57 cortometrajes de 29 países, casi todos estrenos en España, tomarán parte en la Sección Oficial del Concurso Internacional del 61º Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao (ZINEBI), en la que optarán, entre otros, al Gran Premio del Festival y a los Mikeldis a la mejor ficción, animación y al mejor documental. Destacan 15 producciones estatales, de ellas, siete vascas.
Del total de los 3.921 cortometrajes inscritos, provenientes de 131 países distintos, los 57 cortometrajes de la Sección Oficial competirán por el Gran Premio del Festival y el Premio Mikeldi en cada uno de tres géneros establecidos por el certamen: ficción (18), documental (22) y animación (17). En el apartado de cine latinoamericano compiten este año cuatro películas procedentes de Argentina, Brasil, Chile y Colombia. Se incorporan también al concurso internacional países hasta ahora poco frecuentes en Zinebi, como Ghana, India, Kosovo, Líbano, Singapur y Siria.
El cineasta chino Wang Bing, retratista de la China olvidada, visitará Bilbao para recibir el homenaje de Zinebi 61. El festival entregará otros dos Mikeldi de Honor a la cineasta húngara Márta Mészáros, de la que ofrecerá una retrospectiva de su obra, y a la francesa Claire Simon. La directora de Zinebi, Vanesa Fernández Guerra, habla sobre la 61ª edición del certamen.
Audiovisual451: Este año los premios honoríficos distinguen a tres reputadas personalidades del cine internacional ¿qué criterio sigue la organización para otorgar estos galardones? ¿Es complicado traer a los premiados al festival?
Vanesa Fernández: «Los criterios que manejamos son básicamente tres: en primer lugar, reconocer la obra de un cineasta en el sentido de su relevancia internacional, se encuentre ésta en un punto de llegada o en un punto de partida, es decir, cineastas veteranos o cineastas emergentes; además, se trata con este premio honorífico de afianzar la imagen internacional del festival mediante nuestra observación, a lo largo de todo el año, del cine que se hace en los cinco continentes; en tercer lugar, se trata de premiar a los cineastas independientes y de calidad de cualquier país y a las cualidades éticas y estéticas de sus filmografías, cineastas que nos ayudan a interpretar mejor el mundo en que vivimos».
«Creemos que los premiados de este año se atienen a los criterios que acabo de esbozar: la veterana directora húngara Márta Mészáros, la realizadora francesa Claire Simon y el cineasta chino Wang Bing. Pese a las sensibles diferencias en las circunstancias personales en las que cada uno de ellos ha logrado desarrollar su obra, pensamos que los tres tienen algo en común que nos permite poner en relación sus relevantes personalidades artísticas: los tres son, en el sentido más radical de cada una de sus filmografías, profundos y muy pacientes observadores de la condición humana, la de mujeres y hombres anónimos, gente sin atributos, sin voz, que lucha cada día por salir adelante, por ser feliz en medio de las dificultades, también la dificultad de ser mujer, en un mundo en el que hay todavía muchas cosas que tienen que cambiar. Por eso nos gusta mucho su cine. Porque sus imágenes son un vibrante testimonio de lo que nos pasa. Por eso les damos un Mikeldi de Honor».
A451: ¿Cómo se maneja competir en fechas con la multitud de certámenes cinematográficos que se celebran en los meses finales del año?
V.F: «Nosotros estamos convencidos de que la programación de cada uno de los festivales constituye una auténtica declaración de principios acerca de su interpretación de las tendencias o los caminos por los que transita el cine contemporáneo; en este sentido, consideramos que nuestra posible competición en fechas no deja de ser algo enriquecedor para la crítica y el público de nuestras respectivas ediciones. En todo caso, desde 1974 ZINEBI es un festival reconocido por la Federación Internacional de Asociaciones de Productores de Films (FIAPF) como un certamen de la máxima categoría internacional competitiva y, en virtud de este reconocimiento, viene celebrándose en fechas muy cercanas a las primeras semanas del mes de noviembre.
A451: ¿Qué novedades ofrece Zinebi este año?
