En un momento tan dulce como el éxito de ‘Ocho apellidos vascos’, el productor Gonzalo Salazar Simpson no descuida su cargo de director de la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid, ubicada en Ciudad de la Imagen. Tras casi dos años en el puesto, ha renovado la escuela para adaptarse a los cambios del sector y acercar la industria audiovisual de manera real a los alumnos. Audiovisual451 le entrevista en profundidad.
Audiovisual451: Llevas casi dos años como director de la Escuela de Cine de Madrid y le has dado la vuelta al calcetín…
Gonzalo Salazar Simpson: “Pues sí, de las pocas cosas que no he tocado ha sido la imagen, era demasiado obvio que entrara un nuevo director y se rehiciera la imagen, aunque sí hemos cambiado los colores del logotipo para poder combinarlos mejor. Buscamos una imagen contundente y simple”.
AV451: El cambio más profundo ha sido en el plan de estudios…
G.S.S.: “Hemos cambiado el concepto de la escuela. No podía seguir con el mismo concepto de cuando nació, que fue hace 15 años. La enseñanza que imparte la ECAM es, por un lado, los tres años de curso, después los másteres y por último los cursos monográficos. Hemos empezado por modificar el curso de tres años: antes el planteamiento incluía un examen muy duro y una preselección por parte del alumno aspirante a una especialidad, de manera que ya se quedaba encajonado en esa especialidad. Yo creí que ese no era el mejor planteamiento, de manera que ahora en primero todos los alumnos que entran aprenden de todos los oficios del cine y se especializan en segundo. Esto, junto a una formación muy práctica, supone un gran cambio de filosofía de la escuela, por ejemplo, hemos incorporado más de cien prácticas nuevas; antes los alumnos formaban 7 grupos de 12 y la forma en que se relacionaban era muy extraña, trabajaban muy poco juntos, sólo para hacer una práctica de final de carrera. Ahora al tener un curso común, tenemos un grupo de cien alumnos que se conocen, la dinámica ha cambiado mucho, los pasillos están siempre llenos de gente, el salón de actos también se llena cuando organizas un visionado… así que cuando lleguen a tercero, se habrán incluso forjado amistades y se habrán creados grupos más sólidos.
Me ha sorprendido la velocidad a la que los alumnos se han enterado. Cuando yo entré en la escuela, la ECAM llevaba registrando caída en matriculaciones nuevas cinco años. Cambiamos el plan de estudios en abril de 2013, lanzamos la convocatoria con el nuevo plan de estudios y yo pensé que íbamos a tardar un par de años en correr la voz. Sin embargo, en junio ya se hablaba muchísimo de este cambio, las redes sociales aceleraron todo el proceso y ya en el año pasado crecimos un 40 por ciento en alumnos.
Este año, a partir de todas las medidas que hemos tomado, casi todas enfocadas a comunicar la nueva ECAM, tenemos siete veces más solicitudes de información que el año pasado. Antes apenas se hacía publicidad, así que a poco que hemos hecho se ha notado mucho, nos hemos centrado en situar anuncios en exterior, en el metro y la radio, apenas hemos hecho papel, por ejemplo”.
AV451: Estáis haciendo mucho hincapié en los másteres y los cursos intensivos.
G.S.S.: “Sí, dentro de la filosofía los objetivos son dos. Uno de ellos es crear una comunidad ECAM repescando a antiguos alumnos y creando eventos para que sientan que pertenecen a la escuela. Y poner en valor a todos los antiguos alumnos y lanzar el mensaje de que si cuentas con alumnos de la ECAM, cuentas con la ECAM. Todo el que haya estudiado en la escuela, es, espiritualmente, dueño de ella, para que puedan hacer uso de las instalaciones, como ha sido el caso de ‘La herida’ y ‘Stockholm’. Ayudamos a las dos en todo lo que pudimos y según Koldo Zuazua, productor de ‘La herida’, la película fue posible gracias a la ECAM, yo tampoco lo veo así, pero bueno… estamos muy agradecidos.
Y el segundo objetivo es crear puentes con la industria, porque la gente estudia con el afán de colocarse. La única manera que nosotros tenemos de que un alumno pueda dedicarse al audiovisual cuando salga es que tenga contacto directo con la industria, y eso lo estamos haciendo a través de tres vías: todos los profesionales de la escuela están en activo y tarde o temprano tirarán de los alumnos para sus producciones; crear la comunidad ECAM, de manera que los antiguos alumnos que ya están trabajando conozcan a los nuevos talentos que aún están estudiando; y la tercera vía es intentar ir encontrando prácticas a los alumnos en rodajes reales. Esto es un oficio y lo que están estudiando tiene que llevarse a la práctica enseguida, así que necesitan estar en contacto con la realidad.
