«Sin nosotros no hay cine», así de contundente ha sido Óscar Perez de EPC, una de las principales compañías de alquiler de equipos de producción audiovisual de España, que es una de las más de 40 que integran ALÍA – Alianza Industria Audiovisual, la nueva asociación de empresas técnicas de la industria audiovisual española, que se ha presentado en el Festival de San Sebastián.
ALÍA se gestó en el mes de abril, en pleno confinamiento, y se constituyó oficialmente el 6 de junio. En unos pocos meses ha reunido a las principales empresas que ofrecen servicios al sector de producción audiovisual en España.
En la presentación de San Sebastián ha participado Samuel Castro, gerente de ALÍA, junto a cuatro de los socios de la nueva asociación: Roberto Sacristán (Aluzine Rentals), Vanessa Ruiz Larrea (Deluxe Spain), Bernat Aragonés (Antaviana) y Óscar Pérez (EPC). «Esperamos ser muchos más pronto, cada producción audiovisual que se hace en España actualmente cuenta con uno o más de nuestros socios, por eso queremos ser interlocutores válidos con las diferentes administraciones y la propia industria, para que se produzca más y mejor», ha comentado el primer presidente de ALÍA, Roberto Sacristán.
Vanessa Ruiz Larrea ha explicado que uno de los objetivos de la asociación es la internacionalización de la industria audiovisual española en un momento dulce a nivel de producción y ha hecho hincapié en la importancia de una iniciativa como ALÍA para el desarrollo de la industria no solo en el contexto actual de pandemia: «ALÍA es importante en el contexto actual y lo será después, consideramos que tenemos mucho que aportar, ALÍA es unión, colaboración y soporte».
Por su parte, Bernat Aragonés se ha fijado en la transversalidad de la iniciativa: «el ecosistema audiovisual español es complejo y diverso y por eso es tan necesaria una asociación como ALÍA, para enfrentarnos con mayor eficacia a los retos del sector a nivel de transformación tecnológica, del consumo audiovisual y de modelo de negocio». La heterogeneidad de ALÍA se demuestra porque entre sus 42 socios que cada mes pagan una mensualidad de 60 euros hay fabricantes y distribuidores de equipos, empresas de alquiler, postproducción, VFX, sonorización, doblaje, localización…
Óscar Pérez se ha referido a las industrias técnicas como las grandes olvidadas durante muchos años: «Y somos fundamentales en la cadena de valor del audiovisual, tenemos que estar al día constantemente y para ello debemos realizar grandes inversiones, por eso queremos estar también en las mesas de negociación del sector», ha declarado.
En breve ALÍA se reunirá con el Ministerio de Economía y están en contacto permanente con otras asociaciones profesionales como PROFILM, la asociación de productoras de audiovisual internacional, y APCP, la Asociación de Productoras de Cine Publicitario. El pasado julio, PROFILM, y la asociación de empresas técnicas y de servicios a la producción audiovisual, ALÍA, firmaron ya un convenio de colaboración para realizar acciones conjuntas con el objetivo de fortalecer la industria de los rodajes internacionales.
La pandemia ha demostrado la capacidad de adaptación de los integrantes de ALÍA, que en muchos casos pudieron seguir trabajando en remoto: «nos hemos dado cuenta de que hay otra manera de trabajar, la pandemia también ha sido una oportunidad para nosotros», ha confesado Aragonés. Sin embargo, por el camino también se han quedado trabajos: «Tras el confinamiento ha habido una explosión de producción nacional y en nuestro caso no hemos tenido que parar ningún rodaje por coronavirus, pero es cierto que debido a las cuarentenas que obligan a España hemos perdido toda la producción de publicidad internacional», ha reconocido Óscar Pérez.