En ocasiones las secciones paralelas de los festivales internacionales esconden títulos que trascienden la propia sección secundaria en la que participan y logran incluso mayor repercusión que otras producciones con más medios de la sección oficial principal. Este es el caso de ‘Secaderos’, ópera prima de la cineasta Rocío Mesa (‘Orensanz’), que se alzó con el VI Premio Dunia Ayaso que otorga la Fundación SGAE, en el marco del Festival de San Sebastián 2022.
‘Secaderos’ se filmó el año pasado, a lo largo de seis semanas, en diversas localizaciones de la Vega de Granada: Vegas del Genil, Las Gabias, Ambroz, Valderrubio, Fuente Vaqueros, El Jau, La Paz, Chauchina, Churriana y Purchil. Se trata de una producción de La Claqueta PC, La Cruda Realidad, Un Capricho de Producciones y Secaderos La Película A.I.E.
La película cuenta además con la participación de Canal Sur Televisión y con el apoyo del ICAA y el ICEC. Patrocinan también el filme el Patronato Provincial de Turismo de la Diputación de Granada y Film in Granada. ‘Secaderos’ recibió sendos importes de 245.012,50 euros y 179.987,5 euros, respectivamente, en las ayudas selectivas del ICAA del año 2019. Begin Again Films será finalmente la encargada de la distribución.
El proyecto ha participado además en los talleres internacionales de desarrollo de Sundance y Sources 2. El jurado del Premio Dunia Ayaso, dotado con 5.000 euros, distinguió la película por «ser un cine de identidad, una película libre en la búsqueda y en la construcción de un universo propio» y ha incidido en lo fundamental que es «esa toma de riesgos para un cine de vocación feminista en profunda minoría«. Rodríguez ha subrayado, a su vez, que la película pone el acento en «mujeres de acento e idiosincrasia propia cuyas vidas y deseos son generalmente olvidados en el audiovisual».
El primer filme de Rocío Mesa, que tuvo su estreno mundial el domingo 18 de septiembre en el marco de la la Sección New Directors del Festival de San Sebastián, narra dos historias paralelas que transcurren entre secaderos de tabaco durante un verano teñido de realismo mágico. Todo ocurre en un pequeño pueblo rural, convertido en el paraíso de Nieves, una niña de ciudad, y la jaula de Vera, una adolescente local. Ada Mar Lupiañez y Vera Centenera encabezan el reparto de ‘Secaderos’, compuesto principalmente por intérpretes no profesionales, originarios de la zona de la Vega de Granada.
La película cuenta con la producción de Olmo Figueredo (La Claqueta PC) y la producción ejecutiva de Sara Gómez y Paola Sainz de Baranda por parte de La Claqueta PC y La Cruda Realidad, respectivamente; además de con la coproducción de Belén Sánchez (Un Capricho de Producciones).
La compañía norteamericana Amplitud INC participa también en la producción de la película, así como DDT Efectos Especiales y Fourminds Films. Las ventas internacionales corren a cargo de Latido Films. ‘Secaderos’ será una de las producciones andaluzas que se podrá en el próximo Festival de Sevilla y también el el Festival de Gijón. Rocío Mesa contó a Audiovisual451 los detalles de su primer largometraje, durante el pasado Festival de San Sebastián.
Audiovisual451: ¿Esta historia rebosante de realismo mágico tiene algo de autobiográfico?
Rocío Mesa: «La película, en sí, no es autobiográfica, aunque yo soy de la Vega de Granada, donde tiene lugar la historia y he crecido allí. El caso es que llevo ya doce años viviendo en Los Ángeles, pero sigo siendo muy de pueblo y a la vez, muy psicodélica, y creo que esta película define muy bien quién soy y cuál es mi mundo».
A451: Los secaderos que retratas son secaderos de tabaco, ¿No?
R.M.: «Efectivamente. La verdad es que esto es algo que se menciona a lo largo de la película, pero sin darle mucha importancia porque, en realidad, podría tratarse de cualquier otro tipo de cultivo. Durante el siglo XX, el tabaco fue el monocultivo de la Vega de Granada y todas las familias de la zona vivían de ello hasta que se terminaron las subvenciones y surgieron competidores más potentes como China o Estados Unidos. Fueron muchas las protestas pero los agricultores se vieron obligados a sustituir el tabaco por otros cultivos. Eso sí, todavía hoy existen algunas familias que siguen cultivándolo por tradición, pero son pocas».
