En los últimos años, el terror ha sido una de las señas de identidad del cine español tanto dentro como fuera de España. Películas como ‘Los Otros’, de Alejandro Amenábar; ‘El orfanato’, de Juan Antonio Bayona, o la saga ‘REC’, de Jaume Balagueró han ocupado las primeras posiciones del ranking de las películas españolas más taquilleras. Pero éstas son solo la punta del iceberg de una tradición que se comenzó a gestar en los años 60 y 70 del siglo pasado, con unas películas y unos directores que hoy son autores de culto para directores como Joe Dante o Quentin Tarantino.
Victor Matellano ha presentado en Málaga el documental ¡Zarpazos! para el que ha contado con la colaboración de nombres internacionales tales como el director Joe Dante (‘Gremlins’, ‘Piraña’), la actriz Caroline Munro (‘Maniac’, ‘Dr. Phibes’), el profesional de los efectos especiales Colin Arthur (‘2001’, ‘Alien’) y los nacionales como Paco Plaza (‘REC’), Jorge Grau (‘No profanar el sueño de los muertos’), José Ramón Larraz (‘Las hijas de Drácula’) y Manuel M. Velasco (‘Bloody West’), entre otros.
¡Zarpazos! cuenta como a finales de los años sesenta del siglo pasado, el cine español comienza a producir de forma continuada una ingente cantidad de películas de género de terror. El fenómeno propició una importante apertura a los mercados internacionales, una producción continuada, un determinado star-system, así como directores especializados. Eso sí, el Spanish Horror en aquellas décadas pasadas frecuentó el mimetismo internacional, así como ofreció un particular abordaje del sexo, la sangre y la violencia… Este documental repasa de forma amena y divertida, entre recuerdos y anécdotas, aquel insólito fenómeno de la España franquista.
El documental, que está basado en el libro «Spanish Horror» del propio Víctor Matellano, con prólogo de Christopher Lee, cuenta con la producción asociada de José Frade y la participación de Talamanca de Cine. “El cine de terror español es parte de mi vida, es un tema recurrente desde que tengo 11 años. Nunca he dejado de coleccionar terror español o western español… Por esta razón la película me ha salido de forma natural, no me cuesta hacer algo como esto. Quizá haya un momento en mi vida en el que debido de emplearme a fondo en investigar sobre el tema, pero no sé cuando, porque como te digo surge de forma natural, sin esfuerzo”, confiesa Víctor Matellano a Audiovisual451, en Málaga.
Como para muchos amantes españoles del género de terror, la figura de Chicho Ibáñez Serrador es una figura clave: “Yo entro en este mundo el año 82, el responsable es Chicho Ibáñez Serrador y su programa ‘Mis terrores favoritos’, entonces, por ejemplo, descubro que existe un señor que se llama Jacinto Molina que se cambia el nombre por el Paul Naschy…”, comenta el director de ‘Zarpazos’, que reconoce que realizado el documental con una facilidad impropia en los tiempos actuales:
“Realmente el documental no ha entrañado una gran dificultad y esto tiene una explicación, los que aparecen en él son en muchos casos mis amigos y a todos los conocía antes. No he tenido que llamar a nadie que no conociera anteriormente. Para conseguir entrevistas con directores internacionales como Joe Dante, aprovechamos el Festival de Sitges. Dante es un personaje muy interesante porque colecciona cine de terror de todo el mundo y conoce muy bien el cine de terror español. Pero hay otros ejemplos, si ves ‘La niebla’ de John Carpenter, te das cuenta que el director ha visto ‘El buque maldito’ de Amando Ossorio, está clarísimo. John Landis también ha visto estas películas, al igual que Quetin Tarantinto que es muy fan».
Precisamente, llama la atención la veneración que existe en otras partes del mundo por la obra de autores españoles como Paul Naschy, Amando Ossorio, Jorge Grau… Existen ediciones de gran calidad en blu-ray de muchas de sus películas: “Es alucinante, compras un blu-ray en Estados Unidos de ‘Pánico en el transiberiano’ y te sorprende la calidad de imagen, como recién salidas del laboratorio, cuando aquí las copias que mantenemos de esos mismos títulos son desastrosas. El cine español que más se ve y se compra fuera de España es éste, yo he comprado ediciones de películas españolas de terror en Estados Unidos por 30 dólares. La razón es que Países como Italia o Reino Unido, que eran los países coproductores con España, cuidaban mejor los masters, por eso ahora hay buenas copias. En España, sin embargo, se llegaban a depositar en la filmoteca copiones de rodaje, sin dar importancia a la calidad porque nunca hubo la idea de hacer catálogo, eran películas de consumo rápido, de usar y tirar. Era cine de pipas, de rápido consumo, no pensaban que fuera patrimonio fílmico. Todavía hoy los actores y directores se sorprenden de que les conozcan y pidan autógrafos en convenciones por películas que rodaron en los 70”.
