OK. Es cierto, ‘Los juegos del hambre’ se nos acaban. Ya era hora, ¿no? Pero para los que ya se han dejado 2.000 millones de dólares en la taquilla mundial en esta saga y se temen que la última entrega, ‘Sinsajo parte 2’, les puede dejar con hambre que sepan que siempre les quedará Berlín. Palabra de Ovedito. Y que conste que no lo dice porque haya estado en la premiere mundial que tuvo lugar en la capital alemana. Para estrenos, no nos engañemos, nada como los de Hollywood. Los que se organizan en Europa nunca están a la altura del glamour californiano.
Pero lo de siempre nos quedará Berlín va por aquellos que quieran iniciar su peregrinaje por los lugares donde se rodó esta última película. ¿Sabías por ejemplo que el búnker subterráneo del Distrito 13 es una central eléctrica de la ex Alemania del este? Allí se celebró la fiesta del estreno, con bolita disco de cristalitos y todo. Pero en mayo del 2014 la central Kraftwerk situada en Köpenicker Strasse, en el barrio de Mitte, fue el campo de tiro donde Katniss y Gale practicaron con el arco y las flechas de fuego. Francis Lawrence, el director, nos dijo que lo escogió porque no había visto otro lugar tan sólido como este, sin puertas ni ventanas, capaz de dar esa sensación de estar bajo tierra pese a ser un edificio. Con lo que no contaba era con los “fantasmas hambrientos” que merodeaban en el lugar y que un par de monjes budistas alimentaron para que dejaran en paz a la producción. ¡Palabra del niño Jesús que no hemos bebido y nos contaron esta historia! Y allí está todavía el altar budista con sus ofrendas a los fantasmas para que no molesten. ¡Mira que no gustarles el libro de Suzanne Collins!
Pero la verdadera razón por la que Lawrence vino a rodar a Alemania (al margen de los incentivos económicos, pero de esos no hablan) fue el aeropuerto de Tempelhof, edificio con pasado nazi y vital durante la guerra fría. Esa mezcla de “clasicismo y brutalidad” de la arquitectura alemana que engatusó a Lawrence y que el director utilizó para mostrar el Distrito 2. Allí también rodó algunas escenas subterráneas, en unos pasadizos que utilizó como si fueran por los se mueven nuestros héroes por debajo del Distrito 1. Pero ahí no pudimos sacar fotos porque ahora varios de los hangares de este inmenso aeropuerto en desuso están siendo utilizados como campos de refugiados para aquellos que han llegado huyendo de la guerra en Siria. Nunca la realidad se aproximó tanto a la ficción.
Copyright de las fotos: R&R Communications.