‘Yo, adicto’ formará parte de las Proyecciones Especiales de la Sección Oficial de la 72ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. La ficción que adapta la novela autobiográfica de Javier Giner es una producción original de Disney+ y Alea Media que se estrenará en todo el mundo este otoño.
Giner, profesional del audiovisual, decidió ingresar voluntariamente en un centro de desintoxicación cuando tenía 30 años. ‘Yo, adicto’ narra su viaje de recuperación, de descubrimiento personal, ahora en una serie de seis capítulos creada por el propio Javier Giner junto a Aitor Gabilondo (‘Patria’, ‘El silencio’).
Para encarnar al protagonista, está Oriol Pla, en un papel complejo y omnipresente con el reto añadido de tener al verdadero protagonista de la historia como director, porque ‘Yo, adicto’ está dirigida por el propio Javier Giner y Elena Trapé. Grabada en Barcelona, la ficción cuenta con la producción ejecutiva de Giner, Gabilondo y Laura Rubirola Sala, quien conversa con Audiovisual451 para conocer los detalles de esta ficción escrita por Javier Giner, Aitor Gabilondo, Jorge Gil y Alba Carballal.
Audiovisual451: Laura, coméntanos cuál es el origen de ‘Yo adicto’ y cuál ha sido tu papel.
Laura Rubirola: “La novela de Javier Giner ya tenía una historia muy potente detrás. Aitor Gabilondo la leyó y enseguida se interesó por la adaptación. Javier y Aitor empezaron el desarrollo y Disney entró en la ecuación. Yo me incorporo para ocuparme de la producción ejecutiva de campo, por decirlo de alguna manera, decidimos grabar toda la serie en Barcelona y como Alea está en Madrid y yo vivo en Barcelona y trabajo para distintas producciones, entré en el equipo para hacer el seguimiento in situ.”
A451: ¿Cómo definirías ‘¿Yo, adicto’?
L.R.: “Yo creo que es una serie, permíteme la palabra, necesaria. ‘Yo, adicto’ trata una temática poco habitual en el audiovisual y menos en el español. Es una serie con un protagonista que ha vivido esto en primera persona. Piénsalo, Javier Giner es guionista y codirector de la serie que cuenta su propia vida. En ese sentido, es un proyecto muy especial, tenemos algo que es muy difícil de encontrar.
A lo largo de todo el proyecto hemos repetido muchas veces que ‘Yo, adicto’ es una serie que, como espectador, empiezas viendo un poco alejado, porque quizás refleja una circunstancia que no te ha tocado en primera persona, pero a medida que van pasando los capítulos, el espejo se gira hacia ti y te das cuenta de que todos tenemos adicciones, con mayor o menor grado, todos hemos pasado por algo más o menos parecido, ya sea en una relación, con una sustancia… En definitiva, ‘Yo, adicto’ nos apela a todos y se convierte en algo muy universal.
Además, es un viaje hacia la luz. No es una serie oscura ni sórdida, ni mucho menos, aunque la temática sea muy dura, es un viaje hacia la recuperación de una vida.”
A451: Sin duda, la elección del actor protagonista era una de las decisiones clave. ¿Cómo llegáis a Oriol Pla?
L.R.: “Llegamos a Oriol Pla por un proceso de casting clásico. Reconozco que es un nombre que para nosotros siempre estuvo ahí. Oriol hizo un casting muy bueno y a partir de ahí ya no había duda de que encarnaría a Javier, teniéndole al lado. Javier es un director muy intuitivo, con un don espectacular para dirigir actores, porque primero en preparación les ayuda cómo habitarlo, y luego en rodaje sus indicaciones son súper concretas. Me ha sorprendido en ese sentido, porque tiene las cosas muy claras, y, a la vez, escucha mucho a todo el equipo. Creo que puede tener una carrera larga, de hecho, estamos desarrollando nuevos proyectos con él.
Con Oriol Pla ha sido un proceso de colaboración total. El objetivo era que Oriol habitara realmente ese personaje, que entendiera al cien por cien el proceso psicológico por el que había pasado Javier, así que, desde meses antes lo prepararon, ellos dos quedaban varias veces por semana, Oriol ha leído los diarios de Javier, ha habido un proceso muy íntimo de conocimiento mutuo. Es admirable cómo Oriol se ha echado a las espaldas una serie prácticamente entera, porque él rodaba casi todos los días y cosas complejas todos los días. Su trabajo es espectacular.”
A451: El rodaje ha debido de ser intenso en muchos sentidos. ¿Cuáles han sido los principales retos?
