Hace poco más de quince días, el 25 de junio, Movistar+ anunciaba un cambio en su estructura que no ha pasado inadvertido para nadie. La noticia se ha convertido en una de las más leídas y comentadas en el sector y ha despertado algunas sospechas nada halagüeñas para la producción nacional.
Era viernes por la mañana cuando a los medios nos llegaba la nota de prensa que detallaba la nueva organización de Movistar+ en tres áreas, deportes, entretenimiento y ficción original (en este orden), y la creación de dos nuevas direcciones «estratégicas»: Alianzas y Dirección de Experiencia de contenidos, aún vacantes. De paso, se daba a conocer que Fernando Jerez, director de #0 y responsable de Contenidos de Entretenimiento de Movistar+, salía de la compañía después de cinco años y que Álex Martínez Roig, director de contenidos de Movistar+, se quedará un tiempo como asesor de Cristina Burzako, CEO del servicio de pago desde el pasado mes de febrero.
Es decir, la revolución en cuanto a estructura y directivos llega cuatro meses después del ascenso de Burzako desde su puesto en Marketing, Comunicaciones y Creatividad de Movistar+. Y llega cuando el servicio ha perdido más de 100.000 clientes entre octubre de 2020 y marzo de 2021. También llega en un contexto de desinversiones por parte de Telefónica, porque sigue siendo una compañía con una deuda elevada y con una cotización en bolsa que no llega a los cuatro euros por acción. Los números no engañan y si las cuentas no salen…
Leer con detenimiento la nota de prensa de Movistar+ sobre su cambio de estructura me ha llevado a conclusiones que comparte buena parte del sector. La primera de ellas es que el cierre de #0 podría estar cercano en el tiempo, no sólo por la salida de Fernando Jerez, si no porque el consumo a la carta se impone cada día, y más todavía si se trata de un servicio de pago. Yo misma hago zapping todas las noches por la ristra de canales lineales y termino eligiendo una serie bajo demanda. Confieso, incluso, que mi pareja, fan de Buenafuente y de Broncano, encuentra más fácilmente los clips de sus respectivos late night shows en YouTube y es ahí donde prefiere consumirlos, en lugar de acudir a su visionado en el servicio de catch-up de Movistar+. Pensando en esto, no es de extrañar que se haya creado una nueva dirección en la estructura del servicio, Dirección de Experiencia de contenidos. Siempre recuerdo que después de vernos enterita ‘The Good Wife’ hace un par de años en Movistar+, el recomendador supuestamente inteligente nunca llegó a decirnos que estaba disponible su spin-off, ‘The Good Fight’. Aprovecho la ocasión para decir: Diane Lockhart forever.
Durante sus cinco años de existencia, #0 lo ha intentado por activa y por pasiva con múltiples formatos nacionales e internacionales, ‘A Capela’, ‘FAMA’, ‘El Puente’, ‘Top Photo’, ‘La huida’, ‘Radio Gaga’, ‘Cero en Historia’… la mayoría hechos con buen gusto, riesgo e innovación, pero sin la pegada suficiente para calar entre el público. La relevancia tan ansiada no ha terminado de llegar, y mantener un canal lineal, por mucho que sea de pago y acuda a las reemisiones para cubrir parte de su parrilla, tiene un coste elevado. Mismamente, Disney está cerrando sus señales lineales en varios países europeos y derivando toda su oferta a su plataforma de streaming. Quizá tenga más sentido dar golpes de efecto como ‘Palomares’ o ‘BSO’ de Emilio Aragón, algo que podrían conseguir las series documentales sobre Lola Flores y Raphael que Movistar+ está produciendo y para las que no hace falta un canal lineal. También podría ponerse en duda la continuación de #Vamos, el canal dedicado íntegramente a contenidos deportivos lanzado en 2018.
La segunda conclusión es que el anuncio de Movistar+ tiene un claro aroma a cambio de estrategia por la que la integración de otros servicios y la distribución de contenidos de terceros prevalecerá sobre la producción original. Netflix, Disney+, DAZN, LaLiga, ATRESplayer Premium, Mitele PLUS, ahora Tik Tok y yo diría que muy pronto Starz son algunos de los servicios integrados en Movistar+ que se pueden contratar en la misma factura. Todavía quedarían muchas plataformas que sumar, es fácil pensar enseguida en FlixOlé, Filmin, HBO Max, Amazon Prime Video, Apple TV+, discovery+, la aún inédita Paramount+… todas ellas enfrentándose a una batalla feroz, incluyendo la alta tasa de paro en España, la crisis económica y la saturación de los usuarios con tanto estreno y con tanta fragmentación de la oferta, ¡porque no nos confundamos: el ciudadano de a pie no tiene ni idea de dónde «emiten» qué! La creación de una nueva dirección dentro de Movistar+, Alianzas, también lleva a pensar que la integración de contenidos de terceros se ha convertido en una prioridad.
Y la tercera y última conclusión, acertada o no, solo el tiempo lo dirá, pero compartida por muchos, es que, inevitablemente, Movistar+ rebajará su volumen de producción original, lo cual será una pésima noticia para todo el sector audiovisual español. Si #0 pone fin a su emisión lineal, Movistar+ decidirá quedarse solo con los programas que más aportan a su marca, como son ‘Late Motiv’, ‘La Resistencia’ (renovado ya para tres temporadas más), ‘Ilustres Ignorantes’, junto con los golpes de efecto que mencionaba antes. Por otro lado, nada se sabe de los planes de producción original de largometrajes cinematográficos que Movistar+ aseguró tenía más allá de ‘Mientras dure la guerra’.
Algunos profesionales del sector nacional van más allá en la interpretación de estos movimientos: Movistar+ podría ir hacia una clase de contenidos más suaves, inofensivos, exentos de polémica, conservadores, en línea con los ejecutivos más top de Telefónica y en las antípodas de una ‘Antidisturbios’. Una teoría que todavía tardaría en asomar un par de años, teniendo en cuenta la antelación con la que se trabaja en el mudo de la televisión. La reciente cancelación de ‘Reyes de la noche’, sea por el motivo que sea, puede ser un indicativo de que Movistar+ se debe a una política de convivencia pacífica marcada desde la cúpula de Telefónica.
Entre los próximos estrenos del servicio se encuentran ‘La Fortuna’, la primera serie de Alejandro Amenábar, centrada en un conflicto diplomático entre España y Estados Unidos; y la nueva serie de Rodrigo Sorogoyen, «su mirada personal sobre la guerra civil española». Veremos si no son las últimas que hacen referencia a temas sensibles de nuestra historia.
En cualquier caso, escribe una pesimista nata cuyo análisis, eso sí, coincide con el de muchos profesionales veteranos. Profesionales que acogieron la apuesta de Movistar+ por la producción original como una bendición, profesionales que tienen proyectos presentados en el despacho de Domingo Corral y que ahora temen que poco a poco se vaya desinflando esa ambición de producir series premium y un entretenimiento innovador. Ojalá todos estemos equivocados porque Movistar+ es necesaria en la industria española.