La animación española presentó ayer en la Academia de Cine de Madrid la actualización de su Libro Blanco, en el que se incluye una profunda panorámica de cómo está la industria y de lo que podría ser con más apoyos públicos. Incluyendo esta vez los efectos visuales.
Carlos Biern, presidente de DIBOOS, la federación española de productores de animación, fue el encargado de dirigir un acto al que, finalmente, no pudo acudir el ministro de Cultura, José Guirao, por encontrarse atrapado en una «importante comisión». En su lugar, Beatriz Navas, directora general del ICAA, representó al ministerio y aseguró que entre los mandatos que le ha hecho Guirao está el de «ciudar la animación española».
Pero no fue la única institución pública presente, dado que Francisco Javier Serra, director general de Internacionalización de la Empresa del ICEX, también acompañó a los productores en el acto. Además, Miguel Ángel Benzal, director general de EGEDA, participó en la presentación y aprovechó para anunciar que está a punto de ponerse en marcha una nueva plataforma de crowdlending para el audiovisual español.
Con unos datos peores a los que se estimaron en el primer Libro Blanco de 2012, la animación española continúa con su papel de eterna promesa del audiovisual español. Con capacidad para crear empleo, especialmente para los jóvenes, cualificado y de larga duración, para favorecer la marca España y para enriquecer a otros agentes de la cadena, como jugueteros, televisiones y salas de cine, “la industria de animación y VFX facturó en 2017 un total de 654 millones y dio empleo directo a 7.450 profesionales” comentó Biern. Dicho de otra manera: las empresas de animación y los efectos visuales en España generan el 20 % del empleo y el 9 % de facturación total del sector audiovisual, pese a representar sólo el 4 % de dicho sector.
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654 millones de euros frente a los 879 que se preveía la animación española facturara en 2017 con ojos de 2012. La crisis económica hizo mucho daño a grandes firmas históricas y hoy en día el sector carece de un líder y se encuentra atomizado, con 250 empresas, la mayoría de ellas, PYMES.
Las previsiones para 2020 pasan por superar los 1.000 millones de euros con una tasa media anual de crecimiento del 24 % y alcance los 10.000 empleos directos y llegue a 40.000 profesionales en total vinculados a la industria de la animación.
Y es que en los próximos 4 años la animación española prevé poner en marcha más de 90 largometrajes, más de 140 series y alrededor de 400 cortometrajes. En diferentes estados de producción se encuentran ‘Klaus’ de Sergio Pablos para Netflix, o ‘Dragonkeeper’, primera coproducción hispano-china de calado en el terreno de la animación. Según DIBOOS, España es el quinto productor mundial y el segundo europeo de largometrajes de animación, con 28 producciones entre 2010 y 2014.
Para cumplir con esas expectativas, DIBOOS sigue solicitando la mejora de los incentivos fiscales y ya está trabajando activamente con la Administración. De hecho, este mismo jueves se celebrará una reunión para avanzar en las negociaciones. Mientras tanto, Canarias, y ahora también Navarra, son comunidades cada vez más atractivas para producir animación por disponer de mejores incentivos fiscales que «la Península», hasta el punto de que el 60 % de los encuestados para el Libro Blanco estaría dispuesto a mudarse o ampliar sus oficinas a otras comunidades autónomas con condiciones fiscales ventajosas. En los últimos tiempos algunos ya lo han hecho: Ánima España, Tomavisión, 3 Doubles Producciones…
Otro punto mejorable es la inversión de las televisiones. Sólo Clan, y no al mismo nivel TV3, parecen tomarse en serio la inclusión de series españolas de animación en sus parrillas. España no queda fuera del escenario generalizado en Europa, colonizado por las majors venidas directamente de Hollywood, y las esperanzas están puestas en las nuevas directivas que obliguen a plataformas como Netflix a invertir en producción europea y a tener cierto porcentaje de la misma en su catálogo.