Además de la veneración por este tipo de cine que existe en el extranjero, no hay que olvidar que este tipo de cine de género también ha cautivado a los espectadores españoles: “Si coges el listado de las películas españolas más taquilleras de la historia te das cuenta de la importancia del cine de terror, están todas arriba: ‘Los otros’, ‘El orfanato’, ‘REC’… Quizá esta última sea el gran hito del cine de terror español de todos los tiempos, porque con ella hemos conseguido exportar un modelo, que Estados Unidos haga un remake. Siempre se dice que la comedia es la seña de identidad del cine español pero lo que más ha devorado el público son películas de género, como por otro lado ocurre en el resto del mundo. La crítica ha pasado por dos fases con el cine de terror español, en su momento en los 60-70 se trató a este cine como una charlotada, pero es que ciertamente la calidad de muchas de ellas era ínfima y el análisis crítico era inconcebible. Ahora, con el paso del tiempo, es políticamente incorrecto atacarlas porque se han convertido en un producto naif con encanto”.
La película mezcla entrevistas con jóvenes valores del cine español, expertos y enamorados de este tipo de cine, con secuencias de las películas más representativas del género: “El presupuesto no ha sido muy alto, lo interesante ha sido el poder coproducir con José Frade porque ha facilitado la parte más cara del documental, los derechos de la imágenes de las películas, casi todas proceden del mismo catálogo. Las imágenes de archivo era la parte principal del presupuesto. Estuvimos varios meses rodando entrevistas, en tres bloques… en Sitges, durante el festival, en Talamanca del Jarama, en Madrid…”
Además de las imágenes de archivo, la postproducción también fue uno de los procesos más costosos, con animaciones de fotografías en 3D: “El documental tiene también una importante labor de postproducción, hay animaciones de imágenes en 3D que no son sencillas, es un trabajo laborioso. Es un elemento interesante para poder dar al público la sensación de película en ciertas imágenes estáticas”, señala el director.
La edad dorada del cine de terror español de los años 70 no hubiera sido posible sin una legislación adecuada para las coproducciones que dieron lugar primero a ‘películas de romano’ y luego al spaguetti western: “El hecho de que en los 60 y 70 hubiera un sistema de coproducción propició el que se hiciera cine de género. Primero se produjeron Péplums con Italia, un cine que permanece aproximadamente hasta el año 63-64, posteriormente irrumpe el spaguetti western, en los años 70, cuyo auge se inicia con ‘Por un puñado de dólares’. Los realizan los mismos directores, técnicos e incluso actores que trabajaban en los ‘Péplums’. El fenómeno del spaghetti western llega hasta inicio de los 70 y a partir de entonces, de nuevo, los mismos profesionales empiezan a hacer cine de terror, que continúa hasta finales de los 70, cuando empieza el ‘Soft Core’, el cine S. Eran siempre los mismos directores y técnicos, probablemente el cine de terror español de esa época no hubiera existido sin los ‘péplums’ y el western, no al menos de esa manera pseudo industrial o artesanal, con una producción en continuidad”.
Matellano cree que el hecho de que nos e haga actualmente más cine de género tiene más que ver con la propia situación del cine español que los gustos del público u otros factores externos: “Ahora no se produce de una manera continuada por lo mismo que sí se hacía entonces. La respuesta es el propio cine español, entonces había un cine español que se producía en continuidad y ahora hay un cine español, del género que sea, que directamente no se hace. No hay más. Ahora no se hace más cine de terror porque no se hace apenas cine. Antes había una sucesión artesana de películas en comedia, terror… Industrialmente se desmontó todo esto en el año 83 con una Ley que lo destruye. De todos modos, no sé si hubiera sobrevivido, lo cierto es que ahora la continuidad en la producción es muy complicada, es muy raro que una productora haga dos películas seguidas, hay 4.000 productoras pero muy pocas películas. Antes había productoras especializadas en el cine de terror como fue el caso de Profilmes, que presentaba a sus estrellas en exclusiva. Hace unos años, hubo un intento con la Fantastic Factory de Filmax, pero tampoco ha perdurado en el tiempo. La idea era la misma, crear un corpus de directores, actores y técnicos que realizasen cine de género en inglés, sobre temas universales, evitando parecer películas españolas. El futuro del cine de terror español está unido al cine español, cuando se arregle un poco la situación en España se harán más películas y por tanto más películas de terror. Sin embargo, se rumorea que se van a impulsar más las producciones en español o en algunas de las lenguas cooficiales del Estado, lo que significa que se va a penalizar la películas españolas rodadas en inglés, algo que a mi juicio no tiene sentido”, concluye Víctor Matellano.