Una de las modalidades de la traducción más fascinantes, divertidas y absorbentes es la traduccion audiovisual. Además, por qué no decirlo, esta es una de las especialidades más rentables y demandadas por cientos de empresas de todo el mundo. Cada día surgen de las productoras audiovisuales mundiales miles de horas de contenidos que una agencia de traducción audiovisual debe trasladar de un idioma a otro, contenidos que el público final consume como si no fuera a haber un mañana.
Pero, como casi siempre, esta moneda también tiene su “cruz”: la traducción audiovisual es una de las modalidades más complejas de nuestra profesión y contiene múltiples especialidades que una buena agencia de traducción profesional debe controlar al máximo para destacar entre su competencia. Doblaje, subtitulación, localización audiovisual y de videojuegos, audiodescripción… son algunas de las especialidades de las que se ocupa una agencia de traducción audiovisual realmente profesional y todas y cada una de estas especialidades tiene sus propias particularidades y exigencias.
Hoy vamos a hablar de una de esas especialidades de la traducción audiovisual, una disciplina llamada traducción de subtítulos que es más compleja de lo que nos puede parecer a primera vista.
Este artículo te interesa si:
A) Formas parte de una agencia de traducción audiovisual.
B) Eres un traductor freelance que quiere especializarse en la traducción audiovisual.
C) Eres un cinéfilo y te encantan las curiosidades del trabajo previo al estreno de una peli.
Definiendo, que es gerundio
Creo que todos sabemos lo que son los subtítulos o subtitling en inglés: esas líneas de texto que aparecen sobre impresas en la zona inferior de la pantalla y que sirven para traducir diálogos, voces en off, explicar una situación concreta del film, etc. Un lego de la traducción pensará que traducir estos textos es una tarea bastante simple, total, solo consiste en poner “the” en lugar de “el” y poco más… Por supuesto, te imaginarás que esto no es así. Traducir subtítulos no consiste en trasladar palabras y frases de un idioma a otro. Requiere un trabajo intenso de localización, un conocimiento a nivel nativo del registro idiomático de la comunidad donde se consumirá el producto audiovisual, una investigación previa para determinar las restricciones idiomáticas culturales de esa comunidad lingüística… Son tantas las variables que debe manejar una agencia de traducción audiovisual que, francamente, no nos cabrían en diez artículos como este.
Trucos para traducir subtítulos
A lo largo de los años nuestra agencia de traducción audiovisual ha puesto por escrito algunos trucos del oficio, unas estrategias de traducción de subtítulos que ponemos a disposición de los nuevos miembros del equipo les sirven para ir elaborando su propia guía de trabajo. Hoy queremos compartir contigo, lector de Audiovisual451, algunas de estas mañas del oficio. ¿Empezamos?
Truco 1: sintetiza al máximo
Si quieres trabajar en una agencia de traducción audiovisual profesional, grábate este refrán en la memoria: lo bueno si breve, dos veces bueno. La función de los subtítulos no es explicar la trama “de pé a pá” o explicar a un espectador confuso por qué tal o cual actor pone esa cara en aquella escena… Un subtítulo debe ser funcional, tiene que trasmitir lo más fielmente posible la esencia del mensaje de cada escena y, muy importante, hacer todo ello sin eliminar contenidos esenciales del mensaje o traducir información de forma confusa. ¿Parece sencillo? No lo es…
Truco 2: el arte de buscar sinónimos
El arte de buscar sinónimos no es exclusivo de una agencia de traducción, también lo practican a diario los periodistas, los publicistas, los community managers… ¿Por qué debes dominar este truco es si te dedicas a la traducción audiovisual? Porque siempre hay palabras que, diciendo lo mismo, son más cortas que otras, ocupan un espacio físico en pantalla que es vital para que las frases subtituladas encajen dentro del marco establecido. Sustituir, por ejemplo, “solamente” por “solo” o “utilizar” por “usar” puede ser la clave para respetar esos márgenes espaciales de la pantalla que son el caballo de batalla diario de una agencia especializada en la traducción audiovisual.
Truco 3: la gran diferencia entre leer y escuchar
Excepto los grandísimos escritores y escritoras que dominan la magia del diálogo escrito, casi nadie habla igual que escribe. En el discurso oral todos tendemos a repetir frases – “ese es un bicho, un mal bicho”-, intercalar coletillas – ¿verdad?, ¿no? eh, wov, oops- , hacer preguntas retóricas – ¿me entiendes?, you know- o a repetir palabras y frases completas – Es un chico estupendo, ¿me estás escuchando? Es realmente un gran chico-.
En este caso la ficción imita a la realidad y los guionistas audiovisuales redactan diálogos maravillosos en los que los actores intentan hablar igual que en la vida real, pero ¿qué ocurre con los subtítulos? ¿Deben los textos trascribir o traducir palabra por palabra ese diálogo creado para ser escuchado? La respuesta es clara: no. Una agencia de traducción audiovisual realmente profesional debe saber elegir qué palabras, frases y expresiones aparecerán impresas en los subtítulos y cuáles no. Se trata, en una palabra de nuestro argot, de la famosa omisión. Saber cuándo omitir o no una palabra, verbo, expresión… del discurso audiovisual es una de las virtudes más valoradas en una buena agencia de traducción profesional. Saber qué eliminar sin estropear el mensaje es, quizá, el mejor truco que deberías aprender si deseas formar parte del equipo de una gran agencia de traducción profesional.