Tras inaugurar el año pasado la sección ZonaZine, la más trasgresora del Festival de Málaga, el 13 de julio llega a los cines españoles de la mano de Begin Again Films: ‘No quiero perderte nunca’, un drama sensorial dirigido por Alejo Levis y protagonizado por María Ribera, Carla Torres, Aída Oset y Montse Ribadellas.
Se trata de una producción de Life & Pictures que cuenta la historia de Malena y Paula, que se acaban de trasladar a la casa de campo en la que vivían los padres de Paula. Una mañana recibe la noticia de que su madre se ha escapado del geriátrico donde estaba. Malena se va a trabajar y Paula se queda sola, hasta que recibe una visita inesperada. Su madre ha entrado en la casa pero ella no la encuentra, en una casa habitada de recuerdos cada vez más borrosos e imprecisos. Paula se perderá buscando a su madre, y tendrá que ser Malena la que la ayude a salvarse, como si fuera una medium intentando expulsar sus fantasmas interiores. El productor Sebastián Mery ha contado los detalles de esta producción repleta de poesía.
Audiovisual451: La película estuvo ya en 2017 en el Festival de Málaga ¿no es así?
Sebastián Mery: “Así es, la finalizamos justo para participar en el Festival de Málaga de 2017. Luego pasó por otros festivales”
A451: Entonces, ¿por qué no se ha estrenado antes?
S.M: “No se ha estrenado antes fundamentalmente por falta de dinero. Porque si tienes dinero puedes acceder a un determinado escenario de distribución en cines, si no lo tienes puedes ‘autodistribuir’ la película, hacer tu mismo el booking, invertir en los materiales promocionales, hacer una campaña o incluso montar una estrategia de venta de entradas a demanda como hace por ejemplo Screenly… Como no teníamos ese capital esperamos a que alguna distribuidora se interesara y para ello tienes que conseguir notoriedad y eso lo logras moviendo la película por festivales. La idea era encontrar una inversión mínima para poder justificar un cierto retorno”.
A451: Tal y como está la distribución en España todo se complica con este perfil de película…
S.M: “Hay que tener claro que se trata de una película muy de nicho, no quiero decir para una determinada edad o de un determinado aspecto socio-económico, me refiero a un público que esté interesado en conectar con un tipo de película muy emocional, de personajes… Con una película tan de autor al final es muy difícil convencer a alguien de que va a tener un retorno garantizado que asegure la inversión. Como productor ya las pasas canutas y además tienes que encargarte de todo el proceso”.
A451: ¿También lo pasaron mal en todo el proceso de producción?
S.M: “Las pasamos canutas en todo el proceso burocrático, no en la confección del equipo, porque eso lo aglutinó el director. Alejo Levis es dramaturgo, ha trabajado mucho en publicidad, ha trabajado con Eugenio Mira. Tiene carisma y la gente cree en él”.
A451: ¿Cómo se ha financiado la película?
S.M: “Esta película se ha financiado con recursos propios de la productora y la capitalización de los sueldos del equipo”.
A451: ¿Qué es lo que lleva a involucrarse en un proyecto como éste? Imagino que es difícil verlo a través de un guión…
S.M: “Básicamente conozco al artista que hay detrás de la película. Creo que todos tenemos la ambición de apoyar a alguien que tiene algo bonito que contar y con un lenguaje particular. Además, el esfuerzo económico tampoco era tan exagerado. Rodar 15 días en dos localizaciones, haces cuentas y te lanzas porque merece la pena involucrarse en algo tan bonito. Me gusta también ser un productor que ha apoyado a un autor como Alejo Levis, creo que tiene una mirada especial que debe trascender. Alejo tiene la capacidad de transportarme más allá de mi realidad”.
A451: ¿Entonces fueron dos semanas de rodaje?
S.M: “Sí, fueron dos semanas intensivas de rodaje, con un único día descanso y realizamos algunos retakes posteriormente”.
A451: ¿Interviniste en la confección del reparto?
S.M: “No intervine en el reparto porque cuando Alejo me propone el proyecto ya venía con unas actrices que me parecían muy bien. Si hubiera sido una película con más pretensiones comerciales quizá a lo mejor hubiera sugerido algún nombre más popular para poder usarlo en la promoción. Pero la coherencia del proyecto no invitaba a proponer ningún nombre”.
A451: Estéticamente la película es muy potente ¿fue laboriosa la postproducción?
S.M: “Todo fue muy artesanal y laborioso. Se cuidaba cada plano desde el rodaje. La postproducción se hizo en Metropolitana una empresa muy acostumbrada a trabajar en publicidad. Se dedicó mucho tiempo. Todos los que han trabajado en la película lo han hecho con mucho cariño porque veían que había una gran sensibilidad detrás”.
A451: ¿Qué tienes ahora entre manos?
S.M: “Ahora, estoy leyendo guiones más convencionales. Al final lo que estoy mirando es cómo hacer dos películas muy independientes, sin ayudas ni televisiones, y otra más industrial, porque tampoco puedes dedicarte a hacer películas muy independientes porque no generas riqueza ni haces un favor al sector”.
A451: ¿Qué entraña más dificultades?
S.M: “Hacer una película industrial cada vez es más difícil porque el ICAA no ayuda mucho, es increíble que para optar a la subvención tengas que tener una televisión y una gran distribuidora. Pero no todo acaba en el ICAA, hay que buscar otras alternativas como las desgravaciones fiscales, coproducciones internacionales…”
