Raimundo Hollywood se va de cervecitas con el ‘Alien de Romulus’

Nada más fresquito que una cervecita en la alfombra roja de una premiere de Hollywood. Bueno, faltaban las patatitas y las aceitunas, vamos la tapa, pero no le vamos a pedir peras al olmo que últimamente están escasitos, pero que muy escasitos, en Hollywood. Y la premiere de ‘Alien Romulus’, para qué engañarnos, fue de las escasitas.

Ni cortaron Hollywood Boulevard, ni se descolgaron con mucho más allá de la cervecita y las palomitas de rigor. Pero no hay quejas que le dieron a cada invitado un ‘Alien’ de los de “facehuggers” (más conocidos en España como la nécora, que solo pensamos en comer) y estaban todos de lo más monos con su atrapacaras haciendo monerías. Y por supuesto Raimundo Hollywood y su fiel compañero Ovedito no iban a ser menos, felices como nécoras con su juguete y su película.

El equipo de ‘Alien Romulus’ en la premier de Los Angeles. Foto: The Walt Disney Company

Pero como dijo el propio Fede Álvarez a la hora de las presentaciones, las premieres ya no son lo que eran. El pisó el Teatro Chino de Hollywood por primera vez porque ganó un concurso que le llevó de su Uruguay natal a Los Angeles a la premiere de ‘X-Men 2′. Y no se lo podía creer la cantidad de estrellas con las que vio la peli, comió palomitas y hasta se fue al baño.

Lo dijo con ese tono de aquello eran premieres (y mira que estaba contento con la suya) y añadiendo eso de “no sé quién está hoy por aquí”. Vamos que sus chicos, los protas de la nueva entrega de ‘Alien’ para teens, no son lo que se dice una Sigourney Weaver (ni lo serán, añadimos). Y a juzgar por la cara de pasaba por aquí de Ridley Scott pues no era muy conejo feliz en esa alfombra 45 años después del estreno a pocas manzanas de allí, en el teatro Egyptian, de ‘El octavo pasajero’.

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‘Alien Romulus’ tuvo sus cosas y la nostalgia llevará a los nostálgicos al cine y la sangría, a los teens. Una perfecta película de verano más que un clásico del terror. Pero Ovedito se pertrechó con su traje de astronauta y se lo pasó dabuten comparando su modelo con el de la prota del filme y posando en un cara a cara con el Xenomorfo baboso de toda la vida.

Una velada fresquita en IMAX y alguna que otra sorpresa de la peli, razones junto con la nécora para que Raimundo se fuera contento a casa mientras director y amigotes (anda que no se oía castellano entre los asistentes a la premiere) se dirigían a continuar la juerga en el hotel Roosevelt. Pero como dijo Fede, más acertado que con su película, las premieres ya no son lo que fueron. Al menos esta.

Copyright de las fotografías: R&R Communications.

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