Si hay una productora española que no ha dejado de trabajar en sus quince años de existencia esa es Bambú Producciones. La compañía ahora dirigida en solitario por Ramón Campos vive un momento “muy dulce”, enlazando proyectos, diversificando clientes y tocando más géneros y formatos.
El primer estreno de Bambú en 2024 ha sido ‘El caso Asunta’ en Netflix, y le seguirá este mes de junio ‘Tierra de mujeres’, la segunda ficción de la compañía para Apple TV+. Mientras tanto, ‘La Promesa’ sigue en La 1 como una de las series diarias preferidas de la audiencia después de más de 300 capítulos, y en el horno, ‘La favorita 1922’ para Telecinco, ‘Valle salvaje’ para La 1, y ‘Manual para señoritas’ para Netflix. Entre otros títulos aún confidenciales.
“La última vez que eché cuentas me salieron 40 series producidas”, dice el CEO de la productora participada por la francesa Studiocanal desde 2016 y nacida antes del boom del streaming. “Creo que nos hemos estabilizado después de la locura que han traído las plataformas, y, además, hemos conseguido mi objetivo de seguir produciendo para la televisión en abierto porque, como se está viendo, es una generadora de éxitos incluso fuera de las fronteras españolas”, comenta Campos a Audiovisual451 mientras se graban tres series en paralelo en Madrid para su emisión en la TDT.
Y también el objetivo de producir documental y largometrajes. “En cine, estamos con la próxima película de Daniel Sánchez Arévalo, ‘Rondallas’, cuyo rodaje comenzará en septiembre. Estamos escribiendo una película para Netflix y terminando ‘Vieja loca’, largometraje de Martín Mauregui que hemos coproducido con Belén Atienza y JA Bayona. También participamos en ‘La mitad de Ana’, de Marta Nieto, que pronto empezará a circular por festivales”, dice Campos. “Además, mantenemos la línea de películas de terror porque han funcionado muy bien con Studiocanal en cuanto a ventas internacionales, por eso, estamos trabajando en algún título un poco más pequeño y un poco más de autor”, después de películas como ‘Malasaña 32’ o ’13 exorcismos’.
A esto hay que sumarle que Campos está desarrollando dos series para Netflix, una de ficción, otra documental, y preparando la segunda temporada de ‘Tierra de mujeres’ por si renueva. “En Bambú somos tres cabezas creativas: Gema R. Neira, Josep Cister y yo. Esto nos hace diferentes y fuertes. Cada uno tenemos una especialidad, no nos pisamos, por ejemplo, yo he estado al frente de ‘El caso Asunta’, Gema se ha ocupado de ‘Manual para señoritas’ y Josep está con las diarias más ‘La favorita 1922’. Me apetece mostrar a la industria que podemos tocar todos los palos y que ninguno predomina sobre otro. Además, todas las personas que trabajan en nuestras producciones se ponen al servicio de la misma y de las que están por venir, aquí nadie viene a hacer su película, lo cual es un acto de generosidad”, asegura. Entre los próximos estrenos de la compañía también está una docuserie en Prime Video, según revela Campos.
Vamos, un no parar. Y es que Bambú Producciones ha sido la elegida por muchos para estrenarse en la producción local en España: firmó la primera serie original de Movistar Plus+ (‘Velvet Colección’), también la de Netflix (‘Las chicas del cable’) y la de Apple TV+ (‘Now and Then’). Aun así, Campos no se queda de brazos cruzados esperando a que suene el teléfono. No suele pasar por los MIPCOM de turno, pero atiende a este medio poco antes de realizar una visita fugaz a Los Ángeles: “Hay que vender, hija.” Porque son 27 las nóminas fijas que Bambú tiene que pagar cada mes.
Sólo Max parece resistírsele, junto con Disney+, de momento, y junto con el periodo de sequía que vive con el socio que más le hizo crecer, Atresmedia: “Hace tiempo que no trabajamos juntos [concretamente desde 2019, cuando se lanzó ’45 revoluciones’], simplemente no hemos encontrado el proyecto ideal y en Bambú Producciones nos hemos dedicado estos años a trabajar para las plataformas y a dar con la tecla de las series diarias, algo que sucedió cuando fichamos a Josep Cister. Celebramos el sello de calidad que Atresmedia ha conseguido para atresplayer, y también pienso que en cualquier matrimonio es necesario separarse un tiempo de vez en cuando para volver a encontrarse, esto ayuda a no crear vicios”, dice Campos. Cabe puntualizar que el estreno de ‘Nacho’ en atresplayer fue una adquisición de la serie encargada originalmente por Starz, y disponible en el mercado después de que esta plataforma cesara sus operaciones en España.
“Me apetecen por igual todos los estrenos que tenemos por delante porque son producciones muy distintas. ‘Tierra de mujeres’ [con Carmen Maura, Eva Longoria y la debutante Victoria Bazúa] es una comedia muy emotiva. ‘La favorita 1922’ supone nuestra llegada a Telecinco, por fin. Y ‘Manual para señoritas’, que seguramente se estrene ya en 2025, es puro ADN Bambú”, comenta Campos, a quien, asegura, el éxito internacional de ‘El caso Asunta’ le ha pillado un poco por sorpresa.
