Un 17 de julio hace sesenta años Walt Disney inauguraba en Anaheim, California, un nuevo mundo de fantasía creando lo que sería el parque temático más famoso del mundo: Disneylandia.
Ovedito no ha querido perderse los preparativos para la celebración de un aniversario que se extenderá durante todo el verano gracias a al cambio tecnológico del parque. Por ejemplo, las pantallas digitales de alta definición que han revolucionado las noches del parque con la presentación de una cabalgata llena de luz y color heredera de la mítica Electrical Night Parade que inicialmente asombraba a base de bombillas ahora lo hace utilizando la tecnología laser.
Además, el Castillo de la Bella Durmiente, en el centro del parque, ha sido redecorado para celebrar así sus bodas de diamante. Una pena porque por culpa de esta expresión decimonónica el castillo ha sido adornado con miles de cristales cual baratija de Swarovski se tratase. El resultado es reluciente y hortera a partes iguales, como si a la Barbie le hubiera dado un ataque mayor de cursilería y se dedicase a la decoración de exteriores.
A pesar de todo, el icónico castillo sigue ejerciendo su encanto hipnótico a las masas de visitantes, que se pegan por una foto delante de él. Incluso hay quien se arrodilla delante de todos y del castillo para pedirle la mano a su prometida (el que vimos encima lo hizo entregándole el anillo dentro de un Minion. Alguien le podía haber dicho que no hay Minions en Disneylandia).
Los tiempos han cambiado y ante la avalancha de selfies el parque ha prohibido en algunas atracciones el uso de los puñeteros palitos alargadores para iPhones y demás para evitar los obvios accidentes que su uso causaría en atracciones de las rápidas como Space Mountain o Thunder Mountain.
Como el parque está en perpetuo estado de cambio, Ovedito también se dedicó a buscar las nuevas remodelaciones. Se montó en la Haunted Mansion para descubrir un nuevo fantasma que no aparecía en Disneyland desde el día de la inauguración de la atracción. Se subió en Alicia en el País de las Maravillas para descubrir los nuevos videos interactivos que cubren sus paredes y se lamentó que Peter Pan estuviese cerrado hasta nueva orden.
Por supuesto el merchandising del 60 aniversario inunda las tiendas y es difícil salir inmune sin llevarse alguna tontería. Una máquina de hacer dinero que es Disneylandia. Pero a pesar de todo, el asalto visual, del navegar entre las masas de turistaso del sacacuartos que es ir a este parque Ovedito tuvo un gran día celebrando su visita en el lugar más feliz de la tierra, según palabras de su creador, Walt Disney.
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