuestro español en Marvel, Anele Onyekwere, encargado del montaje musical, y con la argentina Victoria Alonso, entre los gerifaltes de los estudios.
La comida fue un caos porque lo que se comía en un extremo no se comía en el otro, y el espacio estaba demasiado lleno como para ir fácilmente de un lado a otro. Pero de beber nos dieron supercóckteles que “arañaban” y esas moñonas botellitas de Evian con la pinta de Spider-Man. ¿Que por qué hay que verse otro Spider-Man? Porque el chaval es gracioso, ves una de “Avengers-lite”, sin ponerse tan serios como en un Avengers de verdad, y Zendaya también está encantadora. Hay peores razones para ir al cine.
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