Desde hace casi 10 años, Clan, el canal infantil de Televisión Española, es líder de audiencia entre los niños españoles. Y en las últimas temporadas gracias, también, a series nacionales. Acusado habitualmente por muchas personas de la industria de ser la ventana en abierto de Nickelodeon en España, Clan ha estrenado en los últimos años series como ‘Pumpkin Reports’, ‘Tutu’, ‘Yoko’, ‘Cuatro amigos y medio’, ‘Desafío Champions Sendokai’, ‘Cleo’, ‘Cleo & Cuquín’, la nueva temporada de ‘Pocoyó’… y todo ello con unas cifras de audiencia destacables, con shares superiores a ‘Bob Esponja’ en algunas emisiones. «El 30 por ciento de la parrilla de Clan en 2017 estuvo compuesto por producción española, y el 59,4 por ciento, por series europeas» señaló Yago Fandiño, responsable de Contenidos Infantiles de TVE. Además, comentó la buena marcha de Clan Internacional, el canal de pago pensado principalmente para la audiencia de habla hispana y puesto en marcha en 2017, primero casi de forma «experimental» y ahora con pleno convencimiento. «Hoy estamos firmando un acuerdo de distribución que permitirá que Clan Internacional llegue a un millón de hogares de Estados Unidos» anunció, a la par que señaló que en este canal el porcentaje de producción española se eleva hasta más del 85 por ciento. Clan Internacional llega ya a ocho países de Latinoamérica, según datos de principios de 2018.
La convocatoria de coproducción de animación de TVE de 2018 se resolverá, previsiblemente, a finales de este mes de septiembre.
También se celebra el hecho de que Movistar+ esté dando los primeros pasos en lo que podría ser una inversión continuada en animación con ‘Virtual Hero’, serie para adolescentes creada por El Rubius y en la que han participado Zeppelin, Grupo Planeta, Motion Pictures y la coreana Jaruryi.
DIBOOS también señala las IPs como otro de los pilares para la animación: «El 72 % de las empresas genera propiedades intelectuales propias y el 42 %, marcas industriales», reza el Libro Blanco, pero no se puede olvidar que 8 de cada diez empresas españolas ofrecen servicios de animación.
El acceso a la financiación sigue siendo el escollo del audiovisual español y la animación no es una excepción. El modelo de las AIEs todavía tiene mucho terreno inexplorado, y ahí una de las claves es la búsqueda de inversores nacionales e internacionales. La seguridad jurídica será fundamental para que las AIEs cuajen. Fondos como MEDIA, Ibermedia, etc. también son fundamentales para la animación.
Respecto a la exportación, otra clave para la subsistencia de la animación española, el 60 % sale a mercados internacionales, siendo un 45 % en mercados europeos, el 23 % en Norteamérica y sólo el 10 % en Oriente Medio y África. Sin embargo, el mercado norteamericano sigue teniendo más peso con un 52 % de los ingresos totales. El mercado asiático, pese a su público potencial, sigue siendo uno de los retos por las dificultades de introducción. En este punto la labor de ICEX a través de Animation from Spain es imprescindible, con participación en mercados internacionales, asesoramiento y la guía Who is Who, actualizada cada año.
La coproducción es otra de las vías que la animación española debe explotar para crecer. Esta nueva edición del Libro Blanco pone también el foco en Latinoamérica, en el capítulo desarrollado junto a 3D Wire. El otro lado del Atlántico se perfila como una potencia en animación y España debería aprovechar la unión histórica con Latinoamérica también para este terreno de la producción audiovisual.
Las mujeres de la animación española se alían
La productora Nathalie Martínez (Wise Blue Studios) fue la encargada de avanzar algunos detalles de la asociación de mujeres de la animación española que se está forjando. A raíz de WIA, iniciativa surgida en Estados Unidos, han comenzado a proliferar asociaciones de este corte y España no será una excepción. Audiovisual451 dará pronto más detalles de esta alianza que prepara su presentación para 3D Wire 2018 (4-7 octubre en Segovia).
