Entre tanta premiere y tanto Oscar Ovedito no se ha podido explayar para contaros sus aventuras en por Asia, haciendo el oso como si fuera Baloo en ‘El Libro de la selva’ por los templos de Angkor Wat, en Camboya. Una maravilla de la humanidad y de la Naturaleza que el hombre todavía no se ha cargado (aunque lo intenta desde hace años robando piedra a piedra) y que recomendamos a todos visitar. Porque además los camboyanos se merecen el turismo tras los añitos que han pasado en una guerra de la que quedan demasiados rastros y víctimas.
Un lugar cinematográfico por excelencia como demuestra la premiere que allí se montaron Angelina Jolie y sus vástagos para presentar a sus Majestades el Rey Norodom Sihamoni y la Reina Madre Norodom Monineath la producción original de Netflix ‘First They Killed My Father’. La nueva aventura de Jolie como directora está dedicada tanto a todos aquellos que fallecieron durante el régimen de los Jemeres Rojos como a los que sobrevivieron.
Y vimos muestras de ambas cosas, con orquestas formadas por verdaderas cortes de los milagros, víctimas de las todavía presentes minas de suelo, y los huesos recuperados de los Killing fields, campos de exterminio que dieron título a un pedazo de película llamada en España ‘Los gritos del silencio’.
Hay mucho más cine en estas tierras en las que es fácil sentirse como Lara Croft en ‘Tomb Raider’ o como ‘Indiana Jones en el templo maldito’ (o simplemente en la atracción de Disneylandia).
Al igual que hizo Angelina en su premiere nos paseamos por la Terraza de los elefantes, escalamos todos los templos, conocimos a sus monjes y a los que estaban también por allí de turistas tan forofos como para tatuarse el templo en la espalda. Y nos mezclamos con sus monos, sus elefantes y con sus osos. Pero sobre todo disfrutamos de esa maravilla que el hombre le conquistó en una ocasión a la Naturaleza, mientras en Europa construían la catedral de Notre Dame y ahora la Naturaleza está volviendo a reconquistar.
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