Preguntado por qué José Pastor, director de Ficción y Cine de RTVE, ha calificado ‘Valle salvaje’ como una serie “muy prometedora”, Campos responde que “Josep Cister ha dado con un look muy poco habitual, digamos afrancesado, me recuerda a ‘Barry Lyndon’, es una serie de época con un toque distinto, es muy difícil innovar en una serie de época y Josep lo ha conseguido. Los decorados me dejaron impresionado, ¡y te puedo asegurar que he visto muchos! Es una serie preciosa. Por otro lado, cuando me contó las tramas, me enganché de inmediato. Creo que ’Valle salvaje’ es un cúmulo de toda la experiencia de años y que reúne el ADN de las diarias y el ADN de Bambú.”
La ficción lleva un par de meses de grabaciones y aún no sabe qué hueco ocupará en la parrilla de La 1. Podría ser en la franja de tarde, a las 10 de la noche o en prime time. Pero lo que más incertidumbre ha traído al set de rodaje de ‘Valle salvaje’ ha sido el nuevo convenio colectivo de técnicos. “Creo que nos ha colocado en una situación complicada sobre todo para las series diarias, son producciones que ya están en marcha, que tienen el presupuesto cerrado, que ya están planificadas. Estamos buscando la fórmula para cumplir con el convenio y a la vez cumplir con las entregas marcadas en el calendario y con el presupuesto asignado, en una serie diaria tienes una nevera de unos ocho capítulos, no más, así que estamos celebrando varias reuniones, y me refiero a todas las productoras que están haciendo diarias, para encontrar soluciones. Porque lo que no puede suceder es que llegue un día en que no hayamos entregado el capítulo siguiente.”
En un mismo día Campos pasa de trabajar para Prado del Rey a hablar con la plataforma con uno de los estándares de calidad más exigentes del mercado. “Trabajar para Apple TV+ me trae recuerdos de nuestra primera producción para Netflix: el equipo de Apple TV+ está muy encima del proyecto, para ellos es muy importante. La diferencia horaria complica un poco las cosas, también el idioma, por eso me recuerda tanto a ‘Las chicas del cable’, que la hicimos cuando Netflix todavía no tenía equipo en España. Entendemos perfectamente que hay un periodo en que la plataforma tiene que coger confianza en nosotros, por eso, en esa fase, el control es mayor y yo siempre trato de ponerme en el lugar de las plataformas, se están jugando todo en una serie. Recuerdo que en ‘Las chicas del cable’ Netflix tenía a una persona que venía a revisar las pelucas de las actrices… Ahí te das cuenta del nivel de control que quieren tener. En el caso de Apple TV+, diría que durante el rodaje apenas estuvieron encima y ha sido en la fase de montaje y postproducción cuando han estado muy encima. Por ejemplo, una vez encontramos el tono que queríamos para las músicas con Federico Jusid no han vuelto a intervenir. También creo que favorece el hecho de que tengamos muy buena comunicación desde Bambú. Ten en cuenta que Gema R. Neira, Carlos Sedes, Dani Sosa, yo llevamos años trabajando juntos en múltiples proyectos por lo que nos entendemos a la perfección y tenemos esa actitud colaborativa.”
A la salida de Teresa Fernández-Valdés en marzo de 2023 le ha seguido un año después la de Sara Gonzalo de la dirección general de Bambú Producciones. En este punto, Campos ha decidido amortizar este cargo y apostar por “una estructura horizontal” en la que los cabezas de equipo están al mismo nivel: Financiero, Legal, Business Affairs, Desarrollo, Producción ejecutiva, Producción y Postproducción. Por cierto, Fernández-Valdés ya está de vuelta al mercado con su propia compañía, Te espero en Marte.
Partidario de que se llegue a una copropiedad de la propiedad intelectual entre quien encarga y paga la serie y quien la desarrolla y produce, Campos continuará trabajando intensamente en la arena nacional con el cupo lleno para los próximos doce meses. “No me gusta especialmente la coproducción internacional, porque hacer una serie es ya en sí muy complicado. Tienes que convencer a muchísimos ejecutivos, cada uno con su visión, opinando… Si a eso le añades socios internacionales, multiplicas la cantidad de opiniones y ya puede ser demasiado. Bastante tengo con defender las ideas de Bambú en España, si además tengo que defenderlas en otros países, mucho me temo que se terminará perdiendo la visión.”
Si algo le gustaría a Campos que sucediera en la industria española es que la rueda siga girando. “Estamos en el mejor momento de los últimos 25 años: ahora tenemos más ventanas, nuestras series viajan, tenemos cada vez mejores intérpretes y mejores técnicos, se tocan más géneros. ¿Se podría haber hecho ‘Antidisturbios’ hace unos años? No. Nuestra industria es más fuerte y tenemos una imagen fuera que antes no existía.”
Con todos los streamers produciendo localmente en España, el CEO de Bambú Producciones comenta que “me gustaría que las plataformas tuvieran claro que hacen falta tanto series comerciales como autorales. Creo que sólo de esta forma puede sobrevivir una industria: se necesitan tanto premios como audiencia. Los ejecutivos de las plataformas han de ser conscientes de que tienen una responsabilidad para con el resto del sector. No puede ser sólo una cuestión de sus gustos. Es decir, si una plataforma decide dejar de producir en España porque los resultados de las series que se han hecho no son los esperados, ese ejecutivo ha fallado con sus decisiones no sólo a sus jefes, también a la industria y eso al final son muchos miles de puestos de trabajo.”
Campos, que cumplirá este año 49 años, asegura que no tardará en rebajar el ritmo o… en desaparecer. “En unos cinco, seis años, me voy a relajar. Hay que dejar paso a los jóvenes que vienen empujando y facilitar la renovación de la industria. No me gustaría convertirme en una vieja gloria que está ya fuera de todo”, concluye.
