Salvador Calvo: «‘Los últimos de Filipinas’ no es un remake del filme de 1945, contamos los hechos y los llevamos a la actualidad»

Una de las últimas apuestas del cine español en el último mes del año es ‘1898. Los últimos de Filipinas’, opera prima de un director acostumbrado a la televisión, Salvador Calvo. La nueva versión del mítico filme de 1945 está ahora protagonizada por Luis Tosar, Javier Gutiérrez, Álvaro Cervantes, Karra Elejalde, Carlos Hipólito, Ricardo Gomez, Patrick Criado, Miguel Herrán, Emilio Palacios, Eduard Fernández y Alexandra Masangkay. «No me podía imaginar que en mi opera prima pudiera tener un reparto así», señala Calvo.

En 1945 Antonio Román dirigió ‘Los últimos de Filipinas’, un éxito incontestable de la época protagonizado por Armando Calvo, José Nieto, Guillermo Marín, Manolo Morán, Juan Calvo, Fernando Rey, Manuel Kayser, Carlos Muñoz, José Miguel Rupert, Pablo Álvarez Rubio, Nani Fernández, Emilio Ruiz de Córdoba, César Guzmán, Alfonso de Horna, Manuel Arbó, Conrado San Martín, Adriano Domínguez y Tony Leblanc, entre otros. Según datos del ICAA la película original registró unos 30.000 espectadores y una taquilla de más de 2.700 euros. «Nosotros hemos intentado ser rigurosos con la historia, creo que hemos rodado una película muy clásica, una narración cronológica para la que hemos contado con la ayudas de dos historiadores», reconoce Salvador Calvo.

Y es que Salvador Calvo (‘Alakrana’, ‘Niños Robados’, ‘Motivos Personales’, ‘Hermanos’, ‘Masala) vuelve a ese mismo pasaje pero con un punto de vista diametralmente opuesto y apegado a la historia real, de la que surge el relato antibelicista de forma natural. «Quiero dejar claro que no es un remake de la película de 1945, hemos intentado contar los hechos históricos y llevarlos a la actualidad. Como ocurre hoy en día, había mucho desencanto en el pueblo porque los dirigentes miraban para otro lado, creo que contamos cosas muy contemporáneas», comenta el director.

Con guión del cubano ganador de un Goya, Alejandro Hernández (‘Todas las Mujeres’, ‘Caníbal’, ‘Havana Blues’), ‘1898. Los últimos de Filipinas’ es una producción de Enrique Cerezo, Manila Producciones A.I.E. y C.I.P.I Cinematográfica S.L., que cuenta con la participación de TVE, Telemadrid, 13 TV, Gobierno de Canarias y el ICAA. Por su parte, Sony Pictures Releasing España estrena el filme el 2 de diciembre. «He intentado hacer una película sobre la condición humana que nos haga pensar cuando acaba. Lo que realmente me importa es que el viernes el público vaya a verla», declaró el director de ‘Alakrana’ durante la presentación en Madrid de ‘Los últimos de Filipinas’.

Un rodaje largo y complicado durante nueve semanas, con un presupuesto de unos seis millones de euros, llevó al equipo por localizaciones de Guinea Ecuatorial, y ya en España en Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria (Santa Lucía de Tirajana). «Rodar en la localidad filipina de Baler era muy caro, valoramos otros lugares como Colombia y Santo Domingo, pero al productor Enrique Cerezo y al director de producción Carlos Bernases les gustaba el reto de rodar por primera vez en Guinea. La parte del barco ser rodó en Tenerife con un buque real de principios de siglo y en Santa Lucía de Tirajana, en Gran Canaria, encontramos el valle perfecto, con una vegetación muy frondosa y montañas», explica el director.

A finales del siglo XIX España entró en guerra con Estados Unidos y sufrió la derrota que supuso la pérdida de las últimas colonias. Perdidas ya Cuba y Puerto Rico, intentaron defender Filipinas. Baler es una aldea situada en plena selva sin ningún tipo de conexión con Manila, la capital. En esta zona se está desarrollando, bajo el mando de un tal Luna Novicio, un movimiento de resistencia que pelea por la rendición de los “castilias”, que es como llaman a los españoles. En la noche del 4 al 5 de octubre de 1897 el destacamento español (50 hombres) fue asaltado. Tan sólo 13 quedaron con vida. Los jefazos de Manila decidieron que no había que rendirse y enviaron a otro grupo de 50 hombres, la mayoría jóvenes inexpertos. El mando lo ostentaba el capitán Enrique de las Morenas y le acompañaban el teniente Martín Cerezo, un médico llamado Vigil y Fray Cándido, un cura. Contra lo que la razón y los hechos dictaban, decidieron aguantar atrincherados en una iglesia durante casi un año en una guerra que ya estaba perdida. «Los impresionantes decorados del director de arte Carlos Bodelón son exclusivos para la película, no hemos reutilizado ninguno de otra producción. Por ejemplo, la iglesia está reconstruida tal cual era», concluye el director.