El pasado 10 de noviembre se estrenó en salas comerciales de toda España el documental musical ‘Semilla del Son’, tras su premier mundial en el Festival de San Sebastián y después pasar por la sección oficial de la Seminci de Valladolid. Ahora el documental busca ser uno de los finalistas para los 38º Premios Goya.
El filme de JuanMa Betancort (‘Playing Lecuona’) sobre la figura del músico Santiago Auserón y su relación con el son cubano es una producción de Insularia Films en asociación con La Huella Sonora, compañía de Santiago Auserón, y cuenta con el apoyo del Gobierno Canario y la Televisión Canaria.
En la road movie sonora de JuanMa Betancort, director y productor especializado en películas musicales, Santiago Auserón se impregna de la sabiduría rítmica del son desde su primera visita a Cuba en 1984 durante unas vacaciones de Radio Futura. Su posterior proyecto, Juan Perro, ha sido su laboratorio sonoro y en él sintetiza Cuba, España y Nueva Orleans. ‘Semilla del Son’ es un viaje que parte de la tradición española y vuela al delta
del Mississippi en forma de blues, con parada intermedia en el son cubano, para
fusionarlo finalmente con el jazz de Nueva Orleans. Betancort ha contado a Audiovisual451 los secretos de este documental rodado en plena pandemia en Cuba.
Audiovisual451: ¿Dónde nace la conexión con Santiago Auserón?
J.B: “Soy un fan de Santiago Auserón desde los años 80. En el año 1982, yo formaba parte de la escena underground de Tenerife y escuchaba a Radio Futura en Radio 3, en el programa de Jesús Ordovás, en los conciertos emitidos incluso antes de sacar su primer disco. Desde Canarias seguíamos toda lo que pasaba en el Madrid de La Movida. Nuestro cordón umbilical con esa escena madrileña era sobre todo el programa Diario Pop de Radio 3 y el programa de televisión de Paloma Chamorro ‘La Edad de Oro’”
A451: ¿Y con el son cubano?
J.B: “Toda la evolución de Santiago Auserón como artista me pareció siempre muy coherente, incluso el gran salto que dio desde Radio Futura a Juan Perro. Bajo mi punto de vista, era una evolución muy orgánica. Cuando a principio de los años 90 él organiza los encuentros con el son cubano, yo ya estaba en Madrid estudiando y me impactaron mucho. Fue un todo un descubrimiento ver a músicos como ‘Los Muñequitos de Matanzas’ en la Casa de América y el Círculo de Bellas Artes. También me impactaron mucho los recopilatorios de Santiago Auserón sobre Compay Segundo y todo lo relacionado con el proyecto ‘Semilla del Son’. Lo tengo todo guardado, me parecía lo más innovador de ese año 90”.
A451: ¿Qué supone todo esto para la cultura?
J.B: “Santiago rescata para España el son cubano y lo pone de moda en todo el mundo a través de un encuentro con Ry Cooder, antes de que éste pusiese en marcha el fenómeno mundial de ‘Buenavista Social Club’, también con la película de Wim Wenders. Después, esa expansión continuaría con David Byrne, líder de Talking Heads. Pero es Santiago Auserón es el responsable de que el son cubano se ponga de moda en España y en todo el mundo”.
A451: ¿Y cuándo se cruzan los caminos de música y cine?
J.B: “Cuando hice el documental musical ‘Playing Lecuona’ (2016), coproducido junto a Gervasio Iglesias de La Zanfoña y protagonizado por artistas de la talla de Chucho Valdés, Michel Camilo, Gonzalo Rubalcaba, Ana Belén, Omara Portuondo o Raimundo Amador, ganamos el premio al Mejor Documental en el Festival Internacional de cine de Montreal. La película tuvo un gran recorrido internacional y Santiago la vio y le gustó mucho. Casualmente los dos recibimos en 2017 el Premio Internacional Cuba Disco. Yo por ‘Playing Lecuona’ y en el caso de Santiago Auserón, por su disco ‘El Viaje’. A partir de ahí, nos reunimos en Madrid y le propongo llevar al cine el proyecto ‘Semilla del Son’, un recopilatorio de música cubana que después se convierte en un libro. Para él suponía cerrar el círculo: disco, libro y película”.
A451: ¿Fue fácil convencerle?
J.B: “Santiago Auserón había rechazado antes hacer muchos proyectos cinematográficos, solo había hecho cine con Pedro Almodóvar en ‘Laberinto de pasiones’, de hecho, parte de ese filme se rodó en su casa. Como te digo, había rechazado muchas cosas, por ejemplo, Julio Medem le propuso protagonizar la película ‘La ardilla roja’ y el programa de RTVE de Ariel Rot, ‘Un país para escucharlo’, fue diseñado en un principio para Santiago Auserón, pero no le interesó. Siempre le han ofrecido muchos proyectos audiovisuales y siempre ha dicho que no, porque es muy meticuloso con todo lo que hace, por eso es un honor que aceptase hacer ‘Semilla del Son’ conmigo”.