Por eso el curso en la ECAM son tres años y no un Grado Oficial. Ser un Grado Oficial tiene una serie de requisitos que no vemos claros, como que cierto porcentaje de los profesores han de ser catedráticos, y es muy frecuente que un catedrático no haya pisado en su vida un rodaje, lo cual no tiene sentido en el nuevo planteamiento de la ECAM. Necesito que los profesores tengan un valor profesional”.
AV451: O sea, que no ser Grado Oficial es algo premeditado.
G.S.S.: “Por ahora no queremos ser Grado Oficial, si damos el paso, será con mis condiciones. Con la Universidad Autónoma hemos conseguido que uno de los módulos de primero sea grado oficial, de manera que genera créditos y nos trae catedráticos a dar clase. Estamos hablando de un 30 por ciento de un curso… pero por ahora seguiremos así”.
AV451: Háblanos de los cursos monográficos y de los másteres.
G.S.S.: “Con los cursos monográficos intentamos generar una oferta para una demanda real que existe en la industria. No son “a petición del oyente”, pero casi, porque nos basamos en la realidad del sector.
Hemos cambiado la estrategia de másteres este año. Desde el 2007, cuando ya se veía venir la crisis, la gente no estudiaba másteres por el afán de formarse, eso sucedía antes porque los profesionales que se quedaban sin trabajo esperaban recuperarlo en unos meses, pero ahora las cosas no están tan fáciles. Ahora quien pierde un trabajo pasa un poco de miedo y guarda el dinero que tenga “por si acaso”, así que ahora estudiar un máster o un curso intensivo tiene la clara intención de colocarse.
Los másteres de la ECAM tienen una vinculación profesional suficiente como para generar oportunidades de trabajo. Hemos creado un Máster de Distribución y Comercialización de Contenido Audiovisual, saber qué hacer con una película una vez que está terminada es algo que a los productores, hasta hace poco, no les preocupaba, eso ha cambiado y los productores están muy pendientes de la venta, de manera que el máster sirve para los productores y para los que quieran cambiar de actividad. Hemos buscado un enfoque muy realista para los másteres, y por ejemplo, para este de distribución hemos llegado a un acuerdo con Warner, de manera que los empleados de la empresa vienen a impartir clase, incluso algunas sesiones se celebran en la oficina de Warner y se firman acuerdos para prácticas de alumnos. Así que obtienen conocimiento y un primer empujón para incorporarse al mercado laboral”.
AV451: Además, con Warner tenéis un acuerdo para que beque a un alumno.
G.S.S.: “Sí, es un acuerdo independiente al del Máster de Distribución. Warner beca a un alumno, no sólo le paga la matrícula, sino que además el alumno seleccionado trabaja para la compañía según su especialidad. Este año se trata de un alumno de guión, así que ha ido a muchas representaciones, a premieres… así que el becado conoce bien las tripas del negocio. La beca tiene un valor académico complementario. Desde ECAM hacemos una preselección y elegimos a los que necesiten realmente la beca y a los que consideramos más brillantes. El de este año no hubiera podido estudiar en ECAM sin esta beca”.
AV451: ¿Cuántos másteres ofertáis?
G.S.S.: “Este año sólo cinco, pero es porque al entrar en la dirección me di cuenta de que no todos los másteres se llegaban a impartir a pesar de que hubiera alumnos interesados, creo que es muy frustrante que una persona elija estudiar un curso y que después no se celebre. Así que hemos concentrado la oferta en cinco y estamos buscando alianzas académicas con una doble finalidad: que seamos dos instituciones las que diseñemos el plan de estudios y las que busquemos alumnos potenciales.
De esta manera, hemos creado el Máster en Transmedia, ¡bonita palabra, y bien reciente! Lo haremos con la Universidad de Villanueva y pretendemos enseñar a ser capaz de tener una idea con una concepción general, es decir, no diseñar una idea para cine y si luego funciona, lanzar los muñequitos; aprenderán a desarrollar un concepto que per se puede encajar en cine, en televisión, en videojuegos, en merchandising, en app, en webserie… queremos estructurar la cabeza de los alumnos para que sean capaces de concebir transmedia. Estamos contando con profesionales expertos en diferentes materias y nos está echando una mano Atresmedia, que es de las pocas empresas que hoy en día tiene una persona jurídica que entiende de concepción transmedia. Desde Atlántica, el grupo Atresmedia está generando productos transmedia.
Siguiendo la misma tónica hemos creado un máster que parece que abunda mucho en España pero que hemos diseñado de una manera diferente: es el Máster en Desarrollo de Proyectos Cinematográficos. El alumno llega con una sinopsis o una idea, pero hoy en día todo sale adelante dependiendo de las tres televisiones, así que traeremos a las televisiones para que nos hagan una presentación de qué es lo que están buscando. Además, tendremos a un productor implicado y a lo largo del máster se harán talleres de pitching, de guión… siempre sabiendo lo que las televisiones quieren y con la supervisión del productor. Este productor se compromete a que, cuando el máster termine, comprar uno de los proyectos y armarlo. De esta forma, el productor elegirá entre 12 proyectos, uno será comprado y los otros 11 habrán recabado mucha información directa de las necesidades reales de las televisiones.
