Salazar-Simpson: “Con el nuevo plan de estudios de la ECAM pretendo que su concepción no sea sólo cinematográfica”

La ECAM toma un nuevo rumbo bajo la dirección del productor de ‘No habrá paz para los malvados’

Tras coger el pasado verano las riendas de la Escuela de Cinematografía y el Audiovisual de la Comunidad de Madrid (ECAM), Gonzalo Salazar-Simpson ha decidido ahora poner las cartas sobre la mesa de lo que serán las líneas maestras de su gestión al frente de la institución educativa. Salazar-Simpson, es licenciado en Administración y Dirección de Empresas por CUNEF, es Presidente de la Asociación Estatal de Cine (AEC) y productor de cine y teatro a través de su productora LAZONA.

gonzalo-salazar-simpsonResponsable de películas como ‘No habrá paz para los malvados’ o ’23 F’, el nuevo director de la ECAM está muy contento del tratamiento recibido por parte de los patronos de la institución educativa (Comunidad de Madrid, Academia de Cine, SGAE y EGEDA), que prácticamente han mantenido sus aportaciones a la escuela y no duda en reconocer que en este nuevo reto lo importante no es tener una buen idea sino tener los medios para ponerla en marcha: “yo conozco ahora la escuela y sé la escuela que quiero dirigir”, aseguró a Audiovisual451.

El relevo de Fernando Médez-Leite en la dirección de la ECAM supone también un nuevo cambio de rumbo en la política educativa y corporativa de la escuela de cine: “lógicamente aquellas cosas de la gestión anterior que me gustan las mantendré y las que creo que son mejorables las cambiaré”, comenta Salazar-Simpson.

Entre los cambios anunciados por el nuevo director destacan tres fundamentales. En primer lugar, se plantea dar un vuelco considerable al plan de estudios actual de la ECAM. También el nuevo equipo directivo pretende aumentar la visibilidad de la escuela a todos los niveles y, por último, tiene la intención de reforzar la salida laboral de los alumnos.

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“Con el cambio del plan de estudios pretendo conseguir varias cosas, una de ellas es que la concepción de la escuela sea audiovisual y no únicamente cinematográfica, creo que tanto la televisión como el cine manejan mecanismos narrativos distintos.  En segundo lugar, quiero dar cabida en la escuela a todo aquel que quiera estudiar audiovisual, no solo a aquellos que quieren dedicarse a este oficio, para ello queremos instaurar un primer año común auto conclusivo. Los que quieran seguir, a partir del segundo curso se especializarán. Otro de mis deseos es dar entrada a los estudiantes de audiovisual de Formación Profesional, que puedan completar sus estudios en la escuela. Por último, nos gustaría convertir nuestro plan en un grado universitario oficial, aunque no es algo prioritario, porque no queremos renunciar a nuestra filosofía eminentemente práctica. También cambiará la prueba de acceso, ya no haremos examen de ingreso sobre conocimientos cinematográficos, creo que es una perversión porque les examinamos sobre lo que quieren aprender. Ahora vamos a solicitar una carta y realizaremos una entrevista personal. La carta será una declaración de intenciones”.

«Cambiará la prueba de acceso, ya no haremos examen de ingreso sobre conocimientos cinematográficos, creo que es una perversión porque les examinamos sobre lo que quieren aprender. Ahora vamos a solicitar una carta y realizaremos una entrevista personal. La carta será una declaración de intenciones”.

El productor de ‘Una hora más en Canarias’ cree que con el cambio del plan de estudios se podrá además orientar mejor a los alumnos hacia las especialidades más adecuadas a sus aptitudes. “El primer año común favorecerá que podamos formar a todos los alumnos en todas las materias desde un punto de vista práctico, van a entender cómo funciona el cine y que a lo mejor lo suyo es el sonido, el montaje o la dirección artística y no necesariamente la dirección y la escritura de guiones. Ahora vamos a poder orientarlos mucho mejor. En la escuela hay especialidades más artísticas, como son la dirección y el guión, y otras más técnicas, como montaje, sonido, dirección de fotografía, etc. Te puedo asegurar que los alumnos que se gradúan en especialidades técnicas están preparados para entrar en el mercado laboral, pueden incorporarse a cualquier rodaje. En la parte artística hay que tener muy en cuenta el talento y eso no puede enseñarse. Puedes hacer que aprendan a ser directores de cine pero eso no quiere decir que lo vayan a ser”.

Abundando en el punto de vista laboral, Salazar-Simpson propone generar vínculos entre en mundo académico y el empresarial con la idea de mejorar las posibilidades laborales de los alumnos. “A mí me gustaría que los alumnos entendieran que estudiar en la ECAM es el inicio de una carrera profesional y no el final de una vida académica. Queremos tener una relación cercana con las empresas del sector, que todos los profesores de la escuela estén en activo, y vamos a intentar llegar a acuerdos de colaboración con marcas y patrocinios. Todavía no sé muy bien cómo, pero creo que pueden ser una salida profesional muy interesante. La idea es que las marcas sepan que la ECAM existe y creo que esto nos ayudará a mejorar las posibilidades laborales de los alumnos”, argumenta.

