Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha manifestado en numerosas ocasiones su intención de privatizar el ente público de radio y televisión con el fin de reducir los gastos del gobierno regional. Con el cambio en la Ley General de la Comunicación Audiovisual del pasado mes de julio, las televisiones autonómicas públicas pueden modificar su modelo de gestión y pasar a manos privadas.
«Iniciaremos de inmediato las gestiones que sean necesarias porque contamos por primera vez con el instrumento legal necesario para iniciar un proceso de privatización en Telemadrid», así de rotunda se manifestaba Aguirre durante la celebración del Debate de Estado de la región, celebrado ayer, martes 11 de septiembre. La presidenta «popular» comentó que la privatización de Telemadrid y Onda Madrid es una promesa electoral que no ha podido cumplir anteriormente por no existir la posibilidad legal.
Telemadrid es, desde hace años, objetivo de críticas por su cobertura informativa sesgada siempre favorable al gobierno regional del Partido Popular. Aunque no sólo los programas informativos son los que han visto descender su audiencia, en general, el canal autonómico ha perdido telespectadores en todas las franjas horarias y en los últimos meses supera con dificultades los cinco puntos de cuota de pantalla en el ámbito madrileño. Su segundo canal, LaOtra, cuya programación se basa en la redifusión de la parrilla de Telemadrid, se queda en el uno por ciento de share, según datos de Kantar Media. Telemadrid ha creado en los últimos años algunos formatos que después han dado el salto a la televisión nacional, como es el caso de ‘Madrileños por el mundo’ o ‘Madrid Directo’, sin embargo, no participa en coproducciones de ficción a pesar de encontrarse en la autonomía con mayor volumen de negocio audiovisual. Telemadrid también ha sido una buena escuela para presentadores que hoy en día son muy conocidos a nivel nacional, como es el caso de Toni Garrido, Francine Gálvez o Immaculada Galván, así como un buen grupo de reporteros especializados en programas «cámara en mano».
La bajada paulatina de la audiencia, que afecta casi por igual a todas las autonómicas públicas, ha conllevado un descenso importante en los ingresos por publicidad, de manera que la subvención anual ha dejado de ser suficiente para el mantenimiento del ente. Telemadrid cuesta unos 49 euros por ciudadano al año y tiene en su cuenta de explotación de este año 131 millones de euros. La publicidad, en el primer semestre de 2012, le ha reportado sólo ocho millones de euros, muy lejos de la previsión de 14, al igual que le ha sucedido a Canal Sur.
El gobierno regional parece decidido a iniciar un expediente de regulación de empleo, y es que la plantilla total del ente se acerca a los 1.200 trabajadores, de los que más de novecientos pertenecen a la división de televisión. La medida sería similar a la que ha iniciado Radio Televisión Valenciana, que despedirá al 70 por ciento de la plantilla. De momento, todo indica que Esperanza Aguirre se centraría en reducir el número de trabajadores de RTVM antes que cerrar LaOtra o suprimir Telemadrid HD. Otros entes públicos, como el de Canarias, el de Andalucía o Aragón han comenzado reduciendo los gastos eliminando las señales secundarias o las emisiones en Alta Definición.
Los trabajadores ya se han manifestado en contra de los recortes en Telemadrid: «El desmantelamiento de la radio y la televisión pública madrileña no es una cuestión económica, no va suponer un ahorro a los madrileños, sino que se trata de una decisión política», aseguran los sindicatos CCOO, CGT y UGT, que aseguran habrá marchas en el centro de Madrid todos los jueves del mes de septiembre, empezando mañana día 13.
