Incluso a los oso cinéfilos se le notan las canas cuando se ven asistiendo a la premiere de ‘Aladdin’, esa copia en imagen real que los estudios Disney han hecho del clásico animado de hace 27 años por el que Raimundo Hollywood y Ovedito se pasearon en su día también en el estreno.
Solo dos de los “genios” que hicieron la primera participaron en esta copia, el compositor Alan Menken y el animador y realizador español Raúl García. El resto de los invitados, un reparto de grandes desconocidos y Will Smith y su séquito además de toda su familia, incluida Jada Pinkett y algún que otro hijo.
Fue una premiere tan colorida como la película, que parece rodada en la tierra de las aventuras de Disneylandia. Alfombra violeta en lugar de roja y un carpetón mágico en el que una lluvia de confetis baño a todo el elenco de esta película que ha dirigido Guy Ritchie.
Lo mismo que nos pasa con Matt Damon, que últimamente nos lo encontramos hasta en la sopa, a Helen Mirren la tendremos que colocar en la lista de los Jon Voights o famosos que premiere que hay, premiere que asisten aunque no tenga nada que ver con ella. Bueno, la disculparemos porque estaba haciendo de abuela con uno de los nietos que tiene con el realizador Taylor Hackford. El que no sabemos qué hacía por allí perdido es Darren Criss pero con 32 añitos que tiene tampoco nos extrañaría que ‘Aladdin’ sea la película de su infancia.
Y lo seguro que debe de estar Disney de que necesitan toda la publicidad que puedan para ‘Aladdin’ porque hasta nos dejaron pasar iPhone a la sala, un no-no en cualquiera de estas premieres, lo que nos permitió sacar unas fotos del órgano que, saliendo desde las catacumbas del teatro El Capitán, te taladra los oídos mientras esperas que todos lleguen a sus asientos en el teatro.
Ya en la party el menú fue sencillito que es peli para niños pero al menos nos dieron lámpara mágica, más alfombra voladora y un montón de trajecitos de la película para vestir el vestíbulo del hotel Roosevelt. Y lo mejor es que uno iba a esta premiere con las expectativas tan bajas que hasta nos divertimos. Lo que hacen los años.