«Me gustaría que los alumnos entendieran que estudiar en la ECAM es el inicio de una carrera profesional y no el final de una vida académica. Queremos tener una relación cercana con las empresas del sector, que todos los profesores de la escuela estén en activo, y vamos a intentar llegar a acuerdos de colaboración con marcas y patrocinios».
Fernando Méndez-Leite y Gonzalo Salazar-Simpson
Fernando Méndez-Leite y Gonzalo Salazar-Simpson, pasado y presente de la ECAM

El tercer eje referente a mejorar la visibilidad de la escuela se llevará a cabo a través de un cambio de la imagen corporativa y una comunicación más adecuada a los nuevos tiempos. En este punto también entrarán las alianzas con otros agentes del sector para llevar a cabo cursos intensivos específicos de especialidades del audiovisual como puede ser la interpretación.

Además de valorar el trabajo realizado por su antecesor al frente de la ECAM, Gonzalo Salazar-Simpson también ensalza la labor de otras escuelas españolas como la ESCAC (Escola de Cinema i Audiovisals de Catalunya).  “Creo que la ESCAC ha hecho muy bien muchas cosas y voy a intentar emularlas pero creo que hay también cosas que nosotros tenemos y ellos no y eso hay que ponerlo en valor. Los planes de estudio son diferentes, ellos son grado oficial universitario y nosotros no, su ciclo formativo es de cuatro años y el nuestro es de tres… A mi juicio, uno de los puntos fuertes de la ESCAC es lo bien que han sabido comunicar su propuesta, con un departamento específico para ello, mientras que en la ECAM yo me encontrado con que no existía el departamento de marketing. A mi entender, lo segundo que han hecho bien, desde el punto de vista de comunicación, es tener un productora que les ha dado mucha repercusión y buena imagen”, apunta.

El director de la ECAM, sin embargo, no cree en ese modelo de montar una productora en la propia escuela: “no quiero que la ECAM tenga su propia productora de largometrajes porque creo que en cierto modo limitaría las oportunidades profesionales de mis alumnos ¿para qué quiero un productora de cine si hay 80 en Madrid?, lo que tengo que hacer es intentar generar productos con estas 80 compañías. Si monto una productora en la ECAM podré producir una película al año y podré dar salida laboral solo a unos pocos alumnos. Además, si nosotros constituimos una productora, en el escenario actual, con una limitación clara de las ayudas, estaría compitiendo de forma desleal con esas 80 productoras del sector privado y me van a mirar mal. Tampoco en Madrid hay ayudas regionales a largometrajes y en Cataluña sí”.

«Si monto una productora en la ECAM podré producir una película al año y podré dar salida laboral solo a unos pocos alumnos. Además, en el escenario actual, con una limitación clara de las ayudas, competiría de forma desleal con esas 80 productoras del sector privado y me van a mirar mal».

En la comparativa con al ESCAC, el director de la escuela de la Comunidad de Madrid destaca que todos los alumnos de la ECAM hacen prácticas de forma continuada, mientras que en la escuela de Cataluña hay muchos alumnos que terminan cuatro años de formación sin tener un corto en su cartera. “Creo sinceramente que las prácticas son nuestro punto más fuerte, nuestra identidad es que el cine es un oficio, tratamos de reproducir lo que entendemos como sector audiovisual en la escuela, que los alumnos sean capaces de producir un corto de una forma profesional”, comenta Salazar Simpson.

“Las prácticas son nuestro punto fuerte, nuestra identidad es que el cine es un oficio»

El director de la ECAM está también satisfecho con las producciones anuales que se gestan en la escuela: “Por término medio nosotros hacemos 8 cortos cada año, de los cuales uno es brillante, otro es muy bueno, cuatro están bien, uno es malo y otro es infumable. Esa es la proporción habitual, pero los cuatro intermedios producidos en la escuela están muy bien y eso lo avalan las selecciones y premios en festivales. El año pasado tuvimos 400 selecciones en festivales de todo el mundo”.

En el apartado profesional, el productor Gonzalo Salazar Simpson va a continuar con dedicación exclusiva a la escuela,  aunque eso no quiere decir que su compañía, LAZONA, no siga produciendo tanto proyectos cinematográficos como teatrales. “La productora  va a seguir viva. Tengo una estructura de cine y otra de teatro que ahora me están demostrando lo prescindible que soy. Yo por mi parte voy a dedicar ahora todo mi tiempo a la escuela hasta que los cambios comentados estén encauzados”.

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