Tenemos otro máster llamado Nuevos Formatos, que viene a heredar parte del que se llamaba Cine Digital y acepta proyectos tan diversos como una aplicación para móvil o un cortometraje documental. El alumno viene con una idea y nosotros le vamos a enseñar cómo se puede implantar y ejecutar, así que lo mismo sale con la app ya hecha. Lo hacemos con la Universidad Rey Juan Carlos y llevamos cinco años haciéndolo, aunque esta vez será la primera con la nueva nomenclatura y los cambios en su diseño.
El último máster que queremos hacer es de Crítica de Cine. Es sorprendente el hecho de que tenemos un curso monográfico de crítica cinematográfica y estemos haciendo tres y cuatro ediciones, está claro que con Internet estamos obligados a desarrollar una habilidad para opinar y la gente tiene que aprender a hablar en público sobre cine. Vamos a hacerlo con la revista ‘Caimán’.
Los másteres son de unas 400 ó 600 horas y depende del máster habrá más clases presenciales o más trabajo en casa. Se alargan durante nueve meses y dependiendo del máster, las clases serán en fin de semana, para los profesionales, o entre semana, para los que estén volcados en él. La filosofía de la ECAM es que haya pocos alumnos por curso, así que nos movemos entre los 12 y los 25 alumnos, pero los 25 se verán en muy pocas ocasiones, por ejemplo, en el de Crítica de Cine sí tienen cabida, pero en el de Nuevos Formatos, no”.
AV451: Algunos pueden pensar que con lo mal que lo está pasando el sector audiovisual, estudiar cine es demasiado arriesgado…
G.S.S.: “Si la ECAM no cree en el futuro del audiovisual… casi todos los alumnos de los dos últimos años están ya trabajando, depende mucho de la especialidad que escojas porque, por ejemplo, convertirte en director de cine siempre es más complicado, Enrique Urbizu tardó ocho años en hacer ‘No habrá paz para los malvados’… pero los que se han dedicado a la producción están trabajando todos. Instagram y todas las formas que existen ahora de comunicación a través de la imagen me hacen pensar que el futuro está en la imagen.
Tenemos un curso que se llama Cine para Jóvenes, dura dos semanas y está destinado a chicos de entre 14 y 18 años, lo hacemos sólo en julio y es alucinante, no fue idea mía pero es de mis favoritos, me encanta porque entran los alumnos, se organizan entre ellos cada uno con un papel y dos semanas después te presentan un corto. Todo lo hacen ellos, rodaje, montaje… ¡cualquier de nosotros es incapaz de ponerse de acuerdo en tan poco tiempo! Además, sin saber apenas nada de cine previamente, ¡sus cortometrajes no están mal! Los nativos digitales tienen una tremenda capacidad para el audiovisual, se han criado ya con YouTube y tienen una gran intuición para contar historias con imágenes, eso sí, lo que han ganado en el terreno audiovisual lo han perdido en el escrito porque no se expresan tan bien escribiendo. ¡No te hacen un salto de eje! No saben lo que es, pero intuitivamente saben que eso no se puede hacer. Bastante sorprendente.
Creo que cada vez más nos vamos a comunicar más audiovisualmente. Y deberíamos enseñar audiovisual en los colegios, nuestros niños van a necesitar ciertas herramientas para narrar en imágenes”.
AV451: Has querido hacer una marca ECAM, que los alumnos de la escuela se conozcan de la misma manera que se habla de los de la ESCAC.
G.S.S.: “Estoy haciendo todo lo que puedo. Creo que la ESCAC ha generado gente muy brillante, todos asociamos que el talento de verdad se está formando en la ESCAC. Pero cuando yo entro en la ECAM, estudio lo que la ESCAC está haciendo bien y me doy cuenta de que únicamente es poner en valor a los alumnos. Al llegar pedí la lista de los antiguos alumnos y era bien larga y con nombres muy buenos: Paco Plaza, David Pinillos, Fernando Franco, Ramón Salazar, Fernando González Molina… Decidí decorar las instalaciones sólo con carteles de películas que tuvieran que ver con alumnos de la escuela. Yo antes de entrar en la ECAM no sabía que esos profesionales se formaron aquí.
