¡Viajeros al tren! Y eso incluye al mismísimo Raimundo Hollywood y a su fiel compañero Ovedito, el oso cinéfilo, que cual polizones se colaron en la premiere de ‘Asesinato en el Orient Express’. Teníamos entradas de lujo pero con el atascón que se formó, entramos por la trasera y gracias.
Fue una de pompa y circunstancia porque tuvo lugar en el Royal Albert Hall londinense, lo más cercano a lo que debió de ser viajar en aquellos trenes de antaño, incluida la incomodidad de las butacas. Y allí nos juntamos con los mejores, desde nuestra querida Peni a Judi Dench, Daisy Ridley o el mismísimo Johnny Deep, al que me lo han inflado en estos últimos años. ¡Qué le pasa a nuestro Johnny!
También estuvo el maquinista de este remake de la novela de Agatha Christie, el actor, productor y director Kenneth Branagh con el bigote algo más recortadito que el que lleva en la película pero el ego más subido por lo que ha conseguido. Veremos cómo le va en taquilla a este tren remolque donde una cosa queda clara, no te puedes quejar de estrellas por metro cuadrado. ¡Si los hay que dicen que hasta sentían claustrofobia tantos metidos en un mismo vagón!
Y en la fiesta que siguió a la premiere en Simpson’s, un lujazo de sitio en el Strand donde no cabíamos de los muchos que éramos. Judi Dench, Josh Gad, Willem Dafoe, Michelle Pfeiffer con un vestido que parecía hecho de papel de chocolatinas que le quedaba fatal… Suma y sigue.
Y todos con el amapolón ese con el que los británicos recaudan fondos una vez al año por los caídos en servicio y sus familiares, el Poppy Day que le llaman y que, ya puestos, pegaba con el color rojo del pedazo de alfombra que conducía al Albert Hall.
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