A451: Y a esto hay que sumar la burbuja inmobiliaria que tú retratas en el filme…
R.M.: «El ‘boom’ de la construcción en la Vega de Granada ha sido algo tremendo en la última década. Se han urbanizado muchísimos terrenos de regadío que daban cosechas muy fructíferas. Todos estos pueblos, al estar tan cerca de la ciudad de Granada, se han acabado convirtiendo en pueblos dormitorio y han perdido esa esencia agrícola que les caracterizaba».
A451: ¿Dónde encontraste la inspiración para crear al inquietante monstruo que pulula por la película?
R.M.: «Ese aspecto que tiene la criatura proviene directamente de mi imaginario infantil. Cuando yo era pequeña y vivía en la Vega de Granada, tenía muy claro que todas esas enormes cabañas de madera servían de guarida a monstruos y seres mágicos, y esa es una idea que me ha acompañado siempre. Sí que es verdad que, a la hora de ver esta película, cada persona lleva esas imágenes al terreno de su propio imaginario y me hace mucha ilusión que tanta gente me haya dicho, por ejemplo, que el monstruo de la película le recuerda a esas criaturas mágicas que habitan el universo de Hayao Miyazaki».
A451: ¿Cómo le vendiste esta idea tan difícil de explicar a los productores?
R.M.: «La verdad es que Olmo Figueredo leyó el guión y se enamoró del proyecto desde el minuto uno. Justo después de que él se incorporase al proyecto, nos seleccionaron para el laboratorio del Festival de Sundance, lo cual dotó a la película de la solidez necesaria para que echásemos a volar. Pero lo más mágico que nos pasó es que tuvimos la suerte de que, después de que su gente leyese el guión y se enamorase de la criatura, se nos unió DDT, que son los mejores diseñadores de efectos especiales prácticos. DDT se convirtió en productor asociado y nos dio el impulso definitivo para que esto fuera posible».
A451: Para que el monstruo quedase realmente bien, qué mejor que contar con los ganadores de un Oscar a los mejores efectos especiales…
R.M.: «Desde luego. Y, de hecho, el acabado de la criatura fue tan bueno que nuestra pequeña producción tuvo dificultades para incorporar un elemento tan importante. Estamos hablando de una película independiente con un presupuesto reducido de alrededor de un millón de euros».
A451: Aún así está La Claqueta PC, el ICAA, el ICEC, Canal Sur…
R.M.: «Conseguimos reunir ese millón de euros y con esa cantidad hemos hecho un milagro. No me cansaré de dar las gracias a DDT por haberse sumado al proyecto, ya que, con el presupuesto que contábamos antes de que llegasen ellos, jamás habríamos podido costear esta criatura tan increíble. Con el esfuerzo colectivo, el amor y el entusiasmo de todos, hemos logrado estirar ese millón de euros y que acabe dando para mucho».
A451: ¿Cuánto tiempo llevas trabajando en este proyecto?
R.M.: «Han sido cinco años de desarrollo y de búsqueda de financiación. Además de Sundance, hemos pasado por Abycine y muchos otros laboratorios. Ahora mismo, si quieres conseguir financiación, tienes que acudir a laboratorios de desarrollo, forma parte del juego de la industria. Se aprende mucho en ellos y, además, te dan la oportunidad de conocer a personas muy interesantes y de darte a conocer entre los compañeros».
A451: ¿Cómo fue la confección del reparto?
R.M.: «Es un reparto precioso y estoy enamorada de todos y cada uno de los actores. Todos son actores no profesionales excepto una, Tamara Arias, que interpreta a la madre de Vera y, además de ser una actriz con mucho talento, es una amiga mía de toda la vida, por lo que me apetecía mucho trabajar con ella. Para seleccionar al resto de actores, todos ellos no profesionales y procedentes de la Vega de Granada, realizamos un amplio casting. Yo quería que hablasen con acento granadino y, de hecho, muchos de ellos conocen muy bien el mundo del cultivo de tabaco porque sus familias se han dedicado a ello».
A451: ¿Fue un proceso difícil?