A451: ¿Cuánto le ha llevado al proyecto ver la luz?
J.B: “Nos reunimos en el hotel Puerta de América de Madrid en el otoño de 2019 y han pasado cuatro años desde entonces hasta su estreno en cines”.
A451: ¿Cómo fue el rodaje en Cuba?
J.B: “Nos fuimos a Cuba y viajamos por la isla en un Dodge del 56 y rodando nos pilló la pandemia, que nos hizo perder un año. Es cierto que ya habíamos rodado el 80 por ciento de lo que queríamos. Nos encerraron en los hoteles en La Habana, Santiago fue el primero que salió y nosotros creo que salimos en el último avión que partió para España con los españoles que estaban allí, a nosotros nos llegaban las noticias a Cuba pero no éramos totalmente conscientes de lo que estaba pasando en España hasta que llegamos”.
A451: ¿Qué pasó con el 20 por ciento de metraje que faltaba?
J.B: “Luego rodamos un poco, aprovechando que estuvimos después en La Habana, pero yo ya cuando me senté en el avión de vuelta en plena pandemia sabía que tenía la película, a pesar de no haber podido rodar un 20 por ciento de lo que queríamos. Así se lo dije al director de fotografía en ese avión. Lo que faltaba no era lo más importante, lo más auténtico ya lo teníamos”.
A451: ¿Cuánto tiempo llevó el rodaje en Cuba?
J.B: “Rodamos en Cuba un par de semanas o tres, más o menos, antes de parar por la pandemia”.
A451: Con ese tiempo, todo debía estar perfectamente medido…
J.B: “Sí, todo estaba muy planificado antes de rodar. Santiago tenía muy claro los temas musicales que quería filmar y los artistas cubanos que quería en el documental. Yo hice una preproducción en Cuba para preparar toda la logística, alojamientos, transporte… y localizar a los artistas que queríamos. También fui localizando y enviando diferentes propuestas a Santiago».
A451: Pero hay momentos en el documental que es difícil controlar…
J.B: “Todo estaba muy planificado pero lo que más me gusta de un documental es todo el margen de improvisación que surge alrededor. El cine de no ficción te permite recoger momentos que no estaban planificados, que surgen en el momento de manera espontánea durante el rodaje, eso creo que da una frescura a los proyectos muy importante y me gusta mucho. Yo siempre le digo a mi equipo que no pare de rodar, en este caso, por ejemplo, durante las improvisaciones que hacía Santiago para matar el tiempo mientras preparábamos una escena”.
A451: ¿La voz en off de Santiago Auserón estaba prevista desde el principio?
J.B: “Sí, la voz en off con los textos de Santiago estaba prevista desde el inicio. Lo que sí tuvimos que hacer es ajustar esos textos al ritmo de la película, le pedimos que adaptase esos textos para que encajasen mejor con el tempo de la película. Con la película ya montada, adaptamos toda la voz en off, pero siempre imaginamos la película con la voz de Santiago. Es una delicia siempre escucharle, es muy cautivador con un discurso siempre muy intelectual, nunca se ha vendido”.
A451: ¿A qué otros retos se enfrento el líder de Radio Futura?
J.B: «El reto principal al que se enfrenta Santiago en esta película es interpretar el son cubano como uno más, porque interpretar su repertorio de Juan Perro es fácil, pero interpretar clásicos del son junto a propios soneros es un reto increíble, muy complicado y creo que ha dado la talla”.
A451: ¿Cuál es la razón del auge actual del documental musical?
J.B: “Sí, realmente hay un auge del documental musical, yo creo que todos los artistas y los músicos quieren tener su documental. En España faltaban pocos, todos tenían su documental, Sabina, Bumbury, ahora Kiko Veneno… faltaba Santiago Auserón. Es un género que me encanta, de hecho mi siguiente película también es un documental musical, se titula ‘La partitura del Cosmos’, un diálogo entre astrofísicos y la música, en el que participan Brian Eno, Brian May, Jean Michel Jarre… Yo creo que triunfa porque el documental musical es un género doblemente generoso con el público, porque le ofrece una doble experiencia, la cinematográfica y la musical”.
A451: ‘Semilla del Son’ se estrenó en el Festival de San Sebastián y luego pasó por Seminci, no está nada mal…
J.B: “La verdad es que es un lujo haber podido estrenar en el Festival de San Sebastián y también estar en la Seminci de Vallaodlid. José Luis Cienfuegos, director de Seminci, es un fan de Santiago Auserón y me dijo que quería que la película tuviera un lugar especial en el festival. Hicimos una proyección un día antes del cierre del festival y Santiago tocó dos canciones en la gala de clausura”
A451: ¿Cuáles serán los siguientes pasos?
J.B: “Todavía sigue en salas comerciales en España y el estreno internacional en cines será en 2024. Nos gustaría que fuese en México, donde Santiago Auserón es también toda una institución como en España. Además hay mucho interés por la película en mercados como Argentina, Chile, Colombia…”