V.F: «Las novedades de nuestra programación anual vienen dadas por el hecho fundamental de que la mayor parte de las películas que integran nuestras dos secciones competitivas- la Sección Oficial de cortometrajes y la sección ZIFF-ZINEBI FIRST FILM, dedicada a los largometrajes opera prima– son en su mayoría estrenos en el Estado, el 100% en el caso del ZIFF, como también ocurre en la sección no competitiva Beautiful Docs. Ello nos permite asegurar que presentamos anualmente al público de Bilbao, y a quienes visitan nuestra ciudad en la semana del festival, algunas de las películas más radicalmente novedosas- tanto desde un punto de vista temático como formal- del panorama actual del cine contemporáneo a nivel mundial».
A451: ¿Qué otras cosas destacarías de la programación?
V.F: «En las demás secciones de nuestra programación, nos gusta echar la vista hacia atrás y hacia adelante, así como aventurarnos a explorar la relación del cine con las demás disciplinas artísticas. De este modo, ZINEBI 61 presenta la recuperación- en colaboración con la Filmoteca Vasca-, dentro de la sección Bertoko Begiradak. Miradas desde Euskadi, de una pieza documental prácticamente inédita de nuestro patrimonio audiovisual, titulada ‘Los hijos de Gernika. La lucha del pueblo vasco por su libertad’, una película de propaganda antifranquista realizada clandestinamente en la Venezuela de 1968″.
«En nuestras Proyecciones Especiales, también presentamos una sesión, elaborada por CAÓSTICA, titulada ‘Yo empecé pelando gambas’, dedicada a las primeras obras de las primeras generaciones de alumnos de Comunicación Audiovisual de los años 80-90 de la UPV-EHU, entre las que destacan las realizadas por cineastas con la ulterior proyección de Nacho Vigalondo y Borja Cobeaga, que compitieron en su momento en la carrera del Oscar al Mejor Cortometraje de la Academia de Hollywood; también un acercamiento a la literatura a través del cine con el documental Sergio Ramírez. ‘La herencia de Cervantes en Centroamérica’, producido por el vasco Juan Zubillaga y dirigido por el cineasta nicaragüense Iván Argüello, dedicado a la figura del político y escritor de ese país Sergio Ramírez, el primer centroamericano galardonado con el Premio Cervantes en 2017; asimismo, el focus dedicado a la situación de las mujeres cineastas de Palestina, comisariado por Reem Shilleh, miembro del Jurado Internacional de la Sección Oficial de Cortometrajes».
A451: ¿Cuál es el importe total de los premios en metálico que ofrece Zinebi?
V.F: «Entre los diferentes premios del palmarés de ZINEBI, el Gran Premio Oficial del Festival, el Gran Premio del Cine Vasco, el Gran Premio del Cine Español, los premios Mikeldi en las categorías (Ficción, Documental y Animación=, el Premio del Público-EITB, el Premio Cineclub FAS, el Premio de la SGAE-Consejo de Euskadi al Mejor Guion Vasco, el Premio ZINEBI Networking, el Gran Premio ZIFF-Zinebi First Film y el premio Jurado Joven-ZIFF el importe de los galardones que el certamen otorga en cada edición es de 60.000 euros».
A451: Las operas prima son uno de los elementos indispensables del certamen ¿qué destacarías este año en este apartado?
V.F: «Respecto a la segunda competencia internacional, ZIFF-ZINEBI FIRST FILM, se trata de una sección dedicada a los largometrajes opera prima (ficción y documental). Esta sección es el resultado de nuestra voluntad de seguir acompañando y apoyando a las y los nuevos realizadores en su paso de los cortometrajes a su primer largometraje. Participarán nueve películas que han pasado por otros grandes festivales como Toronto, Berlín o Locarno. Todas las películas que presentamos son estrenos en el Estado y competirán por el Premio ZIFF-ZINEBI FIRST FILM, dotado con 12.000 euros. Además, se otorgará el Premio Jurado Joven-ZIFF dotado con 2.000 euros».