R.M.: «No teníamos mucho tiempo, por lo que el casting se tuvo que hacer en apenas un mes y medio. Nuestra máxima era que, cuanta más gente pudiésemos ver, mejor, y al final, creo que vimos en torno a 1.500 o 2.000 personas. Fue un casting muy complejo porque el reparto que buscábamos era muy coral, así que tuvimos que convocar a abuelas, madres, adolescentes, niños, etc. La verdad es que se creó un espacio de vulnerabilidad muy bonito, puesto que los vecinos de la zona se acercaban a nosotros y nos contaban su vida, y yo lo que tenía que testar era su capacidad de imaginar. Los actores seleccionados solo pudieron leer el guión una vez y a partir de ahí, hemos ido construyéndolo todo. Tenían prohibido memorizar los diálogos, porque lo que yo quería es que trabajasen desde los sentimientos. Si comparas el guión inicial con la película final, resulta que se dice prácticamente lo mismo. Todos los seres humanos somos bastante parecidos».
A451: ¿Cómo fue el rodaje en esas localizaciones y en pleno verano?
R.M.: «Rodamos el verano pasado y la verdad es que fue muy bonito porque, durante el proceso, se formó una familia increíble. Eso sí, como suele ocurrir en todos los rodajes, nos faltaron unas cuantas semanas más y, además, pasamos muchísimo calor, pero también frío y hasta nos llovió torrencialmente. Cuando íbamos a rodar la secuencia más importante de la criatura, empezó a caer una lluvia tan torrencial que creíamos que el monstruo no iba a aguantar y se iba a romper. Por si fuera poco, sufrimos vientos huracanados que pusieron en riesgo varias veces la vida de David Martí, que era quien estaba dentro de la criatura, y hubo hasta un terremoto, que es algo relativamente frecuente en Granada. El rodaje comenzó a finales de agosto y terminó a primeros de septiembre, por lo que por el día había cerca de 40ºC, y por la noche, la temperatura bajaba, en ocasiones, hasta los -5ºC. En fin, todo lo que podía pasar, nos pasó».
A451: ¿Sucedió algún percance relacionado con el COVID?
R.M.: «Por aquella época, el COVID ya estaba bastante controlado y, como tuvimos mucho cuidado en el set, no hubo ningún problema. Los sustos vinieron en plena fase de postproducción, ya que nuestra editora se contagió mientras estaba montando la película».
A451: ¿Y cuánto tiempo os llevó esa postproducción?
R.M.: «Al ser una película pequeña, el montaje fue muy rápido y se hizo en unas diez semanas. Todos los procesos los ha llevado a cabo Antípodas, una nueva empresa que depende de Olmo Figueredo y La Claqueta, por lo que ha sido un trabajo muy interno».
A451: Visualmente, la película tiene algunos planos muy potentes ¿qué puedes contar de la fotografía?
R.M.: «Buena parte del mérito es de Alana Mejía, la directora de fotografía que ha formado parte de nuestro equipo, un equipo que ha sido liderado por mujeres muy talentosas. ‘Secaderos’ iba a ser la primera película de Alana, pero, antes, recibió la llamada de Carlos Vermut para trabajar en ‘Mantícora’. Nada más terminar ‘Mantícora’, se cogió un tren y vino hasta Granada para incorporarse a ‘Secaderos’, una película muy compleja a nivel de fotografía, puesto que hemos rodado mucho en exteriores y no es nada fácil iluminar en esas circunstancias. Y si a ello le sumas todas las inclemencias del tiempo…».
A451: ¿Cuándo tenéis previsto estrenar la película?
R.M.: «Entre otras cosas, hemos venido a San Sebastián para cerrar un acuerdo de distribución» (todavía no se había cerrado entonces el acuerdo con Begin Again Films).
A451: Esta es tu primera película y ya has logrado ser seleccionada por el Festival de San Sebastián, dentro de la categoría Nuevos Directores, así que no te puedes quejar…
R.M.: «Es un regalo de la vida al que le estaré siempre agradecida. La verdad es que Nuevos Directores ha sido siempre mi sección favorita de este festival porque me gusta estar atenta a las nuevas voces, tendencias y vanguardias. Ahora mismo, solo puedo dar las gracias».
A451: Ya estaréis dándole vueltas a la estrategia a seguir de cara a los premios del año…
R.M.: «Eso es cosa de Olmo Figueredo, que es un auténtico ‘crack’ en la materia. Olmo es capaz de sacar adelante proyectos muy gordos, pero también apuesta por un cine más autoral. Estoy muy contenta de que se haya fijado en un proyecto como el mío».
A451: ¿Y ya estás trabajando en la siguiente película?
R.M.: «Así es. Estoy trabajando en el desarrollo de un proyecto, así que pronto volveré a recorrer talleres. Ojalá este festival me brinde oportunidades para seguir haciendo cine».