Ayer Guadalajara, hoy Londres. Bueno para las millas, malo para la espalda pero no paramos. Ni Raimundo Hollywood ni su fiel compañero Ovedito, el oso cinéfilo. ¿El motivo de nuestra visita? La premiere mundial de ‘Los juegos del hambre: Sinsajo Parte I’. Sin sajo y si me apuran sin comida. Está claro que lo de los británicos no es el comer pero después del pedazo de premiere que se marcó esta saga hace un año en Los Angeles con montañas de macarons (no confundir con macarrones) al alcance de la mano pues la de Londres se nos quedó muy pero que muy escasita.
Estuvieron todos. Hasta nuestra JLaw preferida, mucho más seria, mucho más en guardia después de sentirse violada (y con razón) por los que han visto sus fotos desnuda robadas de su cloud personal. Donald Sutherland, Liam Hemsworth, Josh Hutcherson o Elizabeth Banks, entre otros, también estuvieron aquí. No nos dejaron sacarles fotos porque estaban muy gorilones en la alfombra roja y nos confiscaron todos los teléfonos y cámaras a pesar de lo mucho que nos quiere la Lawrence, que siempre nos recibe brazos abiertos.
Pero lo que sí pudimos apreciar es el hambre que pasamos en la fiesta. Unos míseros pinchitos de pollo seco, otros igual de míseros de gamba que sabían a pollo y unos rollitos de primavera que eran más bien otoñales de lo tristes que estaban. Todo esto regado de un mejunje alcohólico nada apetecible y peleón de bebida. ¡El horror!
Y claro, es que ya estamos tan acostumbrados a las premieres de Hollywood que el resto no le llega ni a la altura de los talones. Pero a los locales les dio igual que los metieran en un local donde por toda decoración lo único que había eran posters de la película y un pequeño vagón donde te sacabas fotos de fotomatón con un arco de juguete y unas flechas de chupón.
Menos mal que Londres como ciudad siempre ofrece mucho más y aprovechamos para darnos una vuelta por la Torre de Londres donde se celebraba el “poppy day” cubriendo de amapolas el foso de los cocodrilos de antaño en recordatorio de los caídos en combate.
Copyright de las fotos: R&R Communications.