La animación española alza la voz entre luces y sombras

DIBOOS ha presentado esta mañana en Madrid el Libro Blanco del sector de la Animación en España 2012, una publicación que muestra por fin las cifras de volumen de negocio y demás parámetros tras diez años sin datos oficiales. A pesar de que se trata de una actividad con enormes posibilidades de desarrollo, en España la animación siempre se ha topado con numerosas dificultades sobre todo en cuanto a la financiación. Ni administración ni televisiones han apostado de manera definitiva por la producción nacional. Actualmente sigue siendo así con el agravante de la crisis económica que ha provocado el cierre de algunas compañías veteranas en el sector de la animación y la salida de talentos a mercados más boyantes.

Libro-Blanco-DIBOOS-portada“Veo mucha gente joven y eso me gusta”, comenzaba Carlos Biern en calidad de presidente de DIBOOS una presentación que ha contado con Teresa Lizaranzu, directora general de Política e Industrias Culturales y del Libro del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y con Víctor Calvo-Sotelo, secretario de estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información del Ministerio de Industria. Además, la mesa se ha completado con Conrado Castillo, de la agencia Rooter (la encargada de elaborar el libro) y Pedro Pérez, presidente de FAPAE.

Biern hacía referencia al cambio generacional que viene viviendo la animación española en los últimos años. Y es que numerosas empresas han surgido con profesionales formados en las firmas más veteranas y son ahora los que pelean por financiar proyectos que miran al exterior. Sin duda, la animación tiene un poder universal y más capacidad de internacionalización que cualquier otra técnica audiovisual, pero el sector español está más que obligado a navegar en aguas extranjeras para sacar adelante sus producciones. Con las televisiones públicas y privadas apenas interesadas en entrar en coproducción o en adquirir series made in Spain y con una administración que nunca ha considerado a la animación como un sector estratégico, nuestros productores y animadores son expertos en aeropuertos. El 62 por ciento de las empresas de animación españolas exportan sus contenidos al extranjero obteniendo entre un 38 por ciento y un 70 por ciento de ingresos. Al menos, los viajes han dado sus frutos y en el Libro Blanco se destacan éxitos como los de ‘Jelly Jamm’ (Vodka Capital), vendida a más de 150 países, o ‘Planet 51’ (Ilion Studios), que rondó las tres mil copias en salas de Estados Unidos, una cifra que seguramente también alcance ‘Justin y la espada del valor’, de Kandor Graphics, en cines el próximo verano. Entre otros muchos logros.

DIBOOS-Libro-Blanco-2012

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Sí, algo está pasando cuando ‘Las aventuras de Tadeo Jones’ se ha convertido en 2012 en la película de animación española más taquillera de la historia y ha entrado en mercados tan complicados como el chino, con un modelo de producción genuino: tres productoras distintas que funcionan como una sola. Pero algo está pasando también si una productora y distribuidora de animación de gran tamaño en España ha registrado el 90 por ciento de su facturación en 2012 fuera de nuestras fronteras. Y algo está pasando cuando en Galicia el sector de la animación apenas se ha quedado con representantes en los últimos meses. Por ejemplo.

Según el Libro Blanco de DIBOOS, elaborado por Rooter, en 2011 había en España más de 200 empresas dedicadas a la producción y distribución de animación, que daban empleo directo e indirecto a 8.599 trabajadores. Estamos hablando de un sector que generó 729 millones de euros en la economía española con unos ingresos de 306 millones de euros en 2011. Las estimaciones sitúan en 879 millones de euros los ingresos obtenidos por el sector en España en 2017, lo que le convierte en un ámbito atractivo tanto para la inversión como para trabajar en él. El informe de Rooter también prevé que haya más de 21.000 personas trabajando en el sector y que en los próximos seis años se pongan en marcha hasta 950 proyectos de animación dentro de España.

Pero, ¿quién va a contribuir a que todas estas cifras se cumplan? Por lo pronto, y según comentaba Biern tanto en la entrevista que Audiovisual451 publicaba ayer como esta mañana durante la presentación, las tímidas ayudas del ICAA a nuevas tecnologías y series de animación se han evaporado tras dos convocatorias, y según se comentaba en el vestíbulo de la Cineteca después del acto, TVE no tiene pensado adquirir producciones de animación hasta 2014 y pretende conseguir series preescolares a coste cero, una noticia que nada tiene que ver con la intención de Yago Fandiño, reciente nuevo responsable de Clan, de reflotar el canal infantil público con unos 5 millones de euros. Paradójicamente, y según el libro de DIBOOS, Clan es el canal español que más producción española emitió: un 40,2 por ciento en 2011, y el único en dedicar tiempo a largometrajes de animación nacionales. Tampoco la industria olvida el fiasco de los Clanners como marca de merchandising.

Por otro lado, las televisiones autonómicas se encuentran en un período de transición, las privadas miran para otro lado en lo que a programación infantil se refiere, la banca sigue sin comprender el sector audiovisual y la financiación del cine se encuentra en remodelación. A este respecto, Pedro Pérez, el interlocutor de los productores con la Administración, ha asegurado que las conversaciones con el ministro Wert van por buen camino, pero el sector necesita ya una hoja de ruta que, a ser posible, incluya unas desgravaciones fiscales interesantes para el capital privado que quiera entrar a financiar cultura. Por su parte, Lizaranzu ha comentado que se establecerán créditos ICO para el sector de la animación. ¿Hasta dónde puede aguantar el sector audiovisual?

Afortunadamente, la animación es un sector optimista, lleno de color que es, como decía Biern, “el tercer padre o madre de los más pequeños”, sobre todo desde que las tabletas y los smartphones inundan la vida de los ya nativos digitales. Haciendo gala de su carácter, el presidente de DIBOOS ha tomado prestada la letra de ‘Te voy a esperar’, la canción de ‘Las aventuras de Tadeo Jones’ para definir la relación de la animación con las televisiones y la administración en España: “Tú me quieres yo te quiero, entonces ¿por qué no estar juntos?. Caminemos de la mano, conquistaremos el mundo”.

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