En 1.200 cuadrados de platós se ha recreado un mercado de abastos tradicional de ‘Mercado Central’, la nueva serie diaria de La 1. Las relaciones laborales, personales y sentimentales de las personas que viven de esos negocios se entremezclarán continuamente y pondrán en peligro la continuidad de un mercado que lucha por sobrevivir y que, muy pronto, se convertirá en lugar de encuentro para los espectadores.
La serie producida por RTVE en colaboración con Diagonal TV cuenta con un reparto coral encabezado por Antonio Garrido, Begoña Maestre, Jesús Olmedo, y Lola Marceli. Junto a ellos, una veintena de actores como Santiago Molero, Ana Ruiz, Malena Gutiérrez, César Sánchez, Ana Rayo, Paco Ochoa, Miriam Montilla, Marta Poveda, Ettore Colombo, Malena Gutiérrez, Francesc Cuéllar y Dani Luque, entre otros.
‘Mercado central’ está dirigida por Joan Noguera y cuenta con la producción ejecutiva de Jaume Banacolocha y Montse García. La serie es una idea original de David Plana con argumento de Eva Baeza, David Plana, Verónica Viñe y Eulalia Carrillo. Eugenia Peral y Eugeni Margallo son los directores de producción; Pepe Reyes el diseñador de vestuario, y Marcelo Pacheco el director artístico.
Los platós, situados en la localidad madrileña de Boadilla del Monte, recrean el interior del mercado, centro neurálgico de la serie, en un plató de 700 metros cuadrados; y las viviendas de los protagonistas, en un segundo plató de 500 metros cuadrados.
En un espacio al aire libre se ha reproducido un entorno urbano que envuelve la fachada del mercado, inspirada en el Mercado Tirso de Molina. En el interior, el mercado está construido con instalaciones de pilares de fundición de 6 metros de altura con unas vidrieras de 300 metros cuadros.
Debajo, los puestos tradicionales, algunos cerrados y otros con necesidad de ser renovados. Los lugares donde girarán las tramas serán el puesto de Frutas y verduras De la Cruz, y Carnes Pacheco, que “compiten” en tamaño; la droguería, pequeña y anticuada; Delicatessen; el más moderno y cool; Pizzería Il Sapore di Napoli, al más puro estilo napolitano; el Bar Central; un puesto de legumbres y una cuchillería, además de una placita.
Familia de la Cruz. El patriarca, Jesús de la Cruz (César Sánchez), es el dueño de la frutería, un negocio que expandió hasta límites insospechados. Es el más rico del mercado. Tiene tres hijos: Elías (Antonio Garrido), un hombre muy seguro de sí mismo con un gran encanto entre las mujeres casado con Adela (Lola Marceli), lista, trabajadora y de fuerte personalidad, con la que tiene un hijo, Germán, un joven que prefiere trabajar en el negocio familiar antes que seguir estudiando, y sin pelos en la lengua; y Rosa (Miriam Montilla), y Lorena (Marta Poveda), que regentan el Bar Central.
Familia Pacheco. Valeria Hinojosa (Malena Gutiérrez), viuda, sigue siendo, a sus 70 años, una mujer presumida que tratará de meter en vereda a Jesús de la Cruz. Regenta la carnicería junto a su hija Carmen (Ana Rayo), trabajadora y chismosa, casada con Nicolás (Paco Ochoa), encargado del mercado, con quien tiene un hijo, Samuel, en silla de ruedas tras un accidente.
Familia Salinas. Nacho Salinas (Santiago Molero) es el marido de Rosa de la Cruz, un hombre al que todos respetan de cuyo pasado poco se conoce. La hija del matrimonio se llama Noa.
Celia Mendoza (Begoña Maestre) es viuda y madre de un adolescente con Asperger, David, y, tras un año del suicidio de su marido, administra la droguería y lidia con una adversa situación económica. Frente a la mercería está el Delicatessen de Jorge Santos (Jesús Olmedo), que ha cumplido su sueño y ha abandonado el estresante mundo de la restauración. Un giro vital que le ha llevado a separarse de su mujer y vender los restaurantes a su hijo por un precio simbólico.
Familia Paolo. La pizzería y la floristería son los dominios de la familia de Paolo Giordano (Ettore Colombo). Un napolitano integrado que no siente ninguna nostalgia de su tierra y dueño del local de Pizza del Mercado Central. Casado con Cristina (Ana Ruiz), dueña de la floristería, con quien tiene un hijo, Andrea, un joven con un talento especial para la música.
Según un informe tras una inspección municipal, en el mercado tiene que haber una reconversión y no se considera viable que continúe con su actividad. Tras esa decisión se encuentra un importante fondo de inversores que quiere convertirlo en un lujoso centro comercial.
La asociación de comerciantes del mercado consigue que el consistorio aplace la decisión: tendrán un año para modernizar el recinto. Pero no todas las familias tienen la misma opinión, y prefieren aprovechar la oportunidad y obtener alguna ganancia.
