La popular web española para el visionado y la descarga gratuita de series de televisión lleva varios días con el acceso bloqueado, y ofrece únicamente opciones de pago, al igual que su «hermana» Películas Yonkis. Un paso más para que disminuya la piratería y una vía más para demostrar a los usuarios que ya existen alternativas cada vez más competitivas, como la televisión de pago. Aunque no hay que cantar victoria.
Las redes sociales están inundadas desde hace días con mensajes de usuarios habituales de esta página web, cuyos responsables mantienen silencio. Cabe recordar que Series Yonkis fue creada por Alberto García Sola en 2007, pasó a manos de David Martínez y Jordi Tamargo en 2009 y desde 2011 pertenece a Alexis Hoepfner y su compañía Burn Media S.L. Desde 2008 cuenta con una diligencia penal abierta a raíz de una demanda presentada ese mismo año por albergar contenido protegido por los derechos de autor.
«Creemos que es necesario llamar la atención de la sociedad sobre el perjuicio enorme que supone para los creadores la vulneración de los derechos de propiedad intelectual, ya sean series de televisión, películas, música u obras literarias. Por ello, valoramos de forma positiva la noticia sobre el bloqueo del acceso gratuito a contenidos pirateados de Series Yonkis, como todas las medidas destinadas a frenar esta práctica», comenta a Audiovisual451 Belén Frías, directora de comunicación de FOX International Channels Europa y África. En España FIC cuenta con uno de los canales de pago más vistos, FOX, que lleva varias temporadas esforzándose por traer contenido original y muy pegado a la emisión estadounidense con el fin de satisfacer a su audiencia y de conseguir más abonados para destronar la piratería.
Según el Observatorio de Piratería y Hábitos de Consumo de Contenidos Digitales, la tasa de piratería en España creció un 41 por ciento en 2012 respecto al año anterior hasta situarse en el 86 por ciento. El informe de 2013 debe estar al caer, pero muy probablemente las cifras no habrán apenas variado. Según el informe elaborado por GfK, la mitad de la población internauta descarga ilegalmente contenidos en Internet, y casi la mitad obtiene ficción cinematográfica y televisiva. Una práctica con la que plataformas de TV de pago y canales temáticos Premium tienen que convivir desde hace años.
«Lo peor de todo no es sólo la descarga ilegal de cualquier creación, sino la sensación de que este hecho carece de consecuencias. Al contrario, “mola” bajarse los contenidos de Internet porque es lo nuevo, porque “están disponibles” y, sobre todo, porque no se les da ningún valor más allá de su consumo rápido. En el caso de la televisión, aunque ahora la mayoría de las series están ya disponibles en los canales de pago prácticamente al mismo tiempo que en Estados Unidos, se admiten como válidas las excusas de que no se puede esperar o de que el servicio es muy caro. Esto último también ha cambiado de forma notoria en los dos últimos años con las opciones de emisión multipantalla facilitadas por los operadores de pago o por empresas de distribución legal de contenido online a precios muy asequibles. Luego ya no debería servir de pretexto», asegura Frías. Yomvi, Movistar TV Go u ONO TV Online son algunos ejemplos de esas plataformas que buscan poner en bandeja los contenidos a los usuarios.
Desde la aprobación de la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual del pasado mes de febrero, los esfuerzos por eliminar estos sites de enlaces se centran en cortales el servidor, y según informan medios nacionales, la Fiscalía solicitó a la empresa que le da este servicio a Series Yonkis y Películas Yonkis que los cerrara de manera cautelar. La reforma también incluye penas de hasta seis años de cárcel y multa de hasta 300.000 euros para los responsables de web de enlaces, lo que ha podido disuadir a los propietarios de Series Yonkis y Películas Yonkis.
Pero aún no se puede cantar victoria. Los programas de intercambio de archivos siguen su marcha y los procesos legales para ponerles freno son demasiado lentos. Numerosos han sido ya los intentos para tumbar plataformas como The Pirate Bay, que acoge enlaces para descargar en programas P2P. Como viene siendo habitual, la tecnología va por delante de la ley y el usuario siempre termina encontrando alternativas a los obstáculos. Aún así, las televisiones de pago no cesan en su empeño por mostrarse como el verdadero hogar de la ficción extranjera.
Pero quizá el verdadero problema de España es la subestimación de lo profesional. «Además de las medidas que se están empezando a tomar, urge un cambio de actitud respecto al pirateo, una concienciación social de que el uso indebido de algo tan intangible como la cultura o el entretenimiento tiene consecuencias. La peor, poner en riesgo el futuro de una industria y la calidad de unos contenidos, cuyos creadores deben ser recompensados por su esfuerzo exactamente igual que todos los trabajadores», concluye la directora de comunicación de FIC.
Habrá que esperar a ver la evolución de la reforma legal para que la industria audiovisual obtenga resultados reales contra la piratería.