Creo que la ECAM ha estado muchos años siendo la única escuela de cine y por eso no tenía necesidad de tener notoriedad. La escuela no podía absorber ni el 10 por ciento de todas las solicitudes de ingreso que recibía y solamente aceptaban a los mejores. Ahora el panorama de formación ha cambiado mucho y la ECAM ha tenido que adaptarse para no morir. La notoriedad de los antiguos alumnos es algo fundamental para la escuela y es genial que vengan aquí y cuenten su experiencia para que, quien quiera estudiar cine, siga eligiendo la ECAM. Cuando yo llegué a la escuela, no había departamento de marketing y el servicio de comunicación estaba contratado desde hacía siete meses… ahora, ya sabéis, hemos lanzado una campaña publicitaria”.
AV451: ¿Cómo es el alumno de la ECAM? ¿Hay mucho estudiante de fuera de España?
G.S.S.: “El perfil de nuestro alumno medio es 22 años, el 33 por ciento con estudios medios o superiores terminados, algunos vienen tras abandonar Comunicación Audiovisual. El 80 por ciento son españoles, el 44 por ciento son de Madrid, otro 40 por ciento son del resto de España, el 14 por ciento restante es de fuera del país. Este año tenemos cinco alumnos de China, algunos apenas sabían hablar español y dos meses después ya han aprendido el idioma. Son gente muy brillante.
Al ser un programa tan práctico, porque ya en el primer curso cada alumno tiene que presentar un trabajo con cada oficio del cine, tenemos que ser muy conscientes del número de alumnos que aceptamos, el primer año que estuve fueron 98, ahora mismo son unos 240 y aspiro a que, como mucho, sean 300. Tengo un par de ideas que podrían permitir aún más alumnos, pero ya veremos.
Creo que con el cambio profundo del primer curso, hemos conseguido tener más tiempo para analizar quiénes son los mejores y para reorientar al alumno. Para acceder tan sólo pedimos una carta explicando sus objetivos y una entrevista. Eso es información más que suficiente, y enseguida veo quién tiene ganas de currar. Lo importante es la actitud, no la aptitud. Casi todos vienen con la idea de dedicarse a la dirección, pero no todos valen para ello, por ejemplo. Te puedo comentar que uno de cada tres alumnos había descubierto en sólo un mes que no quería dedicarse a la dirección, optaba por un oficio diferente que a lo mejor desconocía hasta entrar en la ECAM”.
AV451: ¿Tiene la ECAM un equilibrio entre la formación del talento y la formación del negocio? Hay quien opina que hay muchas posibilidades para formarse como director de fotografía, pero no tantas como productor o empresario…
G.S.S.: “La formación en ECAM es tremendamente específica a partir de segundo, puede haber asignaturas comunes como historia del cine y poco más, pero aprenden funciones muy distintas. Lo que pasa es que ser director de cine es más notorio, pero aquí en términos cuantitativos vamos a formar al mismo número de alumnos en cada oficio, habrá diez productores, diez directores de fotografía, diez guionistas… la gente de la calle te sabe decir el nombre de un director de cine pero no de un productor”.
AV451: ¿Qué presencia tiene la televisión en la ECAM?
G.S.S.: “Depende un poco del oficio, en producción y guión hay bastante parte dedicada a la televisión por las especificaciones que requiere. Es cierto que hay menos televisión de lo que me gustaría, pero ahora mismo los alumnos tienen ya suficientes prácticas, ¡les damos unas buenas palizas! Quizá tendríamos que ampliar a cuatro años para dar más televisión, pero es algo a lo que, de momento, me niego porque entonces dedicarían ocho o nueve años a estudiar, primero en la universidad y luego aquí, y estudiar audiovisual no puede ser igual de difícil que ser médico”.
AV451: Habéis albergado muchos rodajes últimamente, ¿cómo hacéis para que eso no incluya en las clases?
G.S.S.: “Tenemos bastante sitio en las instalaciones de la ECAM, cuando más se rueda en la escuela es en primavera y ahí hay un pequeño cuello de botella para albergar rodajes externos, pero por norma general podemos ofrecernos para rodajes como el de ‘La herida’. El verano es una época ideal para utilizar los platós, aunque también estamos en vías de llenar la escuela con cursos de verano, es una de las asignaturas pendientes”.
AV451: ¿Cómo es la relación con los patronos?
G.S.S.: “El patronato de la escuela nos da todo el apoyo y absoluta libertad de maniobra, tiene plena confianza en nosotros, de hecho quiero implicarlos más, que sientan que la escuela es suya, estamos trabajando con SGAE para un máster. A los patronos les hago llegar también las nominaciones que acumulamos en los Goya, hacemos pases en la Academia, tenemos un acuerdo con la librería Ocho y Medio, y los patronos se sientes más implicados, hablan más entre ellos de la escuela…”
AV451: ¿Repetirás en el cargo cuando se acabe tu primer período aquí?
G.S.S.: “Mi cargo debería tener fecha de caducidad, la renovación es buena para la escuela, después de cuatro años ya has dado mucho y se te pueden agotar las ideas”.