Si hay un factor que en multitud de ocasiones marca la diferencia entre el éxito y el fracaso de una película ese es el de las ventas internacionales, una actividad del audiovisual muchas veces denostada y que ahora trata de adaptarse a los nuevos tiempos apostando por otras ventanas de explotación que van ganando importancia (al menos fuera de España) como el video bajo demanda.
Con las ventas internacionales del cine español como telón de fondo, el Foro de Coproducción de San Sebastián ha organizado una mesa redonda impulsada por ICEX (España Exportación e Inversiones) en la que han participado los españoles Vicente Canales, de Film Factory y Gerardo Herrero, de Tornasol Films, junto a Eric Schnedecker, de Urban Distribution International – UDI (Francia); Vincent Maraval, de Wild Bunch (Francia) y Daniel Goroshko, A-One Films (Rusia). La mesa ha sido moderada por el periodista John Hopewell (Variety).
Canales ha sido el encargado de iniciar el turno de intervenciones señalando las dificultades que entraña vender cine en el momento actual y en especial cine español: “Vender cine español no es sencillo, los compradores no arriesgan y todos quieren ver la película terminada, es muy difícil hacer preventas”. En este sentido el máximo responsable de Film Factory contó su experiencia con la coproducción de Argentina y España ‘Relatos Salvajes’, que en su momento ningún comprador quiso adquirir a pesar de que contaba con un guión excepcional como se ha demostrado después, con más de 2,2 millones de espectadores en Argentina.
En opinión de Eric Schnedecker los agentes de ventas internacionales deben dejar de quejarse y ser más creativos. “Por lo que sé, las ventas internacionales eran mucho más sencillas hace unos años, ahora hacemos todo lo posible por no perder dinero”, aseguró. El responsable de Urban Distribution relató su experiencia con la película ‘Las acacias’, del argentino Pablo Giorgelli, que fue vendida a multitud de países porque en opinión de Schnedecker «es uno de esos títulos que toca el corazón» del público. “Creo que ha sido una de las películas argentinas de más éxito en los últimos años en todo el mundo y todo gracias al boca-oreja, porque no podíamos hacer la campaña promocional que deseábamos”, afirmó. El distribuidor afincado en Estados Unidos fue el primero que apuntó el auge del VoD en los últimos tiempos: “Hay intermediarios que están solicitando producciones españolas para plataformas de vídeo bajo demanda. Nosotros estamos viendo como trabajar este mercado de la mejor manera posible”.
Si hay una empresa que siempre sale a colación cuando se habla de ventas internacionales ésa es sin duda Wild Bunch. Vincent Maraval declaró sentirse mucho más optimista que sus compañeros de mesa. “En los últimos 3 ó 4 años he percibido muchas más oportunidades para películas de habla no inglesa. En mi opinión, hace cinco años todo era más complicado. Ahora hay nuevas oportunidades de negocio en territorios como China y Rusia, donde el VoD funciona muy bien”, comentó.
Maraval cree que la distribución en salas de cine no atraviesa su mejor momento porque no existe una voluntad política de apoyarla. También se refirió a las dificultades económicas que sufren las televisiones públicas y como esa merma de fondos incide directamente en la compra de contenidos. “Insisto, soy optimista, quizá el video bajo demanda no funciona todavía como debería, pero se presenta como una gran alternativa a los estrenos en sala, que son muy costosos”.
Daniel Goroshko abundó en la buena marcha de las plataformas de VoD en su país de origen. Goroshko puso como ejemplo las cifras conseguidas por la película italiana ‘La gran belleza’, que cautivó a 120.000 espectadores en los cines rusos y obtuvo unos ingresos de 300.000 dólares en concepto de VoD. El representante de A-One Films habló también sobre dos títulos españoles con los que obtuvo un relativo éxito en las salas de exhibición rusas. El primer filme de Daniel Sánchez Arévalo, ‘Azul Oscuro Casi Negro’ consiguió 6.000 espectadores con solo tres copias, mientras que ‘8 citas’, de Peris Romano y Rodrigo Sorogoyen, vendió en Rusia 50.000 entradas y con cinco copias.
Mucho menos optimista por la situación general del cine español se mostró el productor Gerardo Herrero: “Yo intento levantarme cada mañana optimista pero a los dos horas ya estoy muy pesimista. Por ejemplo, las cifras en España de las ventas de DVD y el vídeo bajo demanda son ridículas”, una afirmación compartida también por Vicente Canales. A pesar de todo, Herrero deja muy claro la importancia de contar con un distribuidor y un agente de ventas internacionales desde el comienzo de la producción: “Nadie debería empezar una película sin tener un distribuidor y lo mismo ocurre con las ventas internacionales”.
El director de ‘Territorio Comanche’, que este año ha empezado a autodistribuir sus películas a través de la Syldavia Cinema, quiso además poner el acento en las campañas realizadas por los dos grandes grupos de comunicación audiovisual para promocionar las películas que producen en España. Según Herrero, las campañas promocionales (valoradas en varios millones de euros) que hacen Mediaset y Atresmedia de sus películas suponen una competencia desleal sin precedentes, con la que ningún distribuidor nacional e internacional puede medirse de igual a igual.