«La programación de esta sección es toda una declaración de intenciones formales y estéticas por parte del festival; por ello, resulta imprescindible primar la calidad de lo seleccionado. Hablamos del ZIFF como un escaparate del mejor cine contemporáneo y emergente del mundo, un territorio muy amplio y diverso de fronteras cada vez más imprecisas. Un campo y una forma mutante y mutable de enorme riqueza que establece un diálogo constante con otras formas artísticas. En ese sentido, es una sección competitiva que da prestigio a ZINEBI y le sitúa en un lugar al que están atentos otros festivales. Cabe recordar que en esta sección, en sus anteriores ediciones, estrenamos la película ‘Gray House’, del hijo de David Lynch; la ganadora de Locarno y multipremiada ‘El futuro Perfecto’ de Nele Wolatz; ‘The Last of Us’, de Ala Eddine Slim, que obtuvo el Premio a la Mejor Opera Prima en Venecia; la muy reconocida ‘Drift’, dirigida por Helena Wittman, o ‘People that are not me’, de Hadas Ben Aroya, que se alzó con el Astor de Oro en el Festival Internacional de Mar del Plata. Destacan este año ‘Las facultades’, de Eloísa Solas, Premio a la Mejor Dirección en el Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires (BAFICI); También ‘Ridge’, Gran Premio DOX:AWARD del Festival Internacional de Cine CPH:DOX de Copenhage; ‘Aga´s House’, Mención Especial del Jurado del Festival Internacional de Cine Karlovy Vary; el documental de la directora Jessica Sarah Rinland, que ha obtenido una Mención Especial del Jurado de la sección Moving Ahead del Festival Internacional de Cine de Locarno y ha participado en la sección Wavelengths del Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF, Canadá); el estreno de la española ‘De los nombres de las cabras’, de Miguel G. Morales y Silvia Navarro, un estreno en colaboración con el Festival Internacional de Gijón y que obtuvo el Gran Premio del Jurado este año en Indie Lisboa; y como colofón, la opera prima de Raymund Ribay Gutierrez, ‘Verdict’, que acaba de conseguir el Premio Especial del Jurado de la sección Orizzonti del Festival Internacional de Cine de Venecia y que también ha sido elegida por la Academia del Cine de Filipinas como candidata a la Mejor Película de Habla no inglesa de los próximos premios Oscar de la Academia de Hollywood».
A451: Después de viajar por varios festivales a lo largo del año y de confeccionar la programación de Zinebi ¿cómo valoras la cosecha de documentales en 2020 tanto a nivel nacional como internacional?
V.F: «En mi opinión, la cosecha de este año tiene como característica fundamental la profunda y enriquecedora heterogeneidad de los lenguajes cinematográficos que exhiben sus construcciones formales, tanto desde un punto de vista temático como estilístico, muchos de ellos muy conscientes de una cierta necesidad de traspasar las fronteras canónicas entre los tradicionalmente llamados géneros cinematográficos. Lo que tienen en común es su compromiso ético y su voluntad de prestar su contribución en procesos de cambio que se operan en muchos países de los cinco continentes, desde la lucha de las mujeres por la igualdad hasta las múltiples luchas contra situaciones de opresión y ausencia de derechos individuales y colectivos».
A451: Hacéis un pase especial de El hoyo, ¿qué ha motivado la proyección de esta película, que se ha convertido en una de las sorpresas del año?
V.F: «A este respecto, cabe recordar que el director Galder Gaztelu-Urrutia ya participó en la edición 45ª de ZINEBI, de 2003, con su cortometraje ‘913′, por el que obtuvo el Premio al Mejor Guion Vasco y el Premio del Público EITB. Además, en la 53ª edición del festival, correspondiente a 2013, también participó en la Sección Oficial-Concurso International con otro de sus cortometrajes, titulado ‘La casa del lago’. Nuestra decisión de estrenar su película en el marco de la 61ª edición es, como antes he mencionado, fruto de nuestra voluntad de apoyar a los nuevos realizadores en el comienzo de sus respectivas filmografías, también en su primer largometraje. ZINEBI mantiene así su apoyo a los talentos locales y estimula el desarrollo de sus carreras profesionales en la industria (y el arte) de las imágenes en movimiento. Dicho esto como principio general de la participación del festival en el surgimiento y la consolidación de nuevas y nuevos creadores audiovisuales en nuestro ámbito, yo creo además que, en este caso, estamos ante una película extraordinariamente original y ambiciosa, que sin duda va a marcar un antes y un después en el cine vasco contemporáneo, gracias a la cual tanto la crítica como los distintos agentes de la industria internacional van a prestar más atención a nuestras producciones cinematográficas».