El primer estudio en España sobre el impacto económico de las inversiones en cine y series extranjeras, impulsado por la Spain Film Comission, verá la luz a finales del primer trimestre de 2024, de la mano de Olsberg SPI, consultora internacional de industrias creativas especializada en el sector global de las pantallas. El objetivo es el conocimiento de datos sobre la industria audiovisual para visibilizar la aportación que este sector significa para la actividad económica española.
En el marco de la 71ª edición del Festival Internacional de Cine de Santander, Carlos Rosado, presidente de Spain Film Commission; Juan Manuel Guimeráns, secretario general de Spain Film Commission; Fernando Victoria de Lecea, presidente de la asociación PROFILM y Leon Forde, managing director Olsberg SPI, presentaron la iniciativa moderados por la periodista María Guerra.
El estudio contempla un análisis sobre el impacto económico completo del incentivo fiscal español a las producciones internacionales en los ejercicios fiscales del 2019 al 2022 y se enmarca dentro de los planes de acción desarrollados por la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones en el marco de la estrategia España Hub Audiovisual de Europa.
En el Club de Prensa del Kursaal, el presidente de Spain Film Commission, Carlos Rosado, ha destacado la necesidad de contar con datos que puedan mostrar la relevancia de la industria para la transformación del modelo económico español, por su directa relación con el empleo cualificado, la atracción de inversiones, el desarrollo turístico entre otros muchos elementos. Entre los objetivos que persigue esta iniciativa está el de analizar el impacto económico y el retorno del incentivo fiscal de las producciones internacionales en el país, así como proporcionar al sector y a las instituciones públicas datos sobre la importancia de la industria y la efectividad de los incentivos fiscales.
A su vez, Juan Manuel Guimeráns, secretario general de Spain Film Commission, ha afirmado que el estudio analizará el impacto directo de las producciones, como el empleo, hasta el impacto indirecto, derivado de la adquisición de bienes y servicios de proveedores de sectores diversos que se benefician indirectamente de las producciones, y también mostrará el conocido como impacto inducido, que contempla el empleo y PIB que se genera gracias al consumo de bienes y servicios. “Es imposible poner en valor el sector audiovisual y ganar credibilidad sin datos fiables. Hay información presentada por el Ministerio de Hacienda y Función Pública pero no tenemos detalles a fondo”, ha agregado.
Fernando Victoria de Lecea, presidente de PROFILM, ha hablado de la evolución de las inversiones directas procedentes de rodajes y postproducciones internacionales en España desde 2016 a la actualidad, gracias a la información aportada anualmente por las productoras asociadas, aunque ha dejado claro que carecemos, aún, de datos fiables para respaldar la intuición general del valor del sector en el que trabajamos, y ganar credibilidad”.
El alcance del estudio va, entre otras cosas, en función de recabar los datos detallados de gasto de producción del conjunto de producciones internacionales (2019-2022), de estimar el importe de gasto de producción elegible a efectos del incentivo fiscal de los proyectos audiovisuales internacionales realizados en España y de realizar un desglose geográfico del gasto de producción en España por Comunidades y Ciudades Autónomas.
Leon Forde, managing director Olsberg SPI, consultora que ha realizado estudios en países como México, Brasil, Estados Unidos, Australia o Nueva Zelanda, ha señalado que cada vez más, los gobiernos reconocen y valoran los considerables beneficios económicos de la producción de películas y series de televisión y fruto de ello, se han implementado políticas públicas a través de incentivos y otro tipo de inversiones en todo el mundo. “Los argumentos a favor de la inversión pública están respaldados por estudios de investigación y existe una presión constante en torno a la financiación pública: debemos seguir defendiendo al sector”, ha agregado.
El impacto económico total de un estudio como el que realizará Olsberg SPI incluye elementos directos, como el que generan las empresas que se dedican directamente a la producción audiovisual; indirectos, generados por proveedores a esta industria y uno inducido por el consumo derivado de salarios de los empleados directos e indirectos. Ha hecho hincapié que sin embargo, hay un impacto que va más allá de lo que genera la propia industria audiovisual. “Hay otros sectores que se ven beneficiados con esta actividad, gracias a la inversión en hoteles, restaurantes, transporte, servicios de catering, turismo de pantallas, viajes y un largo etcétera”, ha declarado.
La moderadora del encuentro, María Guerra, crítica de cine y presidenta de la Asociación de Informadores Cinematográficos de España, ha resaltado la importancia de contar con cifras sobre la riqueza que genera la industria y ha puesto como ejemplo que en los créditos de la última película de Isabel Coixet, ‘Un amor’, que ha tenido su estreno mundial en esta edición del festival, se puede ver la referencia al número de empleos generados directa e indirectamente -más de mil-, gracias a la producción. Esos son los datos que muestran el potencial de nuestro sector”, ha citado y añade que un estudio como el que se conocerá en la primavera del 2024 permitirá “deshacer el difuso bulo sobre el hecho de que el cine español es una industria de subvenciones”.