L.R.: “La mayoría de la serie sucede en la clínica de desintoxicación, por eso, el mayor reto era encontrar un lugar que se pareciera lo máximo posible a la realidad de una clínica. Quizá el espectador tiene un imaginario sobre una clínica construido a base de otros referentes audiovisuales, pero eso no tiene que corresponderse con la realidad necesariamente. Entonces, una de las decisiones que tomamos al principio, ya desde producción y con Javier, fue ir a por la realidad, es decir, nos propusimos contar la verdad de cómo es un sitio como este. ¡Además tenía que estar en Barcelona! Y lo encontramos. Necesitábamos una localización donde rodar reuniones de grupo, que tuviera una recepción, un jardín, un espacio común, una piscina, un espacio para caballos. Cuando lo encontramos, ya empezamos a ver la serie.
El resto de localizaciones, una oficina, una discoteca, un piso, fueron más fáciles. Lo que también hemos trabajado mucho ha sido la figuración en la clínica, de nuevo para conseguir que te creas la clínica como espectador.
También rodamos muchas escenas para reflejar la caída a los infiernos de Javier que fueron todo un desafío pero también necesarias para que Oriol Pla se adentrara más aún en el papel.”
A451: Y más allá del rodaje, ¿qué dirías que ha sido lo más complejo?
L.R.: “Diría que lo más complicado era adaptar el libro, contar la historia desde un punto de vista lo más honesto posible. Esa era la primera intención de Javier y Aitor también lo entendió así enseguida. Voy a decir, humildemente, que se ha conseguido. Además de un reto, era también una responsabilidad muy grande para todo el equipo, porque estábamos conviviendo con la persona que ha vivido esta historia. Hay un extra de responsabilidad que también hemos sentido como un reto.
También teníamos que encontrar el equilibrio entre el entretenimiento y el toque terapéutico de ‘Yo, adicto’, pero Javier y Aitor han encontrado un punto para ofrecer una serie muy honesta, pero no descarnada y muy alegre. El equipo de guion ha estado formado por cuatro personas, pero Javier ha estado ahí hasta la última coma y ha sabido tener en todo momento consciencia de que es una serie, es decir, de que está contando su vida, pero que también está haciendo un proyecto audiovisual. Ese equilibrio me parece lo más difícil de todo.”
Hemos rodado con dos directores, Javier Giner y Elena Trapé, pero con una sola unidad de rodaje, decidimos que solo cambiara la persona que dirigía, lo cual fue un acierto porque Oriol Pla está omnipresente en la serie y, obviamente, no se puede desdoblar. Rodamos durante once semanas para los seis capítulos de unos 40-45 minutos cada uno.”
A451: ¿Cómo es el look de la serie?
L.R.: “Es una serie que tiene mucho color y una luz agradable, queríamos una serie luminosa para no caer en lo que te decía antes de la oscuridad que puede llegar a tener la temática. Hay mucha cámara en mano, pero la verdad es que Javier ha querido jugar un poco con todo, de hecho, hemos rodado con dos cámaras para no perdernos nada. Por ejemplo, rodar las terapias de grupo era muy complicado porque son varios personajes, cada uno con su historia.”
A451: Laura, ¿a quién crees que le va a gustar la serie?
L.R.: “Honestamente, creo que le puede gustar a todo el mundo. El reto para nosotros es que la gente entre en el primer capítulo, es decir, que la gente entienda que es una serie que le puede interesar. Una vez dentro, yo creo que nadie querrá salir, al final es una historia súper universal, con temáticas que nos han ocurrido a todos o que tenemos alrededor, porque ‘Yo, adicto’ trata de los vínculos afectivos, sobre todo de la familia, de los procesos terapéuticos, vamos a ver a una persona reconstruyéndose a sí misma. Confieso que, cuando leí el libro, enseguida fui entendiendo cosas de mi propia vida, y una de las cosas que siempre dice Javier es que se tenga en cuenta que al final de esto se sale, pidiendo ayuda, siendo sincero contigo mismo, reconociendo que nadie es infalible, diría que ese es el mensaje final de ‘Yo, adicto’, sin intención pedagógica ni pedantería.”
A451: ¿Tú qué crees que puede aportar al panorama español e internacional?
L.R.: “Creo que habla de temáticas que quizás todavía no nos hayamos atrevido a abordar desde el audiovisual español en gran medida. ‘Yo, adicto’ es también una serie LGTBI. En definitiva, puede ser novedosa a la hora de abrir terrenos sin que haya la sensación de que son de nicho, en este sentido, creo que Disney lo está haciendo muy bien al entender que es una serie que puede viajar súper bien y funcionar en todos los territorios. Nosotros nos hemos fijado en series como ‘Euphoria’, ‘I May Destroy You’ o ‘Mi reno de peluche’, que pueden tener en común con ‘Yo, adicto’ que están protagonizadas por una persona que se abre en canal y que cuenta absolutamente todo lo que le ha ocurrido. Esa es la única manera de conectar con el público de una manera tremenda y es lo que hemos intentado en ‘Yo, adicto’. Si, de paso, ayuda a personas que estén en procesos así, mejor que mejor.”
Fotografías de